6.- Equipos.

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Nathaniel entró corriendo al sweet.

Tenía que hacer mucho papeleo antes de clases,  con tantas faltas últimamente, se había atrasado demasiado.

Entró a la sala de delegados y enseguida empezó a mover papeles.

Después de un rato, Rosalya entró sin llamar a la puerta.

-¿Estás mejor?

Nathaniel la observó y le sonrió.

-Si.

-Así que accidente... Dime que no fue por Castiel.

-No, nada de eso.- Nathaniel siguió con sus deberes.

-Eso me alegra, ayer cuando se ofreció a llevarte las tareas, pensé que tendrían más problemas.

El rubio se detuvo de golpe.

-¿Ofreció?

La peliblanca asintió.

-Patrick nos preguntó quien te las daba, antes de poder decir algo, él ya estaba enfrente tomando el sobre.

Nathaniel observó a la chica sorprendido.

Ayer Castiel le había dicho que Patrick lo había obligado.

-¿Nathaniel?- La peliblanca agitó su mano delante del rubio, este la enfocó y sonrió apenado.

-Si, perdón... Te decía que no hubo mayor problema con Castiel.

-Me alegro.- La chica le sonrió.-¿Vienes a clases?

-Si, pero solo termino esto, tú adelantate.

Rosalya salió a paso tranquilo de la sala. El delegado suspiró.

-¿Entonces Castiel quería verme? ¿Por qué?

-Buenos días.- Los dos gemelos cruzaron la puerta.

-Buenos días ¿En que puedo ayudarlos?

Enseguida el peliazul se acercó.

-Somos nuevos, ayer Melody intentó terminar nuestro papeleo, pero se desesperó tanto, que le dijimos que mejor nosotros veníamos hoy con el delegado principal.

Nathaniel asintió.

-Ese soy yo. Entonces ¿que papeles les faltan?

-Los de nuestros clubes y nuestros casilleros.

El rubio enseguida buscó en las estanterías, sacó unos papeles, los firmó y se los tendió a los nuevos.

-Estos son. Armin y Alexy ¿no?

-Si.- Armin le sonrió.

-Gracias.- Alexy tomó los papeles y salieron.

El timbre para clases enseguida sonó.

El delegado alzó los papeles que pudo y salió corriendo a la clase de ciencias.

Atrás del todo, Castiel lo observó serio.

Nathaniel suspiró y se sentó en su acostumbrado lugar.

Antes su compañero de ciencias era Castiel, pero por obvias razones, la profesora Delanay había optado por dejar al rubio solo.

La profesora entró y todos guardaron silencio.

-Buenos días. Ya veo que hay caras nuevas, así que a unas cuantas parejas les agregaré un miembro para que ayuden a sus compañeros nuevos a ponerse al corriente.

Varios alumnos se quejaron pero Delanay los ignoró.

- Nathaniel, tú estarás con Armin y Sucrette.- Los dos mencionados caminaron y se sentaron cada uno, a un lado del rubio.- A Debrah y Castiel, se les agrega Alexy.- El peliazul caminó algo inseguro hasta la pareja.- Y por ultimo, Rosalya y Lysandro, se les integrará Kentin, podrían empezar a reunirse hoy mismo después de clases para prestarles apuntes y eso, listo. Empecemos la clase.

Las clases pasaron rápidamente, ya a la hora de la salida, el delegado guardaba unas cosas en sala cuando los gemelos y Sucrette entraron.

-¿Les puedo ayudar?

-Si, de hecho Sucrette y yo- Habló el azabache.- Queríamos ver si podías quedarte para pasarnos apuntes, no tenemos idea de que hablaba la profesora de ciencias.

-O ninguno otro.- La chica sonrió.

Nathaniel aceptó sin dudarlo.

-Claro, solo guardo unos papeles y vamos a la biblioteca.

-Gracias.- La chica caminó hasta él y le sonrió mientras le tendía la mano.- Ya no nos presentamos bien.

Nathaniel le respondió el saludo alegre.

-Oye... Nathaniel.- Habló Alexy. -¿Tambien podrías ayudarme? Es que los chicos con los que me pusieron en ciencias no son... Accesibles.

La chica volcó los ojos.

-Lo se, la tal Debrah me empujó en la mañana por saludar a su novio y la escuché burlándose de Kentin con otras chicas.

Armin suspiró.

-¿Son así de malos siempre?- Le preguntó al rubio, este negó nervioso.

-Ah... La verdad no nos llevamos muy bien... Intento ignorarlos.

Los chicos asintieron.

-Enseguida se ve que eres amable.- El peliazul le sonrió.

Nathaniel le agradeció y empezó a guardar los papeles, ya tenía semanas que no trataba a nadie más que a Rosalya y Lysandro.

En cuanto el rubio terminó, los cuatro caminaron a la biblioteca y tomaron una mesa vacía.

-¿Con qué materia les gustaría empezar?- Nathaniel abrió su mochila para sacar un libro.

-Ciencias, creo que es donde estamos más perdidos.- Habló Sucrette.

-Bueno.- El delegado sacó su libro y cuaderno de la materia.

-¡Nathaniel!- Rosalya, Lysandro y Kentin se acercaron.- ¿Podemos sentarnos aquí? No hay más lugares.

Todos asintieron y los amigos se sentaron.

-Se ve que son muy amigos, hasta visten similar. El estilo no es mi favorito, pero les sienta.- Alexy habló dirigiéndose a Lysandro y Rosalya.

Estos dos sonrieron.

-Si, Lysandro es un gran amigo.

-¿Y tú, Nathaniel? ¿Nos presentarás a tus amigos o te damos pena?- Habló la azabache.

Nathaniel sonrió nervioso, todo iba muy bien para ser cierto, ahora les diría que no tiene amigos y saldría a colación el problema y lo odiarían como todos.

-Nathaniel también es nuestro amigo cercano, pero no comparte nuestro buen gusto.- Habló la peliblanca.

Lysandro sonrió.

-Pero es nuestro amigo.

Todos en la mesa sonrieron, Alexy y Rosa empezaron a hablar de que estilo le quedaría bien al rubio. Este volcó los ojos sonriente, no se había dado cuenta de cuanto extrañaba una platica así, informal, tranquila, con amigos.

Amor en tiempos de Debrah.Where stories live. Discover now