Stay With Me || DETENTION #2

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Estoy en detención justo ahora, tengo mi teléfono encima de la mesa y lo único que quiero es que suene.

Nate, ¿Dónde estás?

Quiero tranquilizarme a mí misma pensando en que está en clases o algo así y por eso no devuelve mis llamadas.

Sólo espero que realmente sea por eso.

—¿Puedes, por favor, dejar de mirar tu teléfono?—me pidió Valerie, bufé

—Lo siento—la miré—La verdad, no tengo muchos ánimos hoy.

—Todo va a estar bien, ¿Si? Relájate, Nate te ama mucho. 

—No lo sé... Esto no me huele nada bien.

—¿Piensas que ya no te ama?—preguntó impresionada, frunciendo el ceño 

—No, no... sé que él me ama, no me malentiendas, pero... algo no está bien y no se trata solo de la beca y de la lesión. ¿Habré hecho algo mal y no me dí cuenta?

Rió—Lo dudo mucho. Sólo espera, sé paciente.

—Eso intento.

—Pues inténtalo más. Estoy segura de que después te arrepentirás de haberte puesto mal por todo esto

—Tal vez tengas razón—sonreí

—Claro que la tengo 

Sonreí, a pesar de que la situación no pinta nada bien, me relajé con las palabras de Valerie.

Además, ¿Qué cosa mala podría estar pasando?

Es Nate, me ama y yo lo amo a él, mientras ambos recordemos eso, todo estará bien.

Pero... ¿Y si no? 

Lo sé, se supone que debería dejar de pensar en Nate, pero se me está haciendo imposible, simplemente no puedo evitar esperar ansiosamente que mi teléfono suene.

Le he dejado de llamar para darle su espacio durante esta semana, pero mañana es mi cumpleaños y tenía la esperanza de que me llamara.

Lo extraño tanto...

Se supone que en unos días pasarían los dos meses, el limite de tiempo que le dieron para recuperarse, no tengo ni idea de como va con eso y me siento inútil.

No sé si haberle dado tiempo fue la mejor idea.

Quizás debí haber insistido más...

Sinceramente, no entiendo en qué punto estamos.

Bueno, la última vez que hablamos discutimos y luego no me contestó las llamadas...

Al recordar todo no puedo evitar que la idea de que Nate ya no me ame como antes se me pase por la cabeza, pero entonces recuerdo todos los momentos que hemos vivido y.... Dios, no.

Después de todo lo que pasamos, de todo lo que nos hemos dicho y de todas las promesas que nos hemos hecho, no puedo pensar de esa manera.

Tenemos un plan y sé que finalmente podremos cumplirlo.

Tiene que ser así.

Mañana arreglaremos las cosas, estoy segura.

Es mi cumpleaños, me tiene que llamar.

************

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Me despierto de golpe y veo a mi madre con un pastel en mano, detrás de ella a Valerie, Evan y Zac.

Mi rostro definitivamente debe de estar lleno de sorpresa, no puedo evitar que una sonrisa de oreja a oreja aparezca en mis labios.

—Ten, sopla la velas—dice mi madre con una sonrisa.

—¡No olvides los deseos!—grita Val, no puedo evitar reír.

Bueno, sin duda mi deseo principal es poder arreglar las cosas con Nate.

Soplo las velas y la llama desaparece en ambos números.

18.

Mi madre quita ambas velas y deja el pastel a un lado para acercarse a mi y darme un abrazo.

—No puedo creer que mi hijita haya cumplido dieciocho años—dijo con un tono nostálgico, solo sonreí

—Gracias—digo mirándolos a todos en cuanto mi madre se aleja

—Bueno, iré a buscar unos platos para que se sirvan—dijo mi madre

—¿Y tu?—pregunté frunciendo el ceño

—Hoy tengo turno, pero prometo llegar temprano, ¿Si, cariño?

Sonrío y asiento.

Mi madre sale por la puerta y los chicos se acercan más a mi.

—Así que, así se ve Maddison Carter por las mañanas—dijo Zac riendo mientras se sienta en una orilla de la cama, ruedo los ojos

—Si, lo sé. Debo parecer un mapache—dije

—Bueno, pues este mapache cumple dieciocho años hoy, así que ten—Valerie me tendió su regalo.

Sin más, sonreí y se lo acepté, rompí la envoltura sin cuidado alguno y en cuanto vi lo que era, mis ojos parecieron haber brillado.

¡Chocolates, mis favoritos!

—¡Gracias!—sonreí de oreja a oreja

—Sabía que te iban a gustar, piensas en chocolate todo el día.

No pude evitar reír.

Luego Evan me regaló un marco grande donde había una foto de todos nosotros, incluyendo a Amy y a Mark.

Me pareció un detalle muy lindo.

—Creo que estoy muy sexy, te hará bien tener una foto donde salga yo en tu habitación—dijo Zac, rodé los ojos.

—Ugh, no. Creo que tu cara la voy a tener que tapar, sino mi día empezaría mal—bromeé, Zac hizo una mueca que indicaba que estaba ofendido.

—¿Ah si? Pues creo que aún falta algo para que realmente cumplas años como se debe.

No pude ni darle una respuesta a Zac antes de que estrellara el pastel en mi rostro.

¿¡Cómo se atreve...!?

Saqué un trozo de pastel y se lo tiré, finalmente el pastel quedó esparramado por todo el cuarto y en nuestros rostros, Evan y Val también se había unido a la guerra.

Fue una muy linda manera de empezar mi cumpleaños, pero... no recibí ninguna llamada de Nate.