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La batalla era intensa, tal como pudieron esperarse. La muerte de Rickon causó tal conmoción que les había impedido razonar, echando el plan inicial por la borda. Ramsay observaba todo desde su caballo, lo bastante apartado para no arriesgarse.
Las habilidades de Robb respaldaban cada anécdota que se contaba sobre él en la guerra. Era un magnífico guerrero, más aún cuando la ira aún invadía su cuerpo. A pesar de eso, Allister cuidaba su espalda, porque esta vez cumpliría con su palabra y estaría con su rey hasta el final.
Jon divisó a Lord Umber entre la multitud, y dispuesto a acabar con él empuñó su espada y caminó en su dirección, dando inicio a un fuerte enfrentamiento. Ramsay sonrió victorioso al dar la batalla por ganada cuando su ejército acorraló al de los Stark. Debieron hacer caso cuando les advirtió que su ejército era aún más grande que el de ellos. O eso creía, hasta que las pisadas de los caballos le mostraron lo contrario. Casi treinta mil soldados comandados por Royce y Sansa a su lado, se acercaban a toda velocidad con espadas en mano, y fue cuestión de tiempo para que masacraran al ejército Bolton. Tal como lo había planeado en joven lobo.
La sonrisa de Ramsay se esfumo y al verse derrotado regresó a Winterfell a toda prisa con los pocos que quedaban en su guardia. Robb y Jon intercambiaron miradas y sólo eso bastó para que fueran detrás de él, mientras que Jaime, Oberyn y Quentyn seguían combatiendo codo a codo.
Wun Wun, el gigante, golpeaba la puerta con toda la intención de derribarla. Finalmente cayó. Y el gigante se abrió paso usando su cuerpo como escudo, cubriendo a los guerreros de las flechas que lanzaban los hombres de Bolton. El gigante cayó de rodillas y los salvajes entraron atacando a todo soldado que tuvieran enfrente. Cuando el resto del ejército llegó, los soldados que quedaban dejaron caer sus armas, rindiéndose. Uno de los mayores sacrificios que se vivieron ese día fue el de Wun Wun, que cubierto de heridas y flechas atravesando todo su cuerpo, sólo una en el ojo bastó para matarlo.
— Sugeriste un combate de hombre a hombre, ¿no es cierto? —dijo Ramsay, con arco y flecha en mano— Lo he reconsiderado y me parece una maravillosa idea.
Jon arrojó su espada y tomó con rapidez un escudo que se encontraba en el suelo.
— ¡Ve por ella! —le ordenó a su hermano. Robb apenas dió unos pasos, pues quería asegurarse de que su hermano no necesitará ayuda cuando Bolton soltó la primera flecha— ¡Rápido!
Subió los escalones tan rápido como sus pies se lo permitieron con Grey Wind a su lado. Sansa le había indicado a detalle en dónde la mantenían así que para alguien que conocía el castillo como la palma de su mano no le fue difícil encontrarla.
