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-No puedo creer que hayas aceptado esto. -alego Catelyn Stark.
Ned bajo la cabeza y suspiro, para después volverse a encontrar con los ojos de su esposa.
-¿Qué esperabas que hiciera? -le cuestionó- Sabes de lo que es capaz el príncipe Oberyn, nunca es bueno ofender a los Martell.
-¡No vas a obligar a mi hijo a casarse con Lena Martell!. Te lo advierto, Ned.
La puerta de la habitación se abrió de golpe para dejar pasar a Robb Stark. Sus manos sudaban y apenas podía controlar su respiración. Quién sabe cuánto habrá corrido para llegar ahí.
-Padre, es necesario que hable contigo.
-Robb, hablaremos más tarde, ahora debo...
-No, es importante. -insistió
Ned finalmente accedió ante la insistencia de su hijo.
-Dime
-Quiero casarme con Lena..
Las palabras de Robb atravesaron el pecho de Catelyn. Nunca espero que eso pasara, al menos había tratado de evitarlo. La pequeña Martell no era lo que quería para su hijo mayor, y no porque no fuera una buena mujer, porque lo era. Por todos los dioses, era más que buena. Debía admitir que nunca había conocido a otra con sus cualidades. Pero era una dorniense, y tenía ideas que ella nunca había aceptado. Ella había pensado en llegar a unir a su hijo a Margaery Tyrell o alguien más. Y ahora...
Ned por otro lado, a pesar de que le alegro no tener que obligar a su hijo, estaba preocupado. En una época donde los matrimonios por amor no tenían lugar, y las uniones sólo se acordaban por alianzas, por ejércitos, por reinos, ellos estaban destinados al fracaso. Pero sin hacerlo a propósito, una alianza con los Martell sería muy conveniente para el futuro.
🔸☀🔸
Bran soltó la flecha y la misma fue a parar a otra dirección. El pequeño suspiro frustrado.
-Concéntrate. -le dijo Jon- nuestro padre y tu madre están viendo.
Bran volteo con inseguridad. Tenía miedo de que sus padres creyeran que ni siquiera valía la pena perder tanto tiempo en él. Lena le sonrió dandole confianza, Bran le regreso la sonrisa y se puso en posición nuevamente.
Preparó el arco, apuntó, y disparó...otra vez a otra dirección. Robb, Jon y Rickon estallaron en risas.
-¿Y quién de ustedes era bueno cuando tenía diez? -les regaño, pero a la misma vez bromeó con sus hijos- Sigue practicando, Bran. -lo animó.
Volvió a repetir la misma acción, y cuando la flecha está vez dió en el blanco todos quedaron sorprendidos. Pero fue Arya la que había dado al blanco, muy atrás de dónde los chicos se encontraban, causando una gran impresión en ellos. Hizo una elegante reverencia ante su logro. Sus hermanos rieron y Bran, molesto, se hecho a correr a perseguir a su hermana.
-Ven, Rickon. Hay que juntar las flechas de nuevo. -le dijo Robb caminando a un lado de su hermano menor.
-Deberías practicar con nosotros. -dijo Jon, quién ya tenía una buena amistad con la princesa.
-No creo que le agrade a Lady Catelyn. Quiere mantenerme tan lejos de Robb como pueda, por eso practico sola con tu padre.
Snow la miró con compresión. Nadie mejor que él sabía lo que se sentía que no le quieran cerca, en especial cuando era también Catelyn la que lo hacía a un lado por ser el bastardo de su esposo.
-Bueno, he estado toda mi vida aquí y el sentimiento siempre es el mismo. Te acostumbraras. Y si no lo haces, tienes a un rechazado aquí. -se señalo a si mismo- Tal vez sea más llevadero.
-Los rechazados de Catelyn. -agrego con gracia..
-Ned, no lo hagas ver esas cosas. Es sólo un niño. -Escucho decir a Catelyn con un aire de súplica.
-No será un niño por siempre. -le respondió Ned, y escucho sus pasos alejarse.
