Amor en tiempos de Debrah.

33.- Fin del tema.

-¡ABRAN!- Sucrette y Kentin golpeaban sin parar la puerta de Lysandro.

Rosalya abrió.

-¿¡Que les pasa!?

-¡FRANCIS NOS ACABA DE ACUSAR DE SECUESTRO!

-¿¡Que!?- Nathaniel gritó desde adentro.

Todos entraron.

-Alexy me marcó... La policía fue a su casa ayer, se los llevaron... Les dijeron que solo les harían unas preguntas pero se alargó horas y no los dejan salir de la comisaría...

-¿Que hacemos?- Sucrette observó a su amiga alarmada.

-Tranquila... Pensaremos algo.

Nathaniel suspiró frustrado.

-¿Pueden llamarle a Amber?

La rubia no tardó mucho en llegar. En cuanto entró a la casa. Nathaniel y Amber se encerraron en el cuarto de Lysandro. El hermano le explicó todo a la menor.

-¿Y qué harás?- La chica hizo una mueca.

-No tengo idea...

-Yo si.- La chica caminó hasta su hermano.- Denuncialo.

-¿Que? No. Esa no es una opción.

-¿Y por qué no lo sería?- La chica se cruzó de brazos.

-Por ti y mi madre ¿Que harán sin él?

Amber sonrió.

-Por dios Nathaniel. Agradezco que quieras protegerme pero ¿Acaso eres tonto? La denuncia es para los dos.

-¿Por qué demandaría a nuestra madre?

-¡Entra en cómplice! Nathaniel, estaremos bien. Tenemos más familia, nuestra abuela, nuestros tíos. Tienes a Castiel, Armin y todos tus amigos raros. Yo tengo a Charlotte y Lin. No estamos solos y tú tienes que demandar.

El delegado suspiró.

-¿Y si esto solo empeora las cosas? ¿Y si a la larga sale mal para ti? ¿Y si no sirve de nada y se zafa?

-Seguiremos juntos ... Somos hermanos. Si todo sale mal, nos la arreglaremos. Pero vale la pena intentarlo ¿No? Para que los dos por fin estemos en paz. Para que estés a salvo.

-Bien... Si...- Los dos hermanos se abrazaron.

Al alejarse se sonrieron nerviosos.

-Al mal paso...- Amber caminó a la puerta.

Castiel, Kentin, Rosalya y Sucrette estaban parados enseguida.

-¿Estaban espiando?- Nathaniel se quejó.

-No...- Kentin sonrió.- Entonces... ¿Que haremos? Por qué obvio no los escuchamos y no tenemos idea.

Amber volcó los ojos.

-Ir a la comisaría.

-¿Y si Francis está?- Castiel se quejó.

-Tengo que ir...- Nathaniel suspiró acercándose al pelirrojo.- ¿Me acompañas?

Castiel sonrió.

-No era una opción que fueras solo.

El rubio asintió.

-Vamos. Tienen que soltar a Alex y Armin.

Todos asintieron.

Nathaniel, Castiel, Lysandro y Kentin salieron hacia la comisaría.

Al llegar, solo encontraron al padre de los gemelos.

Kentin se acercó.

-¿Cómo está todo?