LUCIFERUM © |YoonMin| #1

Capítulo 12.

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Transylvania.

Año actual: 1456.

Mi nombre es Kim NamJoon.

Bueno sere breve, soy un ser mágico.

Los humanos con poca inteligencia, me llaman por el nombre de Brujo. Nombre más mierda ese.

Técnicamente soy el segundo ser mitológico más poderoso en la oscuridad y sobre los humanos, el nombre correcto para mi habilidad es Aquelarre Fenix Maestro de las Artes Oscuras.

Les contare mi historia.

¿Hotel? Trivago.
Acompañenme.

††††

No hay mucho que contar sobre mi, no recuerdo como fue mi nacimiento, tampoco si alguna vez tuve padres, lo único que recuerdo de mi infancia es estar  rodeado de total oscuridad, en la cima de una colina viendo a la luna llena inundar todo el planeta.

Supe al instante que ella me había dado la vida, fuí la primera criatura en pisar este planeta, que de a poco se fue llenando de más seres poderosos, por lo tanto yo era el más antiguo.
Servia a mi Diosa la Luna, a ella le rendía cuentas, por lo general solo daba vida y después la destruía, aunque si tenía su descendencia entre nosotros, los Vampiros, eran pocos y por lo que sabía tenia siete hijos y el menor era el único varon.

Mi trabajo era simple vigilar a cada criatura era como un verdugo, decidía quien vivia y quien moría. El tiempo transcurria lento, simpre me encontraba sentado en mi trono observando desde un portal dimensional a todas las criaturas, sosteniendo firmemente mi espada de Titanio hechizada con poderes místicos y magia oscura en ella.
Todo como de costumbre aburrido hasta que escuche el llamado de mi ama.

“Salva, protege, ama a mi pequeño SeokJin, ese es mi deseo, observo desde aqui que haz estado aburrido. Pues te dare esta razón para ya no estarlo te entrego a mi hijo menor para que sea tu pareja predestinada, lo he creado para tí Aquelarre Fenix”.

Hubiesen visto mi sonrisa, había esperado mucho tiempo para que mi ama me diese una pareja, estuve más que complacido, mi cuerpo se transformo en un Ave Fenix y salí en busca de mi amado, y ahí lo vi tan indefenso, suplicando ayuda, sentí mi sangre hervir de celos, furia y odio, desenvaine mi espada y corte a la mitad a esa asquerosa criatura que se atrevio a tocar lo que por derecho me pertenece.

Mi amado Kim SeokJin, mi príncipe, mi todo, el niño de ojos esmeralda que robo mi aliento, era mi nueva razón de seguir firme, mi niño de cabello rosa caramelo. Era todo lo que mi vacia existencia necesitaba, a los ocho años de ser pareja de Jin me dió el mejor regalo de todos a mi loquillo hijo Taehyung, mi niño timido de cabellos coloridos, no me hacia falta nada. Mi familia era perfecta.

Por un tiempo no mentire que hubo dificultades, justo cuando Taehyung evolucionó sus poderes, fue un caos total por todo el planeta. Mi Diosa me había ordenado asesinar a mi propio hijo y fue la primera vez que me negué a su orden, con una simple condición sellar los poderes de mi hijo por toda la eternidad, ahora Taehyung esta estable pero sere sincero no se cuanto tiempo sera así.

Hace mil millones de años apareció un nuevo Dios que invadió nuestro planeta hasta mi Diosa le temia, su ejército de ángeles eran muy fuertes incluso más que yo. Lo unico que pude hacer fue proteger a los mios.
Nadie se atrevia a desafiar al tal Dios, ni mi Diosa, ni yo y mucho menos otra criatura, pero quien iba a decir que uno de sus propios angeles lo haría, desafiando su creación y poderes, claro tuvo su castigo, vivir entre la oscuridad al lado de nosotros. El mismisimo Lucifer, sabía de nuestra existencia, pero nunca le importó o eso pense hasta hace poco cuando casi destruye el planeta por su irá  aunque ahora no lo culpo, hubiese hecho lo mismo si alguien asesinara o le hiciera daño a mi familia.

Mi apariencia personal es muy humana si se podría decir. Mi piel es color canela, mis cabellos pues son grisaseos o a veces verdosos, mis ojos son café oscuros, y tengo lindos hoyuelos como suele decir Jinnie.

Mis poderes son un tanto similares a los de Yoongi, uso la magia oscura a mi favor, soy el unico capaz de manipularla a la perfección, el ocultismo es mi especialidad, mi cuerpo toma la forma de una ave con alas en llamas, uso una espada de Titanio hecha a la medida que contiene un filo muy fuerte que puede cortar a la mitad el planeta entero, puedo ver a travez de las personas, sus miedos, sueños y mentiras. Aunque no sé si se le puede llamar poder o habilidad segun mi bebé Jin, es que tengo una habilidad para quebrar o destruir todo lo que toco, incluso en burla de mi llamándome Dios de la Destrucción, se que es sarcásmo pero lo considerare un alago.

Bueno pues no se que más decir, ahora soy padre de tres niños, dos de ellos llegaron de una manera muy rara, intento hacer que Taehyung cumpla con sus obligaciones como mi hijo, pero es un caso perdido no puedo con él, se la pasa jugando con Yeontan y Chanyeol y peleando con Jimin, aunque no tanto es más de solo platicar y contarse secretos el uno al otro. Le he pedido a mi Diosa que le de una pareja a mis hijos pero ella se rehúsa no se el motivo pero lo que si estoy seguro es que esta planeando algo.

Por el momento no me preocupare, porque se que lo que ella más teme, es ver que Yoongi esta unido a uno de nosotros, pero lo dire sin rodeos prefiero morir antes de que ella toque a mis hijos o a alguien de mi familia, por algo soy el líder.
Jin, Yoongi, Hoseok, Taehyung, Jimin y Chanyeol son mi familia y los protegeré por toda la eternidad aunque a veces sean una bola de pendejos.

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—Papi, oye papi Namie.

—¿Mgh? Dime Jiminie.

—Dice papi Jin ¿que si ya tienes listo lo que te pidio que hicieras? —se sento al lado de NamJoon.

—Aún no lo he terminado pero dile que pronto estara listo.

—Esta bien y otra cosa, me das permiso de ír con Yoongi al bosque —penso en si terminar la frase o esconderse detras del mueble— Luciferum...

—¡¿Qué?! De ninguna manera, no iras ahí la ultima vez que tú y Yoongi fueron a ese lugar  destruyeron la mitad de ese bosque intentando capturar un hadá así que no.

—¡Pero papi! —sus ojitos se estaban llenando de lagrimas de cocodrilo— Esta vez si la atraparemos.

Miró por un momento a su hijo de ahora dieciseis años— Vuelve temprano.

—¡Gracias, gracias, gracias! Papi te lo prometo vendre temprano —dejó un pequeño beso en la mejilla de su padre y salió corriendo.

—Estos niños de ahora —siguió con su labor crear un arma para Chanyeol, lo que diferenciaba a los Kim de otros linajes era que todos llevaban consigo un arma hecha por él. No cambiaria nada de su vida, amaba a su familia que cada vez se hacia más grande.

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Re-Editando.
One.