Stay With Me || DETENTION #2

Zac, necesito salir de aquí

—¿Estás segura de querer hacer esto?—me preguntó Zac mientras maneja su jeep

Tragué grueso—Si... necesito verlo. No sé por qué.... pero escuchar su voz despertó algo dentro de mi, quiero saber si tiene más hijos, si sigue con esa mujer, si...

No pude seguir hablando, un nudo se formó en mi garganta, pero no permití que las lágrimas se derramaran.

—Hey... Aún puedo volver, si no estás lista...

—Lo estoy—lo interrumpí—Pero necesito que estés ahí, por favor.

Sonrió de lado—Claro que estaré.

Suspiré y asentí, Zac le dio otro vistazo al papel que mi madre me dejó con la dirección de mi padre.

El resto del camino me mantuve en silencio mirando hacia afuera... estoy tan nerviosa, pero de alguna manera el que no vaya a hacer esto sola me relaja.

Me hubiera gustado llamar a Nate para pedirle una opinión sobre esto o algo por el estilo, ¿Pero para qué? De todos modos no hubiera contestado.

El jeep de Zac se detiene.

—Según esto... es la casa de ahí 

Me señaló una casa gigante, pintada de blanco, el jardín parecía ser un parque completo lleno de flores y rosas, había un balcón que prácticamente era del porte de mi habitación, creo que nunca había visto una casa tan alta y tan ancha... 

—Mientras mi madre trabaja de día y de noche para poder mantenernos, él... tenía todas estas comodidades.

La rabia en mí aumenta.

—¿Aún quieres entrar?—preguntó, giré mi rostro y lo miré

—Si—asentí—¿Me acompañas?

Sonrió de lado y se acercó a abrazarme, nunca creí que Zac se podría volver en un amigo tan cercano a mi, pero lo es.  

—Claro... Andando.

Me sonrió una vez más y nos bajamos del jeep.

Caminamos hasta que subimos al porche de la casa, titubeé un instante antes de golpear la gran puerta que tenía frente a mi.

Pero ya es demasiado tarde para arrepentirme, debido a que no tardé en golpearla.

Mis manos sudan y me siento mas nerviosa que nunca, estoy por ver al hombre que me abandonó hace tantos años... necesito encararlo,

Ya no puedo tener más la duda dentro de mí...

¿Por qué nos abandonó? ¿Por qué no lo hacíamos feliz? ¿Por qué?

La puerta se abrió de pronto, dejándonos ver a una joven, tal vez en sus veinte.

—¿Diga?—habló

Tragué grueso... No sé si podré hablar.

—Buscamos a Xavier Carter—dijo Zac

—El señor Carter, claro, yo trabajo para él. Pasen mientras le voy a avisar. ¿Sus nombres?

La señorita me miró, pero yo miré a Zac esperando a que él respondiera, Zac esbozó un sonrisa y dijo:

—Ella es Maddison y yo Zac 

Ella sonrió de vuelta y se fue a buscar a mi padre.

—¿Sería muy feo de mi parte si coqueteo con la chica que trabaja para tu padre? —me susurró mirando descaradamente el trasero de la chica mientras se aleja, lo fulminé con la mirada y lo golpeé en el hombro —¡Au! Solo bromeaba —rió, no pude evitar reír también.

No puedo creer que me haga reír en un momento como este. 

Entonces miré a mi alrededor.... nunca había visto tanto lujo en toda mi vida.

—Sabes que no podré hablar por ti todo el rato, ¿No?—preguntó con una sonrisa, también sonreí

—Lo sé, lo siento... Estoy algo nerviosa.

—Lo sé, tranquila... Respira.

Asentí e hice lo que dijo.

Esto no es nada del otro mundo, ¿No?

Solo estoy en la casa del hombre que me abandonó cuando tenía ocho años y ahora hablaré con él...

No es la gran cosa, puedo con esto.

Luego de unos segundos comencé a escuchar a alguien acercándose, cuando un hombre se aparece en mi campo visual quedo sin aliento.

Es él...

Tiene barba, es alto y viste de traje, unas cuantas canas se escapan de su cabellera.

—Maddison...—susurró

—Hola.

Se acercó unos pasos, pero yo no pude evitar retroceder hasta que choqué con el cuerpo de mi amigo, él puso su mano en mi hombro, dándome apoyo. 

—Hija, yo... Estás tan...

Suspiré hondo y lo interrumpí.

—No vine aquí a perdonarte, ni a contarte de como a sido mi vida. Quiero hablar contigo y solo darte la oportunidad de que me expliques. Eso no quiere decir que te vaya a perdonar. 

Asintió y miró a Zac—¿Podríamos hablar sin tu novio aquí?

—No. Él se queda.

No quise explicar que Zac es solo mi amigo, no venía al caso y tampoco tiene el derecho de saberlo.

—Está bien... hija, yo... amé mucho a tu madre, pero a veces las personas se enamoran más de una vez en la vida y...

—Puedo entender que te hayas enamorado de otra mujer, ¿Pero abandonarnos? ¿Irte de un día para el otro? ¿Dejarnos sin nada?

—Lo lamento. Yo... ella... quedó embarazada y...

Mi respiración comenzó a agitarse.

—Zac, necesito salir de aquí.

—Hija, no...

—¡No me llames hija! ¡Me abandonaste! ¡No puedes simplemente abandonar a una hija por otra! ¡Tenía ocho años!

—Yo...

Mis lágrimas no aguantaron y comenzaron a salir.

—Maddie, mejor vamos—dijo Zac pasando su brazo por mis hombros y dirigiéndome hacia la salida.

—No, hija yo...—Xavier se interpuso en nuestro camino

—Señor, será mejor que hablen otro día, creo que por hoy a sido suficiente—masculló Zac.

Xavier tragó grueso y asintió, dejando que saliéramos de aquella mansión. 

Una vez cerca del jeep Zac me envolvió en un dulce abrazo, mientras mis lágrimas mojaban su camisa, pero no me importó en lo absoluto.

Todos mis miedos eran ciertos.

Él tiene otro hijo, quizás más de uno... ¿Por qué me abandonó por ellos? ¿Qué tenían ellos que yo no?