Capítulo 8.

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Los pecados carnales eran los más aburridos para mi.

Todos los humanos o la mayoria los cometia siempre, se sentían atraídos hacia otros. Eso era normal pero engañar a su pareja para fornicar con otra, eso era pecado según lo escrito en los diez mandamientos de Moisés.

Los castigos para los que cometían ese pecado eran simples, pasar la eternidad fornicando con lo que se le presentara, un palo, un perro, un humano, un demonio, un...bueno ustedes entienden.

¡Así que para aquellos que les gusta fornicar o como muchos lo conocen coger o follar! Les dire que su castigo no será placentero, porque aquí en el Inframundo todos mis castigos, son hechos para que nadie los disfrute.

††††

Muy dificilmente esto era agradable para mi, pero para quien no, en esta vida todo era una total mierda.

En mi existencia me había propuesto a no sentir nada por ninguna criatura, nada en resumen me referia (a no amar). Un claro ejemplo del desamor era Jung Hoseok un ángel caído al igual que yo, se había enamorado y entregado su corazón a un víl humano que lo único que queria era utilizarlo para cometer grandes pecados para Dios. O eso contaba la leyenda. Lo supuse cuando lo vi parado frente al páramo que conecta al Inframundo.

A diferencia de mi a él le habían arrebatado las alas, todos los ángeles teniamos el cabello rubio oro, pero a él le había cambiado ese color tan carácteristico de un ángel, su color de cabello era blanco cenizo, sus ojos se volvieron negros intensos al igual que los mios, su aureola se transformo en dos cuernos muy puntudos que despilfarraban sangre y vaya que eso era extraño.

Algo que nunca he hecho es preguntarle a mi ahora mejor amigo ¿por qué lo hizó?, ¿Qué tenia ese humano?, ¿Por qué aun estando en el Inframundo, sonríe?.

Pero dejando eso de lado, porque ya después ustedes sabrán la historia de Hoseok. Pero por el momento sólo contare pequeños detalles de él.

Uno: Es muy inteligente.

Dos: es mi unico amigo (como ya había dicho).

Tres: sus poderes son los suguientes: manipular mentes humanas, manipular el agua así como la tierra, aparecer cosas de la nada (bueno eso yo tambien lo puedo hacer), devolver a la vida a cualquier criatura por un corto periodo de tiempo pero solo en casos especiales, engañar a cualquiera (eso es un poder aunque no lo crean, no todos podemos hacer eso...me refiero a ustedes porque yo si puedo), su arma mortifera es una pistola revólver colt dragón, color negro ébano a la cual núnca se le acaban las balas eso es super genial y económico ¡las balas son muy caras! Y también tiene una guadaña o bien se le llama Oz, y por último este es el que más me gusta tiene una habilidad para hecer unos fideos ¡uff! Para chuparse los dedos.

Cuatro: su peor enemigo, su nemesis es Kim Taehyung. Eso lo sabrán después.

cinco: al igual que yo odia las injusticias, a los pecadores es por eso que es mi mano derecha en el Inframundo.

Seis y ultimo: aunque parezca alguien responsable tiene un lado muy inmaduro he infantil, le gusta bailar y es muy bueno en eso, su color favorito es el verde, su apodo en el cielo era esperanza ¡ja,ja,ja! Ahora lo llamo Hobi para hacerlo enojar. ¡Oh! Y eso es algo que no se debe hacer enojarlo ese es un grave error ni yo lo he hecho, solamente lo ha hecho Kim Taehyung más conocido como "V" el Dios de la locura.

A lo que quiero llegar con todo esto es a lo siguiente, yo había pasado mucho tiempo en tierra de mortales y eso era malo para el Inframundo aunque no quería tenia que volver, pero ahora necesitaba dejar solo a Shimrin. Y eso me ponía nervioso el chiquillo era muy torpe he inocente.

Y como buen amo que se supone que soy, no lo puedo dejar solo así que llame a Hoseok.

—¡No! —grito aquel chico de cabello blanquesino— ¡No me haré cargo de ese niño!.

—¡Aish! Solo será por una semana. Nada malo va a pasar.

—¿Si nada malo va a pasar por qué no lo dejas solo entonces? —¡ups! Ahí estaba su maldito genio.

—Mira Hoseok el niño es muy importante para mi, te estoy pidiendo esto como un favor de amigos.

Me miro con mala cara y después volteó a ver a Shimrin quien se encondia detras de mi— ¿Es tú pareja o algo así?.

Mis mejillas se pusieron rojas y sentí como Shimrin me abrazaba fuertemente, y por como desprendió su aroma estaba avergonzado— Eso no te interesa, solo cuidalo hasta que regrese.

—Si claro como sea, una semana nada más. —me miro aún molesto— pero si llora o hace algun berrinche no lo tolerare. —subió las escaleras hasta perderse en alguna habitación.

—Yoo-Yoongi —volteé a verlo— No quiero quedarme solo.

—Todo estará bien regresare en una semana Hoseok se quedará contigo hasta entonces, es por tu seguridad.

—Pero...es solo que —tome sus mejillas entre mis manos— mi ce... —antes de que terminará Hoseok apareció.

—Min, debes ir ahora mismo al Inframundo, todo se salió de control.

—Esta bien enseguida iré —deje un casto beso en los labios de mi ya no sirviente— lo siento Shimrin debo irme ahora, te prometo volver lo más pronto posible.

—¡Yoo-Yoongi! —tapo su rostro con sus pequeñas manos para que no lo viera llorar— Regresa rápido, no quiero estar so-solo.

—Lo haré —volteé hacia Hoseok— cuidalo bien, que no salga del bosque hay de tí si miro algun solo rasguño en mi niño —y sin más desaparecí, dando una gran calada a su aroma regrese al Inframundo a poner orden.

[•••]

Tres días en mi gran hogar y todo estaba de la mierda, mi lado humano estaba como loco al igual que mi lado demonio pedían a gritos regresar a tierra de mortales, una fuerte opresión en mi pecho y una gran exitación en mi entrepierna se hacian mucho más dificiles de controlar.

El problema era que no podía hacerlo hasta poner en total órden todo aquí, había estado tanto tiempo fuera que se me había acumulado trabajo, Hoseok hizo gran parte de él pero tambien yo debía hacer mi parte.

El sexto día era todo un caos para mi, grandes espasmos de orgasmos que no llegaban, ganas de matar a quien se me acercará, el Inframundo había regresado a la normalidad.

Faltaba poco para el séptimo día así que decidí marcharme a ver a mi precioso Shimrin.

Tan solo pise la puerta de la gran mansión mis fosas nasales fueron atacadas por el aroma a galletas.

Entré y me encontré a Hoseok a punto de una crisis de nervios— ¡Por fin apareces!.

—¿Qué pasa? —el aroma de Shimrin me estaba quitando mi poca cordura.

—Desde que te fuiste a estado llorando y llamandote yo creo que... —se escondio detras del sofá— esta en su celo.

—Su celo eso es imposible...—y como flashback recorde su comportamiento semanas antes— ¡oh mierda!.

—Yo ya me voy —salió detrás del sofá—, suerte.

Hoseok desapareció, mi respiración era entrecortada, subí las escaleras hasta la habitación que compartiamos, de a poco abri la puerta— ¿Shimrin...?.

—Yo-Yoongi ¡mgh! —¡carajo! ese gemido me lo confirmo mi niño había entrado en su celo.

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Re-Editando.
One.

LUCIFERUM © |YoonMin| #1Where stories live. Discover now