Capítulo 14: Bella desconocida.

54.8K 4.1K 356
                                    

EVE

Parecía una estatua, una hermosa estatua en un cementerio, plantado delante de mí y mirándome con una extraña mirada que no quería descifrar. ¿Y si le he dado demasiada información? ¿Y si su cabeza no era capaz de asimilarlo todo de golpe?

Mi cuerpo se quedó totalmente petrificado como el suyo, mi mente viajaba al pasado, comprobando mentalmente cada penosa palabra que había salido de mi boca.

Tendría que haber esperado a Steeve, era un autentico pesado pero tenía mucha más labia que yo, él hubiese sido capaz de decírselo sin provocarle un estado de coma cerebral.

¡OH DIOS! ¿Pero qué es lo que he hecho? He fastidiado el futuro de la humanidad, ¿Quién deja algo tan importante en manos de una novata luchadora? ¿Por qué Ralph tuvo que confiar tanto en mí? Debería haber venido el mismo inmediatamente, debería estar aquí, ayudándome y guiándome para no cometer esta clase de errores.

Pero Will seguía sin mostrar señales de vida, su cuerpo no parecía ni siquiera estar vivo, su pecho apenas se levantaba para indicarme que respiraba.

“Es Agua, Eve. Tendrías que habérselo dicho en el mar, ahí se hubiese recuperado antes – pensé mientras me daba un golpe mental en la cabeza por estúpida”

Le cogí de la mano, esperaba que un estímulo como el contacto le consiguiera sacara de su estado de piedra viviente. Pero él parecía mirar por dentro de mí, sus ojos apuntaban a mi cabeza pero dudaba mucho que me estuviera mirando.

Le daría todo el tiempo que él necesitase, estaba dispuesta a esperar a que anocheciera si hacía falta.

Y por fin, pasado un grandísimo y largo tiempo que no sería capaz de calcular, sus ojos cobraron vida de nuevo, su mirada parecía volver a la vida y ahora sí daba la sensación de que me miraba.

- ¿Puedo comprobar algo? – su voz detectaba nerviosismo.

- Por supuesto, lo que quieras Will. – puso una cara extraña cuando mencione su nombre.

KAI/WILL

Una vez mi madre me contó una historia acerca de un viaje a Hawái, como un brujo pronostico mi nacimiento y como sugirió a mi madre el que me llamara Kai.

Una vez ella me contó que fui un milagro, que ni siquiera me andaban buscando y que sin ninguna explicación, llegué al mundo.

Recuerdo como una vez pensé que ella estaba loca por creer una palabra de ese “brujo”, como pensaba que lo más razonable era que algún método anticonceptivo fallara y por eso llegué a este mundo.

Pero ¿y si no? ¿y si estaba destinado a nacer justo en ese momento y justo en esta familia? Siempre he soñado con salir de aquí y siempre, en lo más profundo de mí ser, supe que lo conseguiría.

Y esta chica, está completa bella desconocida, me daba mi billete de primera clase para largarme de aquí. Con una sola frase me había ofrecido acción, aventuras, amor, amistad,… solo con decir: “¿Te das cuenta de lo que digo, Will? Eres un elemento. Y si no me equivoco, eres el elemento del agua”

Agua, algo que siempre he amado, algo que me ha traído la felicidad en muchos aspectos y donde acudo cuando necesito activarme o relajarme. Pero el agua solo me hace volver a esa historia, esa historia donde un brujo le indicó a una mujer que tendría un hijo y que debía llamarlo Kai, porque ese era el nombre hawaiano de “EL MAR”

Y ahora yo era ese mar, según esta bella desconocida, yo era todo un elemento, podría tener el poder del mar absoluto. Y por alguna razón, eso me excitaba a la vez que me deprimía.

Saga Elementos III: AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora