Capítulo 8: Inicio del Juego

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***Duke***

Todos están poniendo resistencia. Es un movimiento estúpido, sin duda alguna.

Me parece espeluznante la mirada que Zorika les pone encima mientras intentan escapar. Es como si le entretuviera el sufrimiento, como si reflexionara en silencio, con los ojos abiertos, absorbiendo la información.

—Creo que trabajaremos bien en equipo. —Me le acerco con la propuesta. Ella no aparta la mirada e los modelos, ni su tétrica media sonrisa.

—¿Ah, sí? —Me ve. Inspira una profunda intimidación, no sé en qué diablos piensa—. Ya quiero que empecemos.

—Pobre Alice, huh —dirijo a Hildur, quien está llorando. Ella no me da la cara y se aleja.

•—Empezar Música—•

Tricia está pensativa, sin pensar nada. Joel se acerca a ella y aspira cerca de su cabello.

—Hmmm... nada como una chica gótica, una representante... —dice de manera pervertida.

Ella se aleja de él lentamente, sin verle a los ojos. Dorothy corta su camino, parándose frente a Tricia de manera amenazante.

—Me encanta lo que hiciste con tu modelo. Puedo ver que aparte de la dentadura le modificaste la dieta. Sé que casi nadie notó ese pequeño detalle, pero si yo fuera una jueza de este desfile, te daría puntos de gracia por el gesto. —La vieja sonríe.

Tricia la ignora y camina a los alrededores. Quedan algunos guardaespaldas cerca, además de algunos modelos en el suelo, inconscientes. Les están llevando uno por uno dentro de la mansión.

Zorika interrumpe el caminado de Tricia, se para junto a ella, deteniéndola bruscamente.

—¿Por qué no respondes? ¿Tienes miedo? —pregunta a centímetros de su cara. Tricia no aparta la mirada del suelo.

—No dejo que las palabras fluyan. Los hechos demostrarán todo lo que las palabras no han hecho... y recomiendo que ustedes tampoco se dejen llevar por las apariencias. —Ella levanta la mirada—. Sé que nos llevaremos una que otra sorpresa, todos los que estamos aquí... y sí; me incluyo.

Brandon la ve ante tal respuesta. Luego regresa su mirada hacia el jardín, sin comentar nada.

—Es cierto. Mejor no decir nada —comenta Daisy—. Yo me he sorprendido incluso antes de que esto del juego sucediera, si soy honesta.

—Tú... eres la chica del centro comercial... —Recuerdo perfectamente.

—Soy yo, sí. La vida trae circunstancias un tanto extrañas, ¿cierto? —sonríe.

—Interesantes son las circunstancias en las que nos encontraremos... —responde Zorika—. Espero que estés lista, princesita.

—¿Qué le hiciste a la diabla? —pregunta Joel a Theo—. Ha quedado perfecta, y con ese cuerpo tan exquisito ha sido buena elección esto de no dejar tanto a la imaginación.

—Me sorprende que lo menciones. Para mí, la unicornia ha quedado espectacular... sin embargo, puedo apreciar que no sabes nada de cirugías. Estás jugando con fuego. ¿Por qué hacer algo tan extremo? —consulta el viejo elegante.

—Soy fanático de muchas cosas, pero sobre todo, de la fantasía. He decidido hacer a mi modelo sobre esa temática... para cumplir mis más profundas fantasías. —Joel sonríe, rascándose la panza.

—Entre el ángel y la diabla, ¿cuál quedó mejor? Mi esposo dice que su modelo, pero creo que hice un mejor trabajo. —Dorothy interrumpe.

—Cállense —comanda Brandon harto.

Todos hacen silencio. Los guardaespaldas han llegado de nuevo, todos los modelos ya fueron procesados, al parecer.

—Me informan que los modelos están en sus respectivas posiciones. Es nuestro turno de alistarnos. —Harland habla.

Los guardaespaldas nos disparan dardos, caigo de rodillas, intentando resistir. Me volteo y veo hacia el cielo. Hay un atardecer rojo, potente vívido, pero se tiñe de negro poco a poco...

Despierto.

Estoy de nuevo encerrado en una caja de cristal. Todo está oscuro a mis alrededores y se encienden unas velas. Están siendo prendidas por los guardaespaldas. Veo que, a mis lados, detrás de mí, y en frente, hay más cajas. Son un poco más grandes que las de antes y tienen una silla en la cual sentarse.

Observo varias pantallas frente a mí, con algunos botones. Todas están apagadas. Conforme hay mayor iluminación puedo ver cada vez más. A mi lado derecho está Hildur, y a mi izquierdo Daisy. Frente a mí está Theo y atrás Zorika. En la silla hay un equipo de audio que consta de audífonos con micrófono adaptado.

—Tomen asiento. —Una voz habla por un parlante. Es el presidente del desfile, la misma persona que leyó las reglas.

Harland no está en la enorme sala, o al menos eso parece. Los guardaespaldas están presentes en todo momento, ocultos entre las sombras. No puedo ver mucho más lejos de lo que iluminan las velas.

Veo a Tricia en otro cubículo, a Dorothy, Joel, Brandon, y más lejos a Robert, quien apenas está despertando. Todos los representantes estamos presentes. Es definitivo que el juego estará por empezar, y tengo una profunda emoción en las venas.

Además, se me antoja un poco de cocaína, no lo he hecho en cierto tiempo... me siento un poco falto de energía por lo mismo, pero bueno, tal vez más adelante tenga la oportunidad.

—Pónganse el equipo de audio —comanda la voz.

Me siento y lo uso. Todos hacen el mismo movimiento. Hay un total de diez pantallas pequeñas frente a mí.

—Bienvenido, Duke Cornet —dice la voz de Harland por el audio—. Tu modelo es Lyra Coppens, la chica a quien secuestraste junto con la modelo Quinn Lindhand, quien, por razones obvias, no puede estar con nosotros.

¿Cómo sabe esto? Nadie pudo haber sabido eso, ni siquiera Alice...

Observo a los otros representantes y sus notorias caras de sorpresa. El presidente del desfile sabe lo que hemos hecho... Sabe todo de nosotros, y, por lo tanto, Harland también.

—Como ya sabes, tendrás que trabajar en equipo con Lyra para tener más probabilidades de ganar. El juego está por empezar. Un audífono está puesto en el oído de tu modelo, para que le puedas hablar —explica Harland—. Presiona el botón rojo frente a ti, ahora.

Todos lo estamos presionando al mismo tiempo. En ese instante se enciende una de las pantallas. Ahí está Lyra, tendida en la cama de uno de los dormitorios.

—Todos los modelos están adormecidos. Necesitan un poco de adrenalina para despertar. Una vez que presiones el botón azul se administrará una pequeña dosis para que despierte. No lo hagas todavía, o el castigo es la muerte inmediata. Tendrás que esperar a que comience el juego. —Trago mi saliva, estoy sudando.

—A continuación empezará el juego macabro. Lo primero que deberán hacer con sus modelos es trabajar juntos, descifrar el acertijo y la manera de salir de la habitación. Si no lo hacen a tiempo, es posible que los modelos mueran de maneras trágicas, y sean eliminados. El juego comienza en diez segundos —avisa.

Diez... nueve... ocho... siete... seis... cinco... cuatro... tres... dos...

Era definitivo. El juego había comenzado.

El Juego Macabro (#2 En actualización) - GRATISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora