Capítulo 26

10.2K 746 71
                                    

🔸☀️🔸

26 | EL NORTE RECUERDA

La luz de las velas creaba un ambiente acogedor

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La luz de las velas creaba un ambiente acogedor. Los dedos de Robb recorrían su espalda desnuda al mismo tiempo que dibujaba trazos sin rumbo fijo por su piel. Lena soltó una risa y escondió su rostro entre las almohadas. Robb ante esto, sonrió pícaramente y rodeó su cintura con sus brazos, atrayéndola más a él.

Ella lo miró. Sus ojos se veían cansados y a punto de cerrarse, pero aún así mostraban un brillo que jamás habían tenido. Supo que el sol estaba por salir, lo que significaba que era demasiado tarde como para que ambos siguieran despiertos, pero dormir era lo que menos querían.

— Es tarde. —su voz se escuchó tan suave como las sábanas que los cubrían.— Deberías dormir un poco, enfrentaremos a todos en un rato.

Robb negó sin quitar la sonrisa en ningún momento, y es que no podía dejar de sonreír.

— Mi hermosa esposa. —murmuró en su oído.

Lena sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al sentir el aliento cálido del joven. Se removió entre las sábanas y recargo su mentón sobre el pecho de su esposo. Ambos se miraban con adoración, mientras que él acariciaba sus brazos y espalda, y ella jugaba con sus rizos despeinados.

— Te debo una disculpa, esta no es la boda que te había prometido.

Ella negó.

— Fue perfecta. —murmuró, y después la inquietud la invadió— ¿Qué haremos ahora?

No hubo necesidad de explicar el motivo de esa pregunta,

— No lo sé. No lo había pensado. —claro que no lo sabía. La idea de casarse había surgido de un intento porque ella se quedará.
Por supuesto que la amaba, y estaba seguro de que ella era la única mujer con la que quería compartir su vida, pero no considero su deber. Había fallado a su palabra ante Lord Frey y debía encontrar una solución rápido.

Su respuesta no la hizo sentir mejor, a juzgar por su expresión, ya se sentía demasiado culpable y a la vez como un problema.

— Sabes que tu madre va a matarme, ¿cierto?

— Te preocupas por mi madre, cuando yo tengo a dos príncipes dornienses tras mi cabeza.

Su fina boca se transformó en una mueca y él pudo sentir como su delicado cuerpo se tensaba. Entonces tomó su rostro y la obligó a mirarlo.

1 | HIELO & FUEGO ♕ GOTWhere stories live. Discover now