Capítulo 15

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  — ¿Dónde estoy?.— Elise se encontraba en un gran campo de flores, las cuales eran de diversos colores. No entendía que hacía allí, si lo último que recordaba era haber estado herida de manera mortal, pero, no le dolía nada, no tenía ni un rasguño.

— Elise... Elise...— 

Volteó al oír su nombre, era una voz cálida, familiar... pero, no sabía el porque lo sentía así. No era una voz que ella conociera; una silueta brillante apareció frente a ella.

— Aún no es momento de que vengas aquí. Por eso, será mejor que abras tus ojos.— 

— ¿Q-qué?. ¿No es momento...?. No entiendo... ¡E-esper..!— Aquella luz desapareció y la rubia abrió los ojos. Se encontraba en su habitación, al intentar sentarse, un fuerte dolor le invadió. Tenía todo su abdomen forrado en vendas, ya sentía dolor nuevamente. Acaso, ¿estuvo al borde de irse al "otro lado"?.

Miró a su costado y ahí estaba su madre dormida, sus ojos estaban hinchados. No sabía cuanto tiempo pasó exactamente, la puerta de su cuarto se abrió, era Shannon.

Chise despertó y al ver a su hija despierta, las lágrimas volvieron a hacerse presentes, se sentía aliviada.

— ¿Cómo te sientes, Elise?.— Preguntó la médica.

— Algo adolorida, pero, fuera de eso me siento bien.— Respondió ella con una leve sonrisa.

Elías estaba en la habitación de su hijo, ayudándole a levantarse y vestirse. 

— ¿Seguro que quieres levantarte?.— 

— Si, estar acostado sólo hace que me duela peor.— 

Los ojos de Chise se notaban cansados, parecía que había pasado mucho tiempo. Shannon comenzó a revisarle, la herida había sido enorme.

— Tuviste suerte de que yo estuviera en su fiesta, por poco y pasas al otro lado. Aquella cosa destrozó parte de ti, pero, pude estabilizarte.— 

La pelirroja, cabizbaja, sólo tenía en su mente lo ocurrido con la niña que claramente vino del futuro y lo que pasó en la fiesta. Comenzó a preguntarse si su versión del futuro habría reaccionado diferente o si Elise tuvo un destino diferente.

La maga volvió a marearse, pero, este mareo vino con nauseas, por lo que decidió retirarse de la habitación. La médica se disculpó con la menor y salió detrás de la madre de esta, podría tratarse de algo relacionado al poder que explotó en ella.

— Chise, ven. Voy a revisarte.— 

— No te preocupes, sé lo que es esto...— 

La albina se confundió un poco, de todos modos se fue con ella hasta la habitación matrimonial. Terminó por recibir una noticia que la impactó.

— ¡¿Estás embarazada otra vez?!.— 

— ¡Shhhh!.— Le hizo callar. — Aún nadie lo sabe.— 

— E-entonces, ¿cómo es que tú...?.— 

— Bueno...— 

« Flashback» 

Semanas antes de la tragedia, los niños partieron al colegio en compañía de Ruth. Silky tenía que limpiar la casa, Elías tenía que enumerar los encargos. 

Chise no se había estado sintiendo bien últimamente, así que como de costumbre, lo primero que hacía era realizarse una prueba de embarazo antes de suponer otra cosa. Esto lo hacía luego de tener a su primera hija, se había vuelto algo de rutina.

Caminaba de un lado al otro esperando el resultado del test, una vez pasaron los 5 minutos, tomó aire y se dispuso a ver el resultado de este.  —N-no puede ser...—

  « Fin del flashback » 

— ¿Ni siquiera tu familiar lo sabe?.— 

— Comienzo a sospechar que si, simplemente debe esperar a que yo lo diga...— Dijo ella con algo de nerviosismo. — Silky también debo suponer que lo sabe. Es la esposa de Ruth de todos modos, seguro le habrá comentado algo.— Bajó la mirada, dejando una mano en su vientre.— Iba a ser mi otro regalo para Elise, pero, la ocasión...— 

Shannon la tranquilizó, se quedaron charlando y animándole a que debía decirlo, podría ser lo mejor que la familia podría oír luego de tan horrible momento.

Silky le había preparado la comida a ambos niños, Benjamin se encontraba como de costumbre junto a Isabelle en la sala. La niña también tenía una mirada cansada, no había podido conciliar el sueño por aquella imagen del pelirrojo escupiendo sangre que seguía rondando en su cabeza.

Cuando la Banshee fue a dejar la comida a Elise, se dio con que esta ya no estaba en su cuarto, por lo que rápidamente fue a informar al padre de esta.

— ¿Salió en ese estado?. Esta niña ni aún estado al borde de la muerte comprende...— Suspiró y se cruzó de brazos.—...Supongo que lo sacó de su madre.— 

Elise se encontraba bajo un árbol cercano, contemplando las hojas bailar con el viento, pensando en lo que había pasado. 

— ¿Crees que deberías estar aquí?.— Una voz masculina, pero, ya conocida la hizo volver a la tierra.

— Jayden. ¿Qué haces aquí?.— 

— Eso es lo que yo quiero saber. En tu estado, deberías estar en cama.— 

Ella sólo sonrió y volvió la vista hacía arriba, él se sentó a su lado. 

— ¿Sabes?. Yo quería bailar contigo esa noche, sé que tienes dos pies izquierdos, pero, iba a ser divertido.— Dijo ella en un tono de burla, provocando que el azabache frunciera el ceño, ¿realmente hablaba de algo así luego de lo que había pasado?. Esa chica era demasiado rara.

Él sólo miró a un costado, suspiró pesadamente y metió su mano en el bolsillo de su chamarra. Elise ignoraba por completo esto, hasta que le oyó decir su nombre, volteó y sus ojos se abrieron de la sorpresa.

Jayden tenía en su mano una pequeña caja de terciopelo color rojo. — El regalo que te dieron mis padres, puedes considerarlo sólo de parte de ellos. Yo decidí hacer algo diferente.— 

La rubia tomó la cajita y al abrirla, quedó fascinada. Un broche dorado con sus iniciales en este, las cuales se veían porque estaban formadas con pequeñas piedras del color de sus ojos.               

Realmente no lo creía, él relataba que le costó encontrar los materiales, ya que eran piedras auténticas. Las había hallado en una cueva abandonada donde había sido enviado a buscar material para su padre. 

Antes de que pudiera continuar con su relato, recibió un abrazo por parte de Elise, quien ya había apoyado su mejilla en el pecho de este. No sabía como reaccionar ante ello. Habían sido amigos de toda la vida, al parecer la tragedia sólo los unió más y no sólo a ellos. En la casa, la pequeña de ojos color rosa y el pelirrojo que siempre habían sido unidos, ahora lo eran más, por el temor a separarse.

Pero, ¿por cuánto tiempo estarían de esa manera antes que otra tragedia volviera a hacer presencia?. Lo peor aún no pasa y pronto lo descubrirán.

Una nueva vida, una nueva historia... Nuevos problemas...On viuen les histories. Descobreix ara