Capítulo 10: Lo que sube y lo que baja

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—¿Detrás de tu ojo? —repite Duke.

—No voy a mutilarme jamás... —declaro firme—. Si ese es el caso, prefiero morir aquí.

—Ya, tranquila —dice él—. Hm...

Escucho un escándalo del otro lado, en alguna habitación. Al parecer, alguien intenta escapar, o algo por el estilo.

—¿Qué pasa? —cuestiono. El humo se sigue expandiendo, poco a poco. Necesito apurarme.

—Robert está haciendo un escándalo. —Duke habla—. No lo tomemos literal. ¿En dónde podrá haber una referencia a un ojo?

—Un ojo... ver algo. No hay ventanas, no hay nada que pueda ver como los ojos, solo la cámara, y no estoy permitida a tocarlas —intuyo.

—Intenta —pide.

—No puedo, está muy alto. —La impaciencia me domina, el olor del humo llega a mi nariz, es el mismo que usaron para dormirnos antes.

—Mierda. Piensa, Lyra. ¿Qué más hay? ¡Dime todo lo que ves! —exclama a gritos.

—¡Lo que veo es lo que hay! —respondo con agresividad. Muevo la cama y no hay absolutamente nada debajo de ella. Al esforzarme, inhalo más del tóxico gas. Siento los efectos, poco a poco.

—El espejo, intenta con eso. —Duke está disparando ideas sin pensar.

—¿Qué con el espejo? —insisto.

—Míralo, puede que tenga algo... pero muévete —dice.

Me veo en el espejo... el botón en mi ojo me duele muchísimo. Ella me ve, de frente. Estoy consciente de que ella sabe que lo sé. Que sé todo lo que hizo. Sonríe lentamente, mirándome. Puedo ver como se burla de mi sufrimiento... La odio con todo mi ser. Sé que quiere consumirme, y no se lo dejaré tan fácil.

El enojo me consume y mi corazón late rápidamente.

—Púdrete —digo enojada, quebrando el espejo con un puñetazo.

La sangre corre por mi mano derecha; tengo cristales incrustados en los nudillos. Detrás del espejo, justo en el lugar en el que estaba mi ojo, hay una nota pegada con una llave plateada. Tomo ambos objetos.

—¿Qué diablos? Funcionó. —Duke está sorprendido.

Lo ignoro y leo la nota en voz alta.

—"Felicidades, y bienvenida al juego" —digo.

—¿Eso fue todo? —pregunta Duke—. Intenta abrir la puerta.

Siento debilidad, estoy tosiendo.

—¿Qué... dices? —pregunto—. No te escucho bien...

—¡Lyra, corre! Si te desmayas morirás. ¡Corre! —grita.

Camino lentamente hacia la puerta. La llave cae al suelo y la visión se me está distorsionando.

—Vamos... —hablo en voz baja, intentando agarrar la llave, que se ha multiplicado y mezclado con la alfombra y sus diseños exóticos. La tomo e intento abrir la puerta con éxito.

Al abrirla veo que estoy en el pasillo de arriba. Se escuchan gritos de los otros modelos alrededor, en las otras habitaciones. Estoy muy mareada, la casa parece moverse sola. Camino por el pasillo, vomito en el suelo, sintiendo el ácido en las heridas de mi boca. Todo da vueltas sin parar. Estoy realmente intoxicada...

Veo hacia mis lados, hacia las otras recámaras. Ya hay varias puertas abiertas. No estoy a salvo, sé que soy un objetivo fácil. No puedo perder el tiempo, tengo que esconderme... no sé de qué son capaces los otros modelos. Todo esto es una terrible pesadilla.

El Juego Macabro (#2 En actualización) - GRATISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora