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[GESTOS BONITOS]

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E N E R O

Aquella noche la pasé pensando en mis padres. 

Había sido toda una sorpresa cuando me había encontrado a Diciembre hablando con Nick Fury en la sala de juntas.

Lo había saludado con un gran abrazo, y habíamos hablando un rato sobre nuestras vidas actuales. 

Le había preguntado qué hacía allí, y Diciembre me había contado que, cuando salió de ZERO y no supo a dónde ir, decidió dedicar su tiempo tratando de averigüar qué fue de nuestras vidas antes de la organización ilegal, y cómo es que acabamos en ella.

Al menos, no era la única que no había olvidado el pasado.

Entonces, Nick Fury tomó el relevo de la conversación, y con fotos y pruebas, me enseñó el mío. Resultó ser que mi madre, para conseguir el dinero que necesitaban para que operaran a mi padre de una enfermedad extraña, accedió a que me hicieran unas pruebas sobre mis poderes. Esos que se había pasado tanto tiempo tratando de ocultar.

Me consoló pensar que al menos mi padre habría podido recuperarse, pero no fue así. Por lo visto, mis padres murieron apenas dos semanas después en un "accidente".

Eso solo hizo incrementar mi odio hacia ZERO y hacia todo en lo que la organización se basaba.

Quizás la noche anterior hubiera cometido una locura y me habría dejado capturar por ZERO tan solo con tal de tener una oportunidad para cobrar mi venganza... Quizás lo hubiera hecho si no me hubiera encontrado con Clint.

Ni siquiera me costó tanto encontrar la forma de contarle por lo que estaba pasando, aunque fue más doloroso recordar cómo había llegado hasta aquí.

Simplemente me volví ausente y hablé, desde el corazón.

Los estremecimientos no dejaban de recorrer mi cuerpo. Esta vez no tratando de contener mi poder, sino por rememorar todo lo sucedido.

Cuando me atreví a mirar a Barton, me encontré con que las lágrimas se acumulaban en sus ojos, y un par de ellas se habían escapado por sus mejillas.

No preguntó, no indagó, no me presionó para saber más. No me abrazó, lo que agradecí internamente.

Se limitó a coger mi mano y apretarla suavemente en señal de apoyo.

Y después de eso, pasamos a hablar de muchas otras cosas más que en nada tenía relación con lo anterior, pero que me hicieron irme a la cama con la cabeza más despejada y el ánimo algo más alto.

El despertador a mi lado indicó que era hora de levantarse.
Gruñí malhumorada, y lo apagué de un golpe, partiéndolo en dos.

A la mierda.

Me estiré sobre la cama, desperezándome, y bostecé.

Para mi suerte, no tenía ninguna nueva misión hasta dentro de mucho, mucho tiempo.

Decidí que era hora de levantarse de una vez y abrí los ojos.

Le sonreí al verde que me rodeaba y...

Espera. ¿ El amazonas ?

Me incorporé bruscamente, muy confundida.

Por un momento la idea de haberme transportado mientras dormía cruzó mi mente, pero despareció rápidamente. Mi cama seguía siendo la misma, y la mesilla de noche con el despertador medio roto encima seguían siendo los mismos.

THE CHOICE 》 CLINT BARTONWhere stories live. Discover now