Capítulo: 55

3.9K 212 6
                                    

El rostro de Edward se convirtió en una máscara de furia. Le mantuve la mirada porque de otra manera podría tomarse como indecisión o duda. No había ninguna de las dos en mí.

Me sentía furiosa con su actitud y no quería seguir con un hombre que buscaba castigarme cada vez que me equivocaba.

¿Qué pasaba cuando él cometía un error? ¿Tenía yo que perdonarle todas sus sandeces? No, creo que no.

Pasar por toda esta situación me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que no siempre se puede tener todo. No se puede tener todo, pero sí la mayoría y mi sueño siempre había sido ser madre. Lo he logrado y voy a aferrarme a el y a disfrutarlo. Disfrutar de mis etapas con los bebés.

Todo como lo había planeado desde el principio.

—No... ni en tus sueños pienses que te vas a deshacer de mí. Tú eres mía. He hecho todo lo que está en mis manos para que seas mías...

—También hiciste todo para que ya no quiera serlo. Me tenías a mí, por completo. Te amo, te amé, pero para ti no era suficiente - negué con la cabeza y sentí las lágrimas rodar por mis mejillas.

—¿Por qué no ves que me hiciste daño? - preguntó dolido. Negué con la cabeza.

—Hasta te pedí perdón, pero no, no fue suficiente. Tuviste que humillarme enfrente de esa mujer... dejar que ella hiciera lo que le daba la gana. Pasaste por encima de mí. Bien dicen que el convivir por largo tiempo con personas, hace que se te peguen mañas... - me miró como evaluando mis palabras.

—Habla claro... ¿a qué te refieres con eso? - preguntó. Se acercó a mi y se acercó mucho.

Lo miré a los ojos.

—¿Qué te hacía Victoria cada vez que tu cometías un error? Te golpeaba, te abusaba, aportaba... al final, te humillaba. Buscaba lastimarte... al igual que lo haces tú conmigo. - sus ojos se abrieron como platos y retrocedió —. A mi no me golpeas, pero tus malos tratos y tus ofensas, lastiman más que un golpe - sus ojos se anegaron de lágrimas.

Bajó la mirada a y se me partió el corazón verlo llorar tan destrozado.

—Yo te amo... estuve contigo, allí, apoyándote con todo lo de Victoria. Por más que cuando todo empezó estaba yo a ciegas. Yo puedo apoyarte con todo eso de librarte de Victoria, pero no puedo cuando tú insistes en lastimarme. No digo que sea una santa, me equivoqué y lo acepto. Te pido perdón por no hablar contigo sobre lo que pasó, pero no voy a tolerar que sigas tratándome así. Ya no más - él me miró con tristeza y se acercó a mí.

Se arrodilló a mi altura y me abrazó.

Estar en sus brazos, fue todo lo que necesité para soltar a llorar.

—No... No me había dado cuenta... mi amor, mí amor, por favor, perdóname - cerré los ojos con fuerza y le devolví el abrazo. Acaricié su cabello y él lloró en mi hombro.

—Ahora no pienso en mi vida sentimental, Edward. Siento esa parte bloqueada, ahora, sólo necesito velar por mis hijos y agradecería mucho tu apoyo - él asintió y se alejó de mí un poco. Nos miramos fijamente a los ojos y acaricié su cabello.

—Lo vas a tener, mi amor, pero por lo que más quieras, no me dejes... No puedo estar sin ti... además los niños no pueden estar fuera de aquí... yo... - acaricié sus mejillas y besé una de ellas. Lo miré a los ojos y sonreí. Amaba a éste hombre, sin embargo, me sentía incapaz de tratar ese tema, ahora. No me sentía lista.

—Está bien. Sé que por ahora los niños no pueden salir de aquí, pero el tiempo que estemos aquí, necesito mi espacio, privacidad y paz - le pedí. Él asintió con la cabeza repetidas veces, asintiendo.

Serie Inocente # 0: Obsesionado con tu InocenciaWhere stories live. Discover now