LUCIFERUM © |YoonMin| #1

Especial 3. La Muerte y Una Marioneta Viviente.

Los juguetes toman vida.

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Suelo pensar que el mundo me odia, que me ha maldecido, que estoy condenado a vivir de una manera diferente, suelo pensar en que aquel que una vez llame mi Dios me odia, que odia lo que hice. Pero hay veces en las que no pienso de esa manera. Los humanos son imperfectos y eso me agrada, a veces recuerdo a aquel hermoso niño que ame, él vivió poco a comparación de mi, el murió amando a un ángel, ahora soy un demonio que se lleva a la gente al inframundo. Yoongi a estado mucho tiempo diciendo que está bien que haya tomado riendas de mi destino, sigo dudando en si fue buena idea. El inframundo ha estado muy callado últimamente, Taemin a quedado a cargo por un tiempo, él lo hará bien. Yoongi está con su familia y yo estoy alejado de Transilvania por un tiempo, quiero despejar mi mente de ese lugar que tanto recuerdos me trae. Hace dos meses que Taehyung me regaló algo.

Aún sigo viendo su caja, no sé si estoy tomando una buena desición pero que más da, sigo leyendo las instrucciones que Jocker me dio, me parece gracioso que se las haya puesto, hace dos semanas que abrí la caja pero no me atrevo a tocarlo o a hablarle— No lo saques cuando esté la luna llena o perderá el color. —esa es la primera regla— dale de comer tres veces al día, sino lo haces perderá energía. —incluso se alimenta.— No le grites o se pondrá a llorar. —¿Por qué le gritaria?— Dale mimos o se sentirá triste, recuerda que tiene sentimientos. —sonrio ante eso—  No te asustes cuando pida más que mimos, incluso puede sentir placer. —me sonroje por eso, sigo sin entender por qué sigo sonrojandome— Si pide que le bañes o que le vistas puedes negarte, no lo consientas mucho a menos que tú quieras. —volteo a ver la caja, nuestras miradas se conectan y eso me desconserta— Debes decirle que eres su amo o sino nunca obedecerá tus órdenes. —¿Amo?— No debes dejar que salga solo, y si lo hace debes enseñarle a no hablar con extraños —concuerdo con esa regla— si quieres que se duerma solo dile “Topipu” no preguntes por qué es una frase bonita y por eso la escogí. —rode los ojos, era obvio— Cantale de vez en cuando y así sus poderes se mantendran estables, siempre y cuando tú quieras. —no canto frente a nadie, eso será incómodo— la última regla no existe. —¿Qué?— susurrale eso al oído para que se encienda. —ya entendí. Sigo sin creer que estoy a punto de hacer esto. Bien al carajo todo lo común, me acerque un poco más hasta donde estaba eso, abrí más la caja para verlo, era grande, él me vio sin entender nada, evite verlo y solo estire mi mano para que la tomara. Y lo hizo, sus manos son tibias como las de un “ser vivo”. De a poco lo jale para que saliera del todo, no hablo así que solo lo guíe hasta el sofá— siéntate. —le ordené, escuché como el sofá se hundía, solo ahí me atreví a verlo mejor, tenía la cabeza ladeada a un lado, sus piernas juntitas al igual que sus manos, parecía curioso. Taehyung dijo que le susurra algo para que pudiese hablar y moverse. De a poco me acerque a  él hasta quedar justo en su oído, tome una bocanada de aire antes de decirlo— La última regla no existe. —pasaron solo unos segundos cuando escuché un suspiro, solo ahí me aleje viendolo fijamente sin perderme nada. Balanceo su cabeza de un lado a otro, sacuadio sus manos para después estirar sus brazos frente a mi. Quedé perplejo cuando lo vi hacer un puchero.

—Papi quiero un abrazo. —retrocedi asustado, me acaba de llamar ¿Papi? No sabía que decir, solo lo vi estirar más sus brazos frente a mi— papi abrazo. —recorde la otra regla, debía decirle quien era.

—Mi nombre es Jung Hoseok y soy tu amo. Debes obedecerme. —al instante asintió levantándose rápidamente, hizo una reverencia para después verme.

—Hola amo. ¿Me permitiría llamarle papi? —trage en seco, sin saber que decir. Asentí aún confuso, vi como aplaudió como niño pequeño, estaba a punto de acercarse más a mi, a punto de abrazarme pero lo detuve.