THE CHOICE 》 CLINT BARTON

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[QUIERO PODER VOLVER]

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E N E R O

Una llamada llegó.
La llamada que había estado esperando desde hacía meses.
La información que había estado esperando hacía años.

Steve Rogers me había comunicado que el director Fury conocía ya la dirección exacta de la base escondida de ZERO, y que en breve debíamos volver a la Torre Stark para ponernos al tanto de la misión.

Misión...
Aquella palabra no le hacía justicia a lo que aquello era para mi.
Era la forma de enterrar definitivamente mi pasado, de vengar a todos los que perdieron su vida. De proteger a todos los mutantes que vendrían. Esto era más que una simple misión, al menos para mi.

Si por mi fuera, aparecería delante de Fury y le exigiría saber la localización en aquel mismo momento, y me lanzaría de cabeza.

Pero no era estúpida, por muchas ganas que tuviera. Sabía que no conseguiría esto sola.

Logan se acercó a mi, intuyendo que algo grande se avecinaba.

- Necesitaremos toda la ayuda posible - le dije con el rostro serio y ausente - los Vengadores no pueden con toda una base de ZERO de ese calibre solos, por muy fuertes que sean. Necesitamos ayuda.

Mis ojos se desviaron entonces hacia Logan, que apretó la mandíbula de forma decidida.

- La conseguiremos.

Fueron dos palabras, simples, sin fundamento, sin seguro.
Sin embargo, era Logan quien las decía, y la convicción en su voz no me hizo dudar.

Asentí imperceptiblemente, volviendo la mirada hacia el claro.

Mis ojos se detuvieron en el arquero. Clint reía mientras trataba de enseñarle a Jumper cómo sujetar su arco en condiciones, pero no había manera. Además, el chico no se callaba ni debajo del agua.

La respiración se me hizo pesada y una sensación de ahogo y ansiedad se instaló en mi.

¿ Y si le perdía ?

Realmente amaba a ese hombre.

Cronos me miraba algo alejado de los demás. Como si supiera lo que estaba pensando o lo que fuera a decir, se levantó y lentamente se internó en el bosque.

Lo miré desaparecer y lo seguí.

El mutante de ojos grises se detuvo y me miró fijamente a los ojos, esperando.

- ¿ Cómo funciona exactamente tu poder ? - pregunté, esperanzada.

Sabía que los mutantes del programa LUX desarrollaban habilidades relacionadas con la luz, el espacio, o el tiempo. Sabía también que Cronos se ocupaba de este último, y por ello necesitaba su ayuda.

- Me permite retroceder treinta segundos atrás en el tiempo y cambiar cualquier suceso - contestó monotonamente.

Clavé la mirada en el cesped y me mordí el labio inferior con fuerza. Si tan solo...

- ¿ Me dejarías copiar tu poder ?

Cronos me estudió con la mirada.

- Es un poder demasiado grande para dárselo a cualquiera - contestó desconfiadamente.

- Haré buen uso de él, te lo prometo - le aseguré - Incluso puedo olvidarlo en cuanto deje de necesitarlo.

Cronos guardó silencio, sopesando la petición.

- ¿ Para qué lo quieres ? ¿ Por qué ahora ?

Mis ojos viajaron hasta Clint, que se veía entre los árboles, y Cronos captó mi mirada.

- Si el día de mañana la cago, si pierdo lo que más quiero... - mi voz tembló de forma involuntaria en aquella parte de la frase - Quiero poder volver.

El mutante me miró a los ojos durante un largo instante.

Entonces, y sin decir nada, extendió una de sus manos y asintió.

- Gracias - susurré de corazón, cerrando los ojos aliviada.

Pronto, aquel nuevo don buscó hueco entre los demás y se acomodó.

Y mientras Cronos volvía a reunirse con los demás, yo me quedé observándolos desde lejos.

Afortunadamente, aquella noche no llovía, y todos estaban congregados alrededor de la enorme hoguera, controlada hábilmente por Ra y por mi.

Miré a los chicos ; Ra, Osiris, Elektra, Cronos, Diciembre, Abril, Jumper, Neón... Eran simples niños.
Niños que acababan de jugar por primera vez, y a quien yo iba a pedirles que se unieran a una guerra.

Teníamos un objetivo en común, sí, lo que yo buscaba les afectaba de igual forma. ¿ Pero era eso suficiente ? ¿ Era suficiente para que dejaran todo atrás ? ¿ Para arriesgar su vida, ahora que acababan de ser finalmente dueños de ella ? Me pregunté si no sería más fácil dejar todo pasar y seguir viviéndola.

Pero entonces, un rostro saltó en mi memoria ; Septiembre. Había intentado salvarle, pero había sido en vano. A él y a decenas de mutantes más.
De niños. Niños que se vieron obligados a ser adultos.

Uno por uno, todos los hermanos a los que había visto morir aparecieron frente a mis ojos. Y quienes yo me había visto obligada a matar.

Apreté los puños con furia.

Oh, no, esos cabrones iban a pagar por lo que habían hecho.

Los iba a matar, uno a uno.

Tensé la mandíbula, la ira corrió por mis venas.

No iba a tener piedad.
No iba a tener compasión.
No iba a refrenarme.

ZERO iba a convertirse en humo. Y yo sería quien prendería la primera llama.