Capítulo 29

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La batalla había comenzado, ¿a qué se refería el Marqués con eso de que Elise le ocultaba algo a sus padres?.

Mientras tanto ella, que había vuelto a abrir sus ojos en toda aquella obscuridad. — Tengo que buscar la manera de salir y ayudarlos... no perderé a mi familia.— 

Chika le acarició el cabello y sonrió.— Eres una gran maga, además de ser hija de Chise y Elías, sabes como salir. Sólo debes darte cuenta.— 

En ese instante, una gran luz apareció frente a ella y algo cayó en sus manos, su báculo. Era ahora o nunca, debía utilizar "eso" a toda costa.

Amon se encontraba frente a Titania.

— Creí que despreciabas a quienes adoraban al manda más de allá arriba.— 

— Es verdad, me desagradan. Sin embargo, tampoco me agradan las basuras como tú que buscan manchar mis ríos y dañar a mis preciados hijos.— La mirada de la reina había cambiado, se podía ver el odio y la rabia en esta. Raíces crecieron pero, estas eran diferentes... más grandes, rodeadas de espinas, como si el poder de Elías se hubiera unido a ellas, no era así. 

Isabelle dio un paso en falso y casi es arrastrada por algo que salió de la tierra, tratando de llevársela. Una bala acompañada del enorme puño de Spriggan lo impidieron, el azabache tomó a la niña entre sus brazos.

— ¿Dónde está Benjamin?.— Volteó y vio al niño ayudándose con su bastón. El cual clavó en la tierra mientras él recitaba en palabras que no cualquiera humano entendería. 

  — ¡Isabelle, ve con tu madre!.— Exclamó Spriggan abriéndole el paso a donde sus padres estaban.

Antes de hacerlo corrió hasta el niño. — Vamos juntos...— 

El pelirrojo volteó y tomó su bastón. — Vamos.— Y ambos recorrieron el camino que se les abrió en medio para llegar donde la Banshee y el Black Grimm.

El centinela tomó otro camino dejando al azabache solo, y este terminó siendo sorprendido por un ataque que llegó por su costado derecho, tumbándolo y haciendo que impactara contra el suelo. — Tsk. No debí bajar la guardia...—

  — Jayden.— 

Abrió sus ojos del asombro por oír su nombre, era la voz de Elise. Miró a todos lados. 

— ¿D-dónde estás?.— 

— Estoy dentro de la bestia. Tengo poco tiempo y sólo puedo comunicarme con una persona, así que iré al grano, escucha con atención.— 

Su voz era firme y serena, él jamás la había oído así.

— Te escucho...— 

— Encontré la forma de salir. Pero, tendré que usar demasiado poder además del que me prestaran aquí...— Claramente el muchacho no entendió lo último.— lo explicaré todo una vez este afuera, por eso, no te sorprendas si esta cosa estalla. Necesito que me atrapes al salir, porque podría salir despedida por el impacto, ¿podrás hacerlo?.— 

Este sonrió y miró hacía donde aquella cosa estaba, porque sabía quien estaba dentro. — ¡Si, te esperaré!.— 

Elise sonrió de manera leve con un ligero sonrojo en sus mejillas. — Gracias. —

La comunicación se cortó, era hora de utilizar aquél As bajo la manga. 

— ¿Estás lista?.— Preguntó la abuela de esta.

— Como nunca, ¿ustedes?.— La verdad no sabía como era que iban a ayudarle realmente.

Estos se miraron y asintieron. — Lo estamos. Sólo hazlo.— 

Una nueva vida, una nueva historia... Nuevos problemas...Where stories live. Discover now