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— Es una broma ¿no? —El beta observa a su amigo casi con un tick en su ojo. 

Ahora mismo está deseando tanto que Yoongi solo este bromeando como siempre. Que le diga Just kidding con ese tontito estúpido que usa para fasridiarlo y deje de hacer que su corazón palpite de esa forma.

— Claro que no.

Yoongi quién está terminando de ponerse sus zapatos rueda los ojos por milésima vez en las última hora. Justo a las nueve de la mañana llamó a su amigo Beta para que fuera a la habitación continúa donde se encontraba, para seguido contarle de su nuevo plan.

Claro está, a pesar de haberle explicado por tanto tiempo, el beta simplemente no se lo creía.

— No entiendo. — Jackson niega con una sonrisa nerviosa y es que la idea del alfa le parecía una severa locura.

— ¿Qué es lo que no entiendes?

Yoongi se levanta de la cama y enfrenta al castaño. Con las manos en sus caderas y la mirada confundida. Literalmente le explico unas treinta veces, casi que le dibujo muñequitos para explicarle.

— Venimos aquí, a encontrar a alguien que se case contigo para que ChanMin no robe tu puesto en la empresa. Al llegar, encuentras a tu destinado y decides buscarlo de todas las formas posibles. Pero un rato después te encuentras con un omega rebelde y llama tu atención. Entonces le ayudas y él ni las gracias te da. —Jackson habla mientras camina de un lado a otro, sosteniendo su cabeza entre sus manos. — Y ahora me dices que piensas conquistarlo y olvidar a tu destinado. ¿Correcto?

— Estás en lo correcto, mi querido Jackson.

Yoongi lo observa risueño desde su lugar, la desesperación del beta le hace querer reír. No entiende el problema, bueno, lo entiende.

Pero no puede evitarlo, porque no hay forma de que olvide a Park Jimin, parece inconcebible, un delito, imposible.

El castaño por fin detiene su caminar y lo apunta con un dedo acusador.

— Estás jodidamente loco, Min Yoongi.

— Lo sé.

Yoongi suspira, pero se recuerda que es una buena decisión, lo sabe en el fondo de su corazón. 

Y su lobo que aulla entusiasmado se lo confirma.

¡Por fin haces algo bien, idiota!

Por otro lado, en alguna parte del instituto Haway, cierto Omega pelinegro siente como una corriente pasa por todo su cuerpo y hace despertar a su lobo, que gira emocionado ante el nuevo sentimiento. Jimin tiene un mal presentimiento, sabe que todo va a cambiar. 

— Oh, por un demonio, lo que me faltaba. 

Con un bufido, se tapa con las mantas y decide seguir durmiendo antes de que algo suceda. 

¡Ya viene, levántate! ¡No es hora de dormir! ¡Hay que vernos bonitos y gorditos para Alfa!

Está historia es corta (según) por eso los capítulos duran menos que yo queriendo amarme a mi misma.

(Algunas veces cuando los lobos hablan, ellos no los escuchan. Porque a veces no están en sintonía con su animal interno.)

Haway //Yoonmin//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora