SECUELA DE DETENTION
Según Maddison Carter su último año de preparatoria se resumiría en caminar por los pasillos, sola, intentando no pensar mucho en su condenadamente sexy novio y en sus muy especiales amigos.
Claramente no es eso lo que ocurrirá...
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Estoy en detención.
Amy está jugueteando con Mark, Val con Evan y yo estoy echada en mi mesa en silencio mientras que Zac está a mi lado.
Él se a portado muy bien conmigo, me acompañó mucho, solo él sabe que fui a ver a mi padre, la verdad no tenía fuerzas de contarle a Val o a mi madre, mucho menos tenía fuerzas de intentar llamar a Nate, ¿Para que vuelva a colgarme?
Ni loca.
—Bueno, chicos... Pueden irse.
Luego de que Radison haya hablado no tardé en ponerme de pie y salir del salón, hoy es viernes por lo que tendría todo el fin de semana para estar tranquila, comprar más bombones y ver películas de libros que fueron trágicamente escritos por Nicholas Sparks.
—¡Hey!—Zac me alcanzó y comenzamos a caminar juntos—¿Cómo sigues?
Bufé—Más o menos, creo que no fue buena idea haber ido.
—Siempre he sido partidario de que es mejor saber la verdad a no saber.
Sonreí de lado—Tienes razón.
Salimos de la escuela, entrando al estacionamiento, el sol se hizo presente y me agradó sentir el calor en mi rostro.
—Hoy vamos a salir a comer helado o algo así, ¿No vienes?—me preguntó dejando de caminar
—Aunque me guste la idea de consumir aún más azúcar, no. Prefiero ir a casa hoy.
—Está bien, me llamas cualquier cosa, ya sabes—sonrió y guiñó un ojo.
No pude evitar reír y rodar los ojos.
—Gracias por todo.
Rió—Por nada.
Se acercó a mí y me abrazó unos segundos.
—Bueno, nos vemos—se alejó, lo sentí algo nervioso.
—Nos vemos.
Se dio media vuelta y en unos segundos se fue de mi campo visual.
Suspiré y me di media vuelta para buscar mi jeep.
Al encontrarlo... fue cuando sentí que toda mi saliva se fue y mi respiración se hizo más agitada.
Nate estaba echado en mi jeep, traía una chaqueta de cuero negra y sus manos reposaban en sus bolsillos delanteros de su pantalón.
Se veía tan guapo... al verlo sentí que lo único que necesito es uno de sus abrazos.
Si hubiera estado cuando fui a ver a mi padre todo hubiera sido mucho más fácil.
No sabía qué hacer, ¿Debía correr y abrazarlo?
No, claro que no... aunque fuera lo que más quiero en este momento, no puedo solo hacer eso.
