SECUELA DE DETENTION
Según Maddison Carter su último año de preparatoria se resumiría en caminar por los pasillos, sola, intentando no pensar mucho en su condenadamente sexy novio y en sus muy especiales amigos.
Claramente no es eso lo que ocurrirá...
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Narra Nate.
Mis ojos se abren por el escandaloso ruido.
Agh, ¿Qué demonios es eso?
Me incorporo mejor en mi cama y paso mis manos por mis ojos, entonces me doy cuenta que alguien toca la puerta.
¿Quién demonios toca así?
Bufo y luego de ponerme una remera voy a abrir, en cuanto lo hice dos chicos y una chica se abalanzaron sobre mi, no pude evitar sonreír al darme cuenta de que eran James, Dan y Beth.
¿La razón de que estén aquí?
Pues...
—¡Feliz cumpleaños, pedazo de idiota!—grita Beth, frunzo el ceño
—¿Gracias? Creo.
—Siéntete alagado de que tuvimos que pasar parte de la noche en un avión para poder venir a molestarte temprano por la mañana—dijo James entrando al departamento, Beth y Dan lo siguieron.
Luego de que pasó lo de Maddie, Beth y Dan dejaron de hablarme por una buena cantidad de tiempo, pero finalmente yo viajé a Indiana para hablar con ellos, costó, principalmente por Beth.
No sé si se habían dado cuenta ya, pero tiene un carácter medio fuerte.
En fin, finalmente logramos la paz.
—Hermano, James y yo juntamos algo de dinero entre los dos y...—decía Dan, entonces sacó una remera de su mochila.
No era cualquier remera.
Era una remera de los New York Giants, autografiada.
No pude evitar reír—Joder, son unos genios. Gracias.
Los New York Giants son el mejor equipo de futbol americano que a pisado la tierra, pero fue entonces cuando no pude evitar recordar todas las veces que veía un partido de ellos y Maddie se quedaba dormida en mi hombro.
A ella nunca le gustó el fútbol americano, sin embargo siempre los veía conmigo.
Claro que a los cinco minutos ya estaba durmiendo.
—Yo también te traje algo, imbécil—dijo Beth, sacó una caja de su maleta.
—Esto quiere decir que me aprecias, ¿No? Vamos, te esforzaste en el regalo—me burlé
Ella rodó los ojos—Solo ábrelo de una maldita vez.
Reí, y lo abrí.
Pero lo que vi adentro... Dios
Era una foto de las vacaciones del verano pasado, estábamos todos ahí, Maddie también, ella estaba sentada en mi regazo con su cabello mojado y un lindo vestido amarillo.
Está... tan linda.
La saqué de la caja, entonces vi que abajo había otra más...
En esa estábamos Maddie y yo, en la playa... abrazados.
