Capítulo: 54

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Miré fijamente a Edward y negué con la cabeza. Eso no podía ser cierto. No, no, no.

Yo había enterrado a Amanda.

Mi hija había muerto, yo la había visto, vi su cuerpo helado en una fría mesa metálica de una morgue.

No.

Esto debía ser un mal sueño.

¡Sí! Yo iba a despertar en cualquier momento y... y... ¿Y qué?

Sin poderlo evitar, sollocé. No...

-No... Esto no es cierto... ¿Qué tipo de broma o sueño es esto? - pregunté cuando Anthony me abrazó.

-No es una broma o sueño... - aseguró apartándose un poco y viendo fijamente mis ojos.

-Isabella... querida... ven - me llamó Esme, acercándose a nosotros y tomando mi mano.

-¿Por qué hay bebés aquí? - le pregunté sin poder creerme que fueran míos.

-Es mejor que salgamos y... - empezó a hablar Carlisle.

-No. Yo quiero que me expliquen qué está pasando aquí - exigí. Los miré fijamente a todos y sobre todo a Edward.

-Isabella... yo hablé con Laurent y mi tío Massimo para que llegado el parto pudiéramos sacar a Amy con todo el hermetismo posible. Hubo que sobornar, sí, pero logramos sacar a Amanda - explicó Edward. Cuando mencionó el nombre de la pequeña, sonrió mirándola.

-¿Pero... pero... y él y la bebé que enterramos? - pregunté mirando el bulto azul que abrazaba Carlisle.

- Isabella... - Me habló Massimo. Lo miré fijamente y me acerqué más a ellos-. No sé si sabes, pero yo soy médico. Junto con Edward lo planeamos todo. No creímos que fuera a suceder tan rápido, pero ahora puedo entender, en parte, algunas cosas - asentí. Él se acercó a mí y tomó mis manos entre las suyas-. A veces sucede, que uno de los bebés oculta a otro y eso fue lo que pasó en tu caso... Amy siempre cubría a Ian en las ecografías y nunca nos dimos cuenta. Estos embarazos múltiples no llegan siempre a los nueve meses exactos, a veces se adelantan y me imagino que con todo lo que sucedía, eso fue lo que te pasó. Fue una sorpresa para nosotros, estando en quirófano, ver que eran dos bebés. Fue mucho más trabajo, mucho más cuidado - mi cuerpo empezó a temblar y me sentí mareada. Me tambaleé un poco e inmediatamente, Anthony estuvo a mi lado.

—¡Oh por Dios!- gemí angustiada. Esto era mucha información.

—Ven... siéntate - instó Esme. Vi a Edward dejar a Amy en la incubadora nuevamente y ésta empezó a quejarse. Escuchar su molestia, llenó mi corazón de felicidad. Cubrí mi rostro con ambas manos y sollocé. Había sido tanto la angustia, el dolor, el miedo.

—Anthony por favor pellizca mi brazo para saber que no es un sueño-  pedí sacando ambas manos de mi rostro. Él sonrió y me pellizcó. Sonreí al darme cuenta de que era real. No era un sueño.

Tenía dos hijos y uno de ellos era varón como siempre quise.

—¡Caramba! - exclamé. Esto era demasiado —. ¿Y el otro bebé? ¿La bebé que enterramos? - pregunté mirándolos a todos.

Desviaron la mirada.

—Bueno... eso fue algo que no nos esperamos que pidieras, pero en el hospital, una mujer si sufrió por la muerte de su hijo al nacer. Fue una casualidad que se parecieran... como te explicó mi tío, todo estaba planeado para dentro de unos meses - asentí a la explicación de Edward y me sentí mal por esa madre. Por unos días experimenté la desolación que se siente al saber un hijo muerto y no se lo deseo a nadie más. Ni a mi peor enemigo.

Serie Inocente # 0: Obsesionado con tu InocenciaWhere stories live. Discover now