Eres un buen chico

3.8K 224 22
                                    

Sigo en la fiesta, hace un rato jugué con unos chicos de la escuela al yo nunca nunca y creo que quedé

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sigo en la fiesta, hace un rato jugué con unos chicos de la escuela al yo nunca nunca y creo que quedé... algo mal.

Si, es un hecho... estoy ebria.

En este momento estoy sentada en un sillón tomando más vodka mientras pienso en Nate.

¿Qué estará haciendo?

¿Habrá comido bien?

Unas ganas incontrolables de llamarlo se me hacen presentes, pero la diminuta parte dentro de mi que está sobria me dice que no lo haga porque se molestará muchísimo si sabe lo ebria que estoy.

O... no estoy TAN ebria...

Eso es lo que todo ebrio siempre dice.

Okay, está bien... en conclusión, no debo llamar a Nate.

—Felicitaciones—dijo Zac sentándose a mi lado, fruncí el ceño y lo miré

—¿A qué te refieres?

—Al equipo cupido.

—¿Eh?

—A lo de Evan y Val, Carter. ¿Tanto te afectaron un par de copas?

Rodé los ojos, pero luego me di cuenta de lo que dijo y abrí mis ojos de par en par.

—¿Funcionó?—pregunté

—Cuando los fui a sacar se estaban besando, pero luego siguieron discutiendo.

—Bueno, se besaron. Es un ava...

De pronto, sentí una sensación rara en mi estómago.

Agh... no me siento bien.

Creo que voy a vomitar.

El baño estaba cerca y vacío, así que como pude corrí hasta él y vomité.

Sentí que alguien agarró mi cabello.

Ugh, odio vomitar.

Al acabar tiré la cadena y me senté en el suelo con mi espalda apoyada en una pared, los ojos se me cerraban.

—Ugh... Creo que será mejor que te vaya a dejar a tu casa—dijo Zac, reí

—No, no... mi mamá está, le dije que me iba a quedar en... la casa... de Val.

Narra Zac

Suspiré y finalmente tomé uno de sus brazos y lo pasé por mis hombros, yo pasé mi mano por su cintura.

Esta chica definitivamente no sabe tomar.

La ayudé a caminar, su cabeza cae y apenas puede mantener sus ojos abiertos, al llegar a mi jeep la levanté y la senté al lado del copiloto, ya una vez sentado en mi lado comencé a conducir.

Como no podía llevarla a su casa, la llevé a la mía.

Mientras conducía no pude evitar echarle una mirada.

¿Puede alguien responderme por qué la estoy ayudando?

Normalmente, si una chica se va a vomitar al baño la dejo ahí y me voy.

Ella está buena, es linda y tiene buena figura, pero allá en la fiesta habían chicas mejores y no entiendo por qué estoy aquí, en mi jeep y ayudándola.

No la conozco mucho, la verdad, hemos formado una amistad en estas últimas semanas y sinceramente, creo que es la chica con la que más he pasado tiempo sin implicar... bueno, ya saben.

Su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su chaqueta, ella está profundamente dormida y ni siquiera lo nota, sin poder evitarlo lo reviso cuando paro en un semáforo.

El nombre Hortencio aparece en la pantalla del celular junto con un corazón, nuevamente, suelto una risa.

¿En serio ese cabrón se llama Hortencio?

El recuerdo de haberle ganado en un partido del año pasado se me hace presente y solté otra risa.

Simplemente corté la llamada y lo dejé a un lado.

Pero llamó al menos diez veces más.

¡Joder! ¿Qué no se cansa?

Bufo y finalmente contesto la llamada.

—Diga—hablé y escuché que soltó un bufido

—Déjame adivinar... ¿Zac, no?

—El mismo.

—Quiero hablar con mi novia.

—Tranquilo, hermano. Se podría decir que está... indispuesta.

—¿Dónde está?

—Justo a mi lado, dormida.

—Espera, ¿Qué? Bueno, no importa, ¿Puedes pasármela de una...

Corté la llamada antes de que acabara de hablar y luego apagué el teléfono, entonces se me ocurre que pude haber hecho eso de un principio...

En fin.

Al llegar a casa me estacioné, bajé del jeep y proseguí a ayudar a la chica a mi lado, cuando la saqué y la tomé en mis brazos ella se despertó, pero aún así no abrió sus ojos del todo, solo un poco.

—Después de todo eres bastante atractivo—dijo en un susurro, casi dormida

Reí—Dime algo que no sepa—comenté cerrando la puerta para luego ponerle el seguro

—¿Siempre eres tan arrogante?

—¿Siempre tomas de esta manera?

—No...

Reí nuevamente negando con la cabeza, al llegar a la puerta de mi casa la dejé en el suelo y la sujeté por la cintura, saqué mis llaves y abrí la puerta

—¿Debo susurrar?—preguntó en un susurro

—No, no están mis padres.

—¿Por qué?

—¿Siempre eres tan curiosa?

—Creo que si.

Sonreí y cuando ya estuvimos los dos dentro cerré la puerta de mi casa y la ayudé a subir las escaleras.

—¿Te puedo hacer una pregunta?—preguntó

—¿Otra?

—Si. ¿Por qué me ayudas? Somos amigos, pero no eres así.

Fruncí el ceño—De hecho, no lo sé. Mañana no recordarás nada de esto de todos modos.

—¿Y si lo recuerdo?

—Lo negaré absolutamente todo, iría contra mi reputación.

—Sabes que eres un buen chico.

—No es así.

—Si es así.

—No.

—Si.

Bufé y entramos a mi habitación, la dejé sentada en mi cama y ella se sacó sus tacones y se arropó.

—¿Dónde vas a dormir tu?—preguntó

—En... mi cómodo sillón—dije sentándome, ella sonrió.

Me incliné, apagué las luces y cerré los ojos para intentar dormir.

—¿Zac?

—¿Hm?

—Eres un buen chico.

Bufé y si tengo suerte, ella no recordará nada de esto mañana.

Stay With Me  || DETENTION #2Where stories live. Discover now