Vincent Pezzementi, capitán del equipo de lacrosse, dos años seguidos, y gay orgullosamente.
O eso piensan todos. Lo que nadie sabe es que en realidad Vincent no es realmente gay.
Pero cuando Katrina la presidenta estudiantil exige que bese a algu...
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POV Brody
"¿Brody?" Vincent preguntó, con sorpresa evidente en su voz.
¿Qué? ¿No esperaba que estuviera aquí?
Le dije que estaría aquí temprano, se lo dije. Debería haberlo recordado. Debería haberse asegurado de que no estaba afuera de la puerta, escuchando su conversación, pero el hecho era que yo estaba aquí y había escuchado todo. Cada parte, sin perder ni una sola palabra.
No sabía si estaba enojado con él por tratar de ocultarme esto o si estaba agradecido por tratar de ocultarlo. Desearía poder simplemente entender todo eso.
Tenían razón acerca de una cosa, me culpaba yo mismo, y no sé cómo esperan que no lo haga. Puse a Carson en el hospital, no físicamente, sino solo por mi presencia en esta escuela y mi presencia en todo. Todo fue mi culpa.
Todo fue por mi culpa.
Incluso tuve un efecto en Vincent también; podría perder una beca por lo que dijeron esos tipos, pero yo ya había arruinado a una buena persona y no podía hacerle eso a otra.
"Vincent" respondí. No sabía qué más decir. Todavía estaba sorprendido; Ojalá me hubiera quedado en la cama esta mañana y me hubiera ido con Hannah, pero quería ver cómo estaban Vincent y Carson.
Dios, debería haberme quedado en casa. Habría dolido menos que esto.
"Brod--"
"¡Lo siento!" Solté. No sé por qué lo dije, pero honestamente sentí la necesidad de disculparme, incluso si sabía que era lo último que querían escuchar de mí.
Ojalá pudiera enfadarme con Vincent por tratar de guardar esto para sí mismo, pero no podía obligarme a hacerlo. Después de todo, solo me estaba cuidando, asegurándose de que no me lastimaran. Quería besarlo, sabiendo que estaba tratando de hacer eso.
Pero aún habría sido más fácil que estar parado aquí, todo torpemente. Si estuviera enojado con él, podría alejarme de ellos y nunca mirar hacia atrás, pero ese no era el caso. No estaba enojado. Triste, tal vez, pero enojo no era lo que estaba sintiendo.
"No tienes nada por lo que lamentarte" fue Carson quien habló esta vez. Estaba equivocado, tenía tanto de lo que arrepentirme. Tanto.
Estaba en la cama de un hospital por haber gritado, podría haber arruinado su carrera de lacrosse y su pierna.
Oh dios, su pierna.
"Lo siento" dije de nuevo. No quería volver a decir esas palabras, pero dejaron mi boca sin permiso. "Lo siento mucho."
"Deja de disculparte, esto no fue tu culpa! Todo estaba en esos malditos novatos. Ahora, si me disculpas, tengo algunas narices por romper, algunos organos por derramar y algunos gritos de dolor por escuchar" proclamó Vincent.
