Una nueva vida, una nueva historia... Nuevos problemas...

Capítulo 20

Ese mismo día, luego de volver del colegio. Tanto Benjamin como Isabelle estaban fuera del establecimiento esperando a Elise. Para sorpresa de ambos, esta se estaba despidiendo de Jayden, algo que la verdad ya no les agradaba mucho.

Al llegar a la casa, y luego de dejar sus mochilas en sus respectivos cuartos, se cambiaron de ropa y finalmente bajaron a cenar.

— ¿Cómo que no irás al baile de la primavera?.— Preguntó Chise.

— Esas cosas son aburridas...—

  — Pero, te gustan las fiestas. ¿Por qué no le hablas a Jayden y vas con él?.— Chise no se daba cuenta o prefería ignorar el aura negativa que Elías estaba desprendiendo por su comentario.

— Jayden ya tiene novia, por eso no lo he tenido en cuenta tampoco.— 

Esa noticia dejó helados a los miembros de la casa, sólo a los mayores.

— ¡¿J-jayden tiene novia?!.— Exclamó Chise, plantando sus manos sobre la mesa haciendo que esta tiemble.

— ¡¿Alguien se fijó en ese mocoso?!.— 

Todos en forma chibi posaron su mirada en Elías, no sabían como reaccionar ante su pregunta. Chise negó rápidamente y volvió la vista a su hija.

  — S-si... Jayden tiene novia y es Amber, la nueva chica.— Respondió Elise con su típica sonrisa.

Isabelle terminó golpeando la mesa, llamando la atención de todos los miembros de la casa. — ¡Eres una tonta, Elise!.— Y salió corriendo, era raro que hubiera dejado comida, pero, realmente no podía aceptar lo que estaba pasando.

Benjamin salió detrás de ella sin decir nada, ya que él pensaba igual. Elise se quedó en su lugar, totalmente confundida, no entendía el porque Isabelle había reaccionado así.

Ruth suspiró, pero antes que se levantara Silky le detuvo. Era mejor que no se metiera, luego ella iría con su hija. Decidieron terminar de cenar, aunque el ambiente había cambiado por lo ocurrido.

Mientras tanto en la habitación de la pequeña rubia...

— No lo entiendo, ¿cómo puede estar tan tranquila?. ¿Acaso no siente nada raro cuando está cerca de esa chica?.— 

— Sabes que mi hermana, es demasiado distraída y Jayden también...—  

— No lo digo sólo por eso, sino porque... siento algo extraño en esa tal Amber.— 

Elías se retiró a su estudio, Ruth se quedó a ayudar a Silky en la cocina, Elise fue a hacer sus deberes y Chise decidió ir al cuarto donde se encontraban los pequeños de la casa. Golpeó la puerta y fue recibida por Isabelle.

— ¿Puedo pasar?.— 

— C-claro...— Le cedió el paso y le hizo espacio en la cama lanzando su mochila, incluyendo a Benjamin. El niño sólo se le quedó viendo con el entrecejo fruncido.

— ¿Qué pasó en la mesa?. Ninguno comió nada.— 

Los niños se miraron, podía pasar un pequeño mosquito frente a Chise y ella lograría captarlo, sabían que no podían ocultarle nada. Benjamin suspiró y comenzó a relatar a su madre lo que ocurría, esta sólo se dispuso a oír el motivo de su reacción. 

La pelirroja acarició el cabello de ambos. — Yo sé que ustedes siempre quisieron que Elise y Jayden estén juntos, pero, se ve que entre ellos sólo hay amistad. Aunque él lo niegue.— Rió un poco al decir esto último porque era cierto.

Mientras tanto. Elise, se encontraba dormida sobre sus libros y esto no hizo más que darle otro pequeños vistazo a un posible futuro...  un futuro sombrío. 

Elise se encontraba aparentemente en su salón de clases, pero estaba sola. Se levantó y salió del lugar totalmente extrañada, no había ni un alma en el colegio, era raro.

Al bajar se topó con Jayden, este le estaba dando la espalda. — Jayden, que alivio.—

Esta corrió en dirección a él, el azabache volteó y dijo... — No quiero que te me vuelvas a acercar.— Ella no podía creer lo que oía, Jayden jamás le diría algo así... Comenzó a correr nuevamente, pero, este se iba alejando. 

  — ¡Jayden, espera!.— No podía alcanzarlo, las lágrimas brotaban de sus ojos color hierva. — Regresa... ¡Jayden!.— 

— Él es mío...— 

Esto último le hizo despertar y caer de donde estaba sentada. No sólo era en su sueño, en realidad estaba llorando; tocó sus mejillas y sentía las lágrimas recorrer estas. Chise entró tras oír el impacto contra el suelo.

— Elise, ¿estás bien?. ¿Qué te pasó?.— 

Ella sólo le miraba sin dejar de llorar, sentía que no había sido un sueño. Sólo abrazó a su madre, la cual volteó al ver a su esposo entrar.

Al día siguiente todo parecía estar normal. Llegando a la puerta del colegio, la rubia mayor se topa con su amigo de la infancia y las ganas de llorar volvieron a invadir su ser, sin embargo, este desapareció cuando el chico le saludó.

  — ¿Estás bien?. Estás algo pálida...— 

Elise negó y sonrió de manera leve, antes de que ingresaran llegó la pareja del muchacho.

— Buenos días, cariño. Buenos días, Elise.— 

— Buenos días, Amber.— Los tres subieron las escaleras ya que sus salones se encontraban en el piso superior. La azabache sacó unos boletos para ir a un parque nuevo que había en la ciudad y dijo de entrada que no aceptaría un "No" como respuesta. — En ese caso, nos veremos allí.— La rubia se veía emocionada, pero algo deprimida. Su amigo lo notó y la chica nueva, aunque fingía no hacerlo, claramente.

Se despidieron y cada adolescente fue a su salón. Cabe mencionar que el colegio ya tenía varios adornos en son de que aquél baile de acercaba; Jayden tomó asiento y suspiró pesadamente.

— ¿Qué ocurre?.— Preguntó Amber.

— Noté a Elise algo decaída. La conozco desde que éramos pequeños, sé cuando algo le pasa.— Respondió él.

La muchacha sólo posó su mano en el hombro de él. — Todo estará bien, seguramente sólo está teniendo un mal día.— 

Él asintió y un nuevo mareo hizo presencia, pero esta vez, su vista se nubló un poco. No entendía el motivo, de repente parpadeó y miró a sus costados. — ¿Q-qué pasó?.— 

— Nada, cielo. Te sentías mal en el pasillo, así que decidí traerte al salón.— Esta le abrazó y acarició su cabello mientras sonreía. 

La mentira tiene patas cortas, pero, estas tenían extensiones y unas capaces de pisotear hasta destrozar.