LUCIFERUM © |YoonMin| #1

Capitulo 31.

A ver expliquenme algo ¿Si Jesús estuvo cuarenta días y cuarenta noches en el desierto rezando, como fue posible que no se muriera? Necesitaba agua al menos para sobrevivir. Expliquenme otra cosa ¿Por qué carajos yo lo “seduje” para que callera en la tentación?.
No se les pasó por la cabeza qué tal vez solo quería ayudarlo recuerdo lo que le dije al Yisus en esa ocasión.

Flasback.
—¿Oye Yisus?.

—¿Qué es lo que quiere Rey de los Demonios?.

—Mira chato, te vas a morir si no comes algo.

—No moriré, Mi Padre me da fuerzas.

—¡Ajá! Como digas te dejo un poquito de agua y pan ahí, si quieres te los comes.

Fin del Flasback.

¡¿A caso eso era seducir?! Qué yo sepa se le dice “Tener un corazón noble” ya no voy a ayudar a nadie.

††††

—¡Lay! —grito alguien molesto— ¡Lay! ¡¿Dónde estás?! —aquel mencionado se escondía entre los arbustos, no estaba de humor para escuchar los sermones de su padre Alfa. Chanyeol había visto a su hermano mayor oculto entre los arbustos en su forma de lobo, no dijo nada he hizo de la vista gorda. Su hermano mayor era su todo, su héroe y siempre lo protegería ya que el al ser más pequeño no le molestaba decir que su hermano Omega era un Lobo muy valiente que siempre lo defendía de los demás niños que lo molestaban, aún sabiendo que su padre lo castigaría por no comportarse con el Omega “sumiso” que debía ser. Lay observó cómo su padre se alejaba rendido al no poder encontrarlo.

—¿Chanyeol? —llamo a su hermano menor.

—Sí, hermanito —respondio haciendo una linda sonrisita.

—Ire un rato al arroyo no le digas a papá. Si pregunta por mí dile que no me has visto.

—Entendido.

—Te traeré algo lo prometo. —Lay era un joven Omega de diecinueve años de edad, era el segundo hijo del Rey Shijul, o como todos lo conocían el Líder de la manada WolfDog. Sus cabellos eran de un color grisáceo y a la vez negruzco que combinaban con sus hermosos ojos azulados, su físico era como el de cualquier Omega, con curvas delgadas que atraía a cualquiera, que por muy mala suerte había atraído al menos indicado un Alfa diez años mayor que él, mano derecha de su padre, Jackson ese Alfa amargado que siempre veía rondar por la mansión Park. El chico había llamado la atención de uno de los Alfas más respetables de la manada pero vamos, Lay era todo lo contrario a un Omega risueño, mal hablado, grosero con todos aquellos que lo intentaban doblegar, se había ganado una mala fama entre los Alfas y eso lo enorgullecía, pocos había intentado usar su voz de Mando con él y por alguna rara razón Park Lay era inmune a esa voz a excepción de la de su padre a él si le temía. El día en que fue presentado como Omega su padre lo había comprometido con Jackson, el peligris había insultado y maldecido a los cuatro vientos a su padre frente a toda la manada, negándose a unirse a un tipo como Jackson. Shijul había enfurecido en demasía, pero se la dejo pasar ya que era solo un joven. Y así pasaron tres años desde ese compromiso que Lay se negaba a aceptar, era por esa razón que solía escabullirse al arroyo que dividía la frontera entre lobos y otros oscuros, siempre soñaba con cruzar y ver que había más haya de aquel basto bosque. Sus ojos reflejaban esperanza.

—¿Hola? —pronuncio una voz que lo saco de sus pensamientos. Lay levanto su mirada encontrándose con un chico mayor que él, sus ojos eran rojos carmesí y ahí supo que estaba frente a un vampiro y retrocedió asustado— Tranquilo no te haré daño.