Diecinueve (*)

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ANNA

Ninguno de los dos dijo algo durante todo el camino de regreso a casa, Will estuvo mirando su celular gran parte del camino, estaba enojado, o al menos, así lo sentía.

No quería presionarlo, sabía que lo que había sucedido fue completamente inesperado, ninguno de los dos pudo imaginar que algo así sucedería, estábamos tan centrados en nuestra emoción, que no consideramos todas las implicaciones que podrían surgir en el camino.

La punzada aún permanecía en mi pecho, apareciendo más intensa por algunos momentos, consiguiendo que no lograra apartarla de mí ni por un segundo.

William intercambia un par de palabras con el taxista y luego de pagarle lo correspondiente, ambos bajamos. Él busca las llaves en su bolsillo, no me mira, tampoco habla cuando ingresamos a la casa así que decido que ir a la habitación, es lo mejor.

Subo en silencio y me dejo caer sobre la cama cerrando los ojos. La idea que tenía de este día no era está precisamente, en mi mente, este sería uno de los días más felices y emocionantes de nuestra vida.

—Anna —La voz de Will me hace abrir los ojos, cuando lo enfoco, él se encuentra de brazos cruzados, apoyándose contra el marco de la puerta.

— ¿Qué pasa? —Cuestiono elevando la espalda del colchón.

— ¿Cómo qué pasa? —Inquiere —Sabes perfectamente lo que pasa, no podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras ellos adoptan a la pequeña que nosotros queremos en nuestra vida, tenemos que hacer algo al respecto.

—Will... —Intento hablar y explicarle la situación, pero él no me lo permite y sigue hablando.

—Podemos pedirle ayuda legal a Dann, es un buen abogado y seguramente nos ayudará sin dudarlo, Anna, aún podemos luchar por Sol.

—William, es que no quiero pelear por Sol —Varias emociones cruzan por su rostro cuando respondo, abre y cierra la boca un par de veces sin atinar a decir algo, me mira con una pizca de confusión y yo cierro los ojos un par de segundos antes de volver a enfocar mi atención en él, no quiero comenzar a discutir ahora con Will, es lo que menos quiero hacer en estos momentos.

— ¿Cómo que no quieres hacerlo? Anna, hace unas horas estabas totalmente convencida de que querías que Sol fuera nuestra hija y ahora dices que no quieres luchar porque ella esté en nuestras vidas. —Niega un par de veces antes de volver a hablar. —No te entiendo, de verdad que no lo hago. ¿Te vas a rendir tan fácilmente?

—Liam, no me estoy rindiendo. Ellos la necesitan más que nosotros, es decir, sabemos por lo que ella ha pasado ¿A caso no viste la expresión en sus ojos cuando la miró? ¿No viste la emoción y el brillo de sus ojos? Ella desea enormemente eso. Will, no puedo matar esa ilusión, no puedo hacerlo.

— ¿Y qué hay de nosotros? ¿Qué hay de lo que nosotros sentimos Anna? —Todo el enojo de su tono se ha esfumado siendo sustituido por un tono de tristeza. Camina unos cuantos pasos hasta llegar al borde de la cama y sentarse a mi lado. —Dime ¿Qué pasa con lo que nosotros sentimos? ¿Simplemente dejamos de luchar para darles lo que nos hace felices?

—Will, no me hará sentir mejor el hecho de enfrascarnos en una batalla legal por Sol —mascullo —Nosotros podemos ser padres si lo deseamos, en el momento en el que lo decidamos, ellos no —susurro —ya la han elegido, sé que probablemente no lo entiendes, pero me he puesto en su lugar, ya la ha conocido, se ha enamorado de ella tanto o quizá más de lo que nosotros lo hemos hecho, no podemos llegar a destruir esa ilusión que se ha creado.

— ¿Estás segura? —Asiento un par de veces antes de recostar mi cabeza sobre su hombro. —Dios Anna, eres increíble.

Me separo de él para mirarlo con un poco de confusión al no saber a qué se refiere.

Amor por Contrato[SAV #3]  ©Where stories live. Discover now