Capítulo: 51

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La bebé murió Bella...

La bebé murió...

Mi bebé murió.

No.

Negué con la cabeza repetidas veces tratando de salir de ésta horrible pesadilla. Eso no podía ser cierto. Mi bebé estaba viva, en alguna incubadora, pero viva.

—No, no, no. Eso no es cierto, mi bebé está bien...- mamá negó con la cabeza y trató de sostenerme—. Ella está bien, llévame a los cuneros y te lo voy a demostrar, sé que ella está viva y que estás mintiendo o es una pesadilla... sí, de seguro es una pesadilla... dime que es un mal sueño... dímelo. ¡Dímelo!- grité lo último al ver cómo ella se descompuso frente a mí.

—Hija... debes entender... el parto se adelantó... Edward explicó que discutieron mucho y que estabas alterada... y Massimo dice que él y Leah te encontraron sangrando fuera del baño... - negué con la cabeza. Eso no era verdad. Yo no...

NO

—No mami... No puede ser verdad, Amy está viva y esto es una pesadilla... - ella me abrazó y no pude evitar soltar todo lo que tenía dentro de mí. No...

Sentía que me desgarraba, esto dolía tanto... Mi bebé, el bebé que tanto había soñado e idealizado, el bebé que planifiqué desde pequeña... Mi beba.

Mi Amy...

—Mamá... No... - lloré contra su hombro con mucha más fuerza.

—Estoy contigo, mi amor - la abracé, pero no encontré consuelo en sus brazos. Me temía que no encontraría sosiego en nadie.

—Esto es mi culpa... es mi culpa - le hice saber. Yo tenía toda la culpa.

—No, no tienes la culpa. Fue... - negué con la cabeza.

—Sí es mi culpa... No la cuidé. No me aparté de él a tiempo y dejé que todo esto me afectara... - Me miró confusa.

Yo no había sido buena madre. Puse a Edward por encima de mi bebé y él me pagó lastimandome. Lo di todo por un hombre que no lo valoró y mi hija pagó el precio.

Había sido tan estúpida.

—Bella... Yo voy a estar contigo... te lo juro. No te voy a dejar sola. Tu padre tampoco - aseguró. Negué con la cabeza.

—Quiero ver a mi bebé - pedí. La miré a los ojos y repetí: -. Quiero ver a mi bebé, por favor - ella negó.

— No creo que sea buena idea - me hizo saber su opinión, pero muy poco me importaba. Yo quería saber cómo era, saber si estaba bien abrigada y no tenía frío...

—Necesito verla... Por favor - ella asintió después de pensarlo muy bien y se puso de pie. Besó mi mejilla y salió de la habitación.

Cuando la puerta se cerró detrás de ella, rompí a llorar. Halé mi cabello y grité a la vez qué pataleaba en la cama. No me importaba el dolor en mi vientre por lo que supuse fue una cesárea, ni mucho menos el riesgo que podría correr si de abrían los puntos. Me valía mierda todo.

Ya no quería nada. No tenía nada.

Me sentía tan vacía. Todos mis sueños y anhelos se fueron a la basura. Perdí a mi bebé, a mi angelito. A mi motivación para hacer todo. Toda mi vida estaba basada en ella. Mis estudios, mi carrera... Todo.

Mi mayor sueño desde pequeña había sido ser madre y sabía que para poder serlo, necesitaba una estabilidad que sólo me la podría brindar tener una buena base profesional y un trabajo muy bien remunerado. Me moví para lograrlo y cuando estuve lista me lancé a ello, pero él tenía que aparecer y arruinarlo todo. Arruinar mi vida por completo, alejándome de mis metas y mis sueños.

Cubrí mi rostro con ambas manos y traté de calmarme.

—Isabella... - negué con la cabeza. No lo había sentido entrar. No quería escucharlo ni verlo. No, no, no. Hacerlo sólo me recordaría lo estúpida que había sido por enamorarme de él y ponerlo por encima de todo y todos.

—Vete... - pedí.

—Mi amor, yo... Lo siento...- sentí su cercanía y me alejé cuando me tocó.

—No... No me toques y vete - pedí otra vez. No lo soportaría.

Me ignoró y alejó las manos de mi rostro para que lo mirara. Lo alejé a manotazos, pero él luchó contra mi.

—¡Vete! ¡Aléjate de mi! ¡Ya debes estar feliz! ¡Nunca la quisiste, nunca!- sollocé. Odiaba lo que me estaba pasando. No podía conmigo misma.

Lo odiaba a él.

—¡Bella! -gritó cuando lo empujé y él trastabilló. No me interesaba como a él tampoco le interesó conmigo.

—Me quitaste todo... primero mi capacidad de elegir, después mi libertad, mi seguridad, mi tranquilidad y paz, mi amor propio... Mi hija y mis ganas de vivir - lo miré fijamente a los ojos. Vi el terror apoderarse de su mirada cuando le dije esto último. Negó con la cabeza.

—Bella... No te pongas así, podemos superarlo. Yo te amo... te amo demasiado... - negué con la cabeza.

—Por culpa de ese amor que dices tenerme, perdí a mi razón para vivir, perdí a mi bebé. No sabes cómo me arrepiento de haberme casado contigo de haber entrado a trabajar a tu empresa... - sollocé sin poder contenerme—. Te puse a ti por encima de ella... Mi vida ya no tiene sentido, ya no... me quiero morir - me abracé a mí misma y le iba a gritar que se largara, cuando la televisión se encendió de repente.

Era Victoria...

—Bella, mi más sentido pésame- la muy perra se veía tan falsa. —, ... te dije que no ibas a quedar completamente cuerda... ¿Te lo dije o no te lo dije? También te dije que yo sería la única que tendría a los hijos de Eddie ¿Te lo dije o no te lo dije? - sonrió—. Yo sé por lo que estás pasando y créeme cuando te digo que comparto tu dolor... sé lo que es perder a un hijo, pero a diferencia de ti, mis bebés eran amados por su padre... ¡Ups! Creo que no debí decir eso ¿o sí Eddie? - las lágrimas de frustración e impotencia me llevaron al límite.

—Ya basta, Victoria... No más - pidió Edward afectado.

—Bueno... No me puedo llevar todo el asunto... aunque si lo pienso bien, gracias a mí, esa perra llegó a su casa y les hizo la vida de cuadritos, pero no te preocupes, Bella... ya me hice cargo de ella. La muy zorra quería con mí Edward y me recordaba tanto a esa Kate, que no lo pude evitar. Tenía que morir... viéndolo por el lado amable, va a ir con su perrito, es una perra al fin y al cabo ¿No? - se rió. Su rostro decayó—. ¡Pensé que eso te haría felíz, Isabella! - se quejó. Negué con la cabeza. Estaba muy loca.

—¿Sabes qué? - le pregunté y ella negó —. Quédate con él. Ya no lo quiero... Los quiero a ambos fuera de mi vida, en éste mismo instante...

Gracias por leerme. Aquí va el primer capítulo del MARATÓN. Nos leemos más tarde. Si gustan pueden pasarse por un Fanfic de Harry Potter que subí ayer. Espero les guste también. Lo pueden encontrar en mi perfil.

Serie Inocente # 0: Obsesionado con tu InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora