Amor en tiempos de Debrah.

21.- Descuido.

Al regresar al camión. Nathaniel se sentó con Armin, Castiel suspiró rendido y se sentó con Lysandro.

-¿Ocurre algo?- Preguntó el albino.

-No.- Castiel se bastó con ese monosílabo.

El camión ya no paró hasta llegar al destino. Todos los alumnos bajaron rápidamente y se estiraron.

-Que cansancio.- Rosalya se quejó. - No dormí nada y algo me dice que no descansaremos...- Señaló un circuito de ejercicios de campamento que se veía al entrar al lugar.

-Y aparte hay demasiado sol.- Armin se quejó.

-No quiero que me pongan a hacer gimnasia, soy malísima.- Sucrette atribuyó con mal semblante.

-¡Ya!- Alexy los observó irritado.-Pongan de su parte, haremos más cosas. ¿Verdad Nath?

Todos observaron al rubio. Tenía su mirada perdida en la nada.

-¿Nathaniel?- Kentin se acercó al rubio y le tocó el hombro.

-¿Eh?- El mencionado volteó a ver a sus amigos.-P-Perdón ¿qué decían?

Alexy suspiró.

-¿Donde está Lysandro?- Preguntó la azabache.

La sonrisa le regresó a Alexy.

-Tu amorcito debe estar con Castiel.

Sucrette enseguida notó la temperatura subir en sus cachetes.

-¡No le digas así!

Rosalya sonrió.

-Si te gusta, deberías hacer algo, es muy amable.

Sucrette sonrió.

-Si, es súper amable y su sonrisa...

Armin desvió la mirada al delegado principal. El rubio otra vez estaba perdido en sus pensamientos.

-¿Y donde está Castiel?- Preguntó Armin y enseguida Nathaniel volteó.

-Ni idea, no los veo por aquí.- Rosalya alzó la vista entre todos los alumnos que esperaban indicaciones.

-Espero Castiel no haga que Lysandro se meta en problemas...-Sucrette suspiró.

-¿Ahora quien está contra Castiel?- Rosalya sonrió con suficiencia.

-No estoy en contra de él. Solo seamos honestos, no es el alumno más ejemplar.

Nathaniel sonrió. Si que no lo era.

-Hasta que sonríes.- Rosalya se acercó al delegado.-¿Algo anda mal?

El rubio suspiró.

-No, solo tuve una mala noche, perdón si fui grosero.

-No te preocupes.- La chica le dedicó una sonrisa radiante y seguido, colocó su mano en el hombro del chico.- Ahora tendrás un fin de semana para relajarte haciendo ejercicio a cada momento.- Sacó sarcásticamente la chica. Todos sonrieron, Rosalya sabía poner ambiente.

-Ahí está tu Lysandrito.- Alexy señaló a los dos chicos altos que se les acercaban.

Sucrette no tuvo tiempo de responder, solo escondió su cara en sus manos frustrada.

Lysandro y Castiel llegaron hasta ellos. Sucrette le sonrió al albino.

-¿Donde estaban?- Pregunto Rosalya.

-Buscando un lugar seguro para fumar.- Contestó Castiel observando fijamente la mano de la peliblanca.

Apretó los puños. "No tienes derecho Castiel, no tienes derecho"