Vincent Pezzementi, capitán del equipo de lacrosse, dos años seguidos, y gay orgullosamente.
O eso piensan todos. Lo que nadie sabe es que en realidad Vincent no es realmente gay.
Pero cuando Katrina la presidenta estudiantil exige que bese a algu...
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"Las hice salir de la casa por unas horas" respondió.
Levanté una ceja, "¿Cómo?"
Él dejó de sonreír y comenzó a parecer poco nervioso. "Le prometí a Megan que ... ah, haría algunas cosas ..."
le corté, "Hiciste un trato con el diablo. Déjame adivinar, tú le prometiste que le contarías nuestra intimidad, ¿Para que? Para que pudiéramos hacer lo nuestro sin ser interrumpidos."
El mejor novio de todos
"Lo último, no puede ser tan malo. Bueno, tal vez puede ser, pero nos compró unas horas. Solos. En mi habitación. Y oh, mira, hay una cama justa allí, y todavía estás encendido. ¿Ah? " Preguntó, entretenido.
Mi bebé está poniendose más audaz, me encanta. Cuando lo conocí, era muy tímido y reservado, pero ahora ... lo amaba así.
Hacía mucho calor.
Me levanté del suelo y me abrí camino hacia su cama, haciendo una pose erótica mientras lo hacía.
Él se levantó y se pavoneó camino a mi cama. "No voy a mostrarte nada hasta que prometas que nunca harás esto con alguien mas".
"Nunca", dije, un poco demasiado ansioso. Gosh, sonaba tan desesperado en este momento.
Solo quería que estuviese sobre mí, preferiblemente con su traje de cumpleaños y sacarme las cosas buenas. Que puedo decir, soy un perro en calor cuando se trata de Brody. Además, realmente no puedo culparme por mi súbita cachondez, no he pasado el tiempo real con él por un tiempo ya, así que discúlpame por querer a mi novio para tener un "tiempo de calidad".
"Bien, bien", murmuró, viniendo hacia mí lentamente.
¡Mierda finalmente!
Lo jalé por el cuello del suéter cuando estaba lo suficientemente cerca y choque mis labios sobre los suyos. Soltó un grito de sorpresa, pero rápidamente se transformó en sonidos agradables y excitantes.
Se acostó encima de mí mientras nos besábamos apasionadamente durante unos minutos y cuando mis pulmones necesitaban tan desesperadamente aire, me aparté, descansando mi frente contra la suya. Lo miré a los ojos, solo hasta que respirará correctamente otra vez.
"¿Estás seguro de que se han ido?" Yo pregunté.
"Positivo", respondió.
"Bien", dije con una sonrisa. Lo volteé, por lo que estaba debajo de mí y comencé a besarlo con rudeza. Oh, cómo extrañaba sus labios apretados contra los míos, y nuestros cuerpos se cubrían entre si. Definitivamente se siente bien.
Enredó sus dedos en mi pelo y tiró un poco, como a mí me gustaba.
Pego nuestras caderas, y se sintio jodidamente bien.
