Veinticinco (*)

68.9K 4K 299
                                    


ANNA

El gesto relajado que Joan mantiene frente a mí solo logra irritarme un poco más. La chica a su costado, de la cual ahora mismo no consigo recordar el nombre, me observa con diversión.

—¿Te ha comido la lengua el ratón, preciosa? —inquiere. Una mueca se dibuja en mis labios.

—Para nada —respondo. Un mesero llega hasta donde nos encontramos y deja frente a mí una copa llena de algún tipo de bebida que no logro reconocer. La tomo, intentando liberar un poco de tensión en el ambiente. Con discreción, observo a mi alrededor en búsqueda de William.

¿En dónde se había metido?

Ruego porque aparezca pronto, o que ver alguna cara conocía que consiga liberarme de este momento incómodo.

—Me sorprende que hayas accedido a casarte con William —noto cierto aire de burla en su voz —¿llegaron a una especie de acuerdo para dividirse el dinero? Con la gran cantidad de la herencia, creo que cualquier mujer hubiese dicho que si ¿no lo crees Rebeca?

—Estoy de acuerdo, si William me hubiese propuesto matrimonio para poder cobrar una herencia, yo hubiese aceptado sin dudar —sonríe, consiguiendo crear una molestia mayor en mi pecho.

—Tenía mis motivos —Respondo sin mirarlo.

Joan apoya sus codos sobre el mantel blanco de la mesa y apoya su barbilla sobre sus puños.

—Mi abuelo habló conmigo sobre la cláusula —murmura —un nuevo integrante en la familia, ¿Cuándo estará con nosotros?

Mi cuerpo entero se tensa al escucharlo hablar.

—Me sorprende las cosas que las personas hacen por dinero —masculla Rebeca. —Aunque bueno, no debe de ser un problema para ti porque William es tan bueno en la cama.

Aprieto los puños sobre mi regazo, en un intento inútil de contener la tensión en mi cuerpo.

—Supongo que te dijo que pasamos mucho tiempo juntos, yo creí que tal vez un día me propondría matrimonio, pero luego empezó con su fama de picaflor, ya sabes, un chico con dinero es irresistible para las chicas —asegura con una sonrisa. —aunque confío que ahora que se ha casado, ha cambiado.

—¿No se ha involucrado con la secretaria? —inquiere Joan. —Lo hizo un par de veces, mi abuelo estaba tan furioso por eso. —añade.

—Bien, Joan ¿qué quieres con todo esto? —cuestiono con impaciencia. —Si tienes algún problema con William, ve con él. No vengas conmigo que yo no tengo absolutamente nada que ver en sus problemas familiares.

—Solo vengo a hablar contigo porque William no va a permitir que se me otorgue lo que me corresponde —responde adoptando un gesto serio. —Tu esposo hará todo lo posible para impedirlo, así que no te sorprenda si pronto le dice a su padre que será abuelo.

Tenso la mandíbula, intentando contener todas las palabrotas que quiero gritarle justo ahora.

—O tal vez ya lo hizo —señala algún punto detrás de mí, me veo en la necesidad de voltear, William está justo ahí, hablando con su padre.

—Claro que no —Respondo desafiante. Conozco lo suficiente a Will como para saber que no haría algo así sin consultarme primero. —Estás siendo ridículo.

Mi comentario parece molestarlo.

—Comportándote como un chiquillo haciendo un berrinche, si tu abuelo decidió que el mejor para dirigir la empresa era William, no queda nada más que hacer ¿no? Que nos hayamos casado por una herencia, solo demuestra lo que Will está dispuesto a hacer para cuidar el patrimonio de su familia. —aseguro. —y no dejárselo a un vividor como tú.

Amor por Contrato[SAV #3]  ©Where stories live. Discover now