Capítulo 18: Errores y mentiras del pasado.

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RALPH

Hoy había descubierto cual razón llevaban los padres de Eve ante esta pareja. Eran tal para cual y ese era su mayor problema. Los dos tenían exactamente el mismo carácter y eso, si no encontrabas un equilibrio, era imposible de llevar.

Pero ellos si tenían ese equilibrio, para ellos era el amor. Eso podía unir cualquier cosa y a cualquier persona, incluido a ellos. Por eso le había dado el libro a Eve, debía de saber que era lo que le pasaba para que dejara de luchar contra ello. Además, iba a necesitar un hombro en el que apoyarse después de esta noche.

No quería hacerlo. Por primera vez en mucho tiempo  sentía miedo, solo que era un miedo muy diferente al que había sentido alguna vez. Mis miedos siempre han sido por mi seguridad o por la seguridad de la gente a la que quiero, esta vez mi miedo era por el rechazo que iba a sentir Eve hacia mí cuando le contara toda la verdad.

Pero tanto ella como William debían saber la verdad de su pasado, debían conocer bien la historia para entender todo lo que ha pasado en su mundo, es la única manera de que dejen mirar hacia atrás.

Pero, ¿y si Eve no quiere volver a saber de mí? Ella ha sido como mi hija, es más, dado que no tengo hijos, ella es mi hija. La quiero y la he cuidado como tal y el mero hecho de pensar en perderla, me revuelve las tripas.

“Vamos Ralph, has pasado cosas peores – me dije para darme ánimos”

Tras la colaboración de Sussan, había conseguido el teléfono de William.

Para: William; Eve

Mensaje: “En las ruinas del castillo en media hora. Necesito hablar con los dos. Ralph

ENVIAR

Ya está, no hay vuelta atrás. Ahora toca sufrir con los errores y las mentiras del pasado. Es hora de que los secretos salgan a la luz y de que por fin, Eve sepa la verdad de la muerte de sus padres.

KAI/WILL

Después del pequeño encuentro entre Ralph y Steeve en la playa y de que Eve se largara sin decir nada, volví a mi casa a intentar recuperarme de lo del mareo y a intentar centrarme sobre mis sentimientos acerca de Eve.

Sabía sin duda que me gustaba, eso estaba claro. Pero había algo más, algo que era tan intenso, que mareaba a la vez que te hacía desear más y más. Mi estomago volvía a tener esa sensación de vacío que solo desaparece cuando está ella cerca.

¿Y si estoy…? No, no puedo estarlo, yo no era de esos. Pero estaba claro que lo que sentía por ella no era simplemente un encaprichamiento, ni siquiera era algo sexual, aunque no estaría mal. No, lo que sentía por ella era poderoso y puro, algo que nunca había sentido y que nunca creí capaz de sentir.

“Venga, reconócelo Kai – me dije a mí mismo”

- Estoy enamorado de Eve. – dije en voz alta para ver si sonaba tan ridículo como en mi cabeza.

Pero no sonó nada ridículo, es más, sonaba bien. Yo enamorado de una chica como Eve, si lo pensaba a fondo, era justo lo que necesitaba. Ella me sacaba de quicio, pero a la vez no veía el momento de volver a verla. Su beso no solo fue perfecto, sino que supe en el momento en que sus labios rozaron los míos, que no quería besar a nadie más en mi vida.

En parte era eso lo que me había pedido mi madre en el sueño, que siguiera a mi corazón y ella era mi corazón. Debía seguirla a cualquier lado.

Al final tomé una decisión, necesitaba verla a solas, hablar bien con ella y explicarle las cosas de una manera razonable y de adultos. Me di una corta ducha y cogí las llaves de la moto para ir en su busca.

Saga Elementos III: AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora