Veintiuno. (*)

75.1K 4.6K 387
                                    


ANNA

Camino a paso rápido mientras me concentro en repetir mentalmente todo lo que les diría a mis padres tan pronto los tuviera enfrente. Will me había enviado un par de mensajes, diciendo que tenía todo bajo control y que no me preocupara por nada, sin embargo, había una punzada de ansiedad que no conseguía sacarme del pecho.

El sonido de mis tacones contra el suelo es lo único que escucho mientras camino hacia el interior de la casa, en cuanto llego a la sala, mis padres ya se encuentran sentados en los sillones, los padres de Liam se encuentran frente a ellos y él se encuentra parado a un costado de sus padres intercambiando palabras con su madre.

Soy consciente de la mirada reprobatoria que mi padre me dedica. La misma que lo caracteriza cuando suelo hacer algo que no tiene su aprobación.

—Al fin llegas, creí que tendríamos que esperarte todo el día —El tono filoso con el que mi padre habla solo comprueba lo enojado que está. Intento mantenerme serena, intento no acobardarme ahora que me encuentro aquí.

—No me encontraba cerca, pero ya estoy aquí —Respondo colocándome a un lado de Will quien me lanza una mirada de complicidad. Sé perfectamente que él no les teme a sus padres, que es capaz de defenderse e incluso defenderme de cualquier persona, me sentía segura a su lado. Tenerlo aquí me dotaba de un poco más de valentía para hacerle frente a las personas que se hacían llamar mis padres.

—Te entregué a mi hija porque pensé que eras un hombre que sabía tomar decisiones William — La voz de mi padre se escucha mientras se incorpora y da un par de pasos en dirección a Will.

—Y lo soy señor Harris, no tiene por qué dudar de eso —No abandona la postura relajada, y habla con tranquilidad. Como si no le importara lo que pudiese suceder de esto.

—Pues el comportamiento que ambos tomaron no me parece eso, miren que manchar el nombre de la familia al adoptar a un niño, es todo menos una decisión acertada. —Mi padre me mira, tengo la tentación de encogerme y asentir a todo lo que diga para evitarme problemas, sin embargo, en cuanto Will toma una de mis manos y le da un leve apretón hace que la valentía regrese de a poco a mi sistema, porque sé que en esta ocasión no estoy sola.

—Agradezco que la niña haya sido adoptada por otra familia, nos ahorraron la molestia de intervenir —El tono lleno de orgullo con el que mi madre pronuncia aquello hace que una ira cruda se instale en mi pecho ¿Cómo se atreve si quiera a decir algo como eso? ¿Por qué no es capaz, ni por un segundo, de ponerse en mi lugar? ¿De intentar saber cómo me siento? ¿O lo afectada que puedo estar?

—No creo que haya sido una mala decisión, papá —la mirada de mi padre se posa en mí. La dureza no lo abandona ni por un segundo. —Creo que ha sido una de las mejores decisiones que he podido tomar.

Una risa sarcástica brota de él, el enojo vuelve a llenarme el pecho, dándome la tentación de gritarle todo lo que mi mente está considerando en estos momentos. No tiene ningún derecho de burlarse de mí, está de pie en mi casa.

— ¿Tú? ¿Tomando buenas decisiones Anna? Creo que lo único que has hecho bien es casarte con William —Su tono filoso se siente como una puñalada, Sus palabras me hieren, parpadeo un par de veces para intentar ocultar lo mal que me ha sentado lo que ha dicho. Cuando intento responder, William lo hace. Su agarre se ha vuelto tenso, y a comparación de hace un par de minutos, ahora luce molesto.

—Le pediré que no vuelva a hablarle en ese tono a Anna —La firmeza con la que habla me sorprende, lo miro, siendo consciente de la forma en la que tensa la mandíbula. —no voy a permitirlo.

Amor por Contrato[SAV #3]  ©Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu