Haway //Yoonmin//

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Jimin ha tenido que entrar a la bañera, con el agua tan helada como su cuerpo puede soportar. El frío cala profundo en sus huesos, pero puede suspirar cuando siente como la temperatura de su cuerpo disminuye un poco, no demasiado, pero lo suficiente para pensar el problema en el que está. 

Luego de haber botado al Alfa, ha caído en cuenta de que entro en su celo. Su maldito celo que no debería llegar, no en ese momento. Según su calendario aún faltaba tiempo, quieres pensar que no es eso, pero lo sabe.

Sabe que está jodido, porque si se ha adelantado, significa que sus lobos buscaran estar juntos de cualquier manera.

Y le jode, le molesta tener un destino que no puede evitar.

Sentirse atascado en una situación de la cual no puede salir, le hace querer gritar con rabia y llorar como nunca. Tanto tiempo escapando de esa forma de vida que odia, que no quiere para él. De los malditos alfas y ahora, ahora su lobo ruega por ir en busca de un Alfa en especial. Su alfa.

Aquel que fue hecho para él, se supone. Uno que le complementará y amará sin condiciones.

Pero... ¿Es eso así?

Para Jimin, esos son cuentos. Ese tipo de amor no luce real.

Cierra sus ojos frustrado, tratando de no olfatear el aire, pues aún en el baño, el aroma del Alfa está por todas partes.

Todo se va todavía más al carajo, cuando al salir de la bañera, en lugar de sentirse más relajado. Un líquido desciende por sus piernas y el doloroso calor le envuelve otra vez.

— Mierda. — Rápidamente toma su celular que está arriba de la taza del baño y marca el único número que su aturdida mente puede pensar.

Espera con impaciencia, escuchando el molesto tono de espera. Sabe que Taehyung puede no estar siquiera en el internado, por como es el chico seguramente se ha escapado de nuevo.

Pero es su única opción y por esta vez, tendrá que confiar en que él le ayudará.

— Hey, imbécil. — La respuesta del chico le hace rodar los ojos.

Quiere insultarlo y mandarlo al diablo. Pero declina y simplemente dice su pedido, soportando el dolor que golpea su vientre bajo.

— Necesito un supresor. Ahora.

Su lobo lo está volviendo loco, exigiendo algo que de ninguna manera piensa darle.

Alfa, Jimin, quiero a mi Alfa.

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Yoongi por otra parte, camina feliz de la vida. Ignorando a los Omegas que ponen toda su atención en él, ante el exquisito aroma que ha comenzado a desprender.

Para el Alfa todo el mundo se ha pintado de rosa y camina entre flores, el mundo podría acabar en ese momento y él no lo notaría. Claro, hasta que un fuerte dolor se acentúa en su estómago y el sudor frío comienza a correr por su cuerpo.

Un hormigueante cosquilleo que le sacude el cuerpo y una necesidad apabullante por zambullirse en ese aroma que le vuelve loco. A su mente solo llegan imágenes de su Omega.

Jimin es todo lo que puede pensar, incluso si antes ya era el único en sus pensamientos.

Entonces sabe que está en celo y debe llamar rápido a su amigo Beta o estará en problemas. Lo sabe al ver las hambrientas miradas que lo recorren entero.

Los y las omegas que instados por sus lobos, anhelan ir a ayudar el celo del Alfa.

Toma su celular con premura y llama al único número que tiene en favoritos.