Una semana. Una puta semana. No las has visto, sentido u oído su voz o su linda risa. Eres más miserable de lo que nunca has sido; es dificil el ver a una persona tan asombrosa como Brittany entrar a tu vida para luego solamente marcharse.
Nuncas has sido muy apegada a Sam y últimamente lo has estado abrazando mucho ya que sientes que algo hace falta en tu vida, lo cual es extraño porque no eres una persona a la que le guste abrazar a otros pero aún así lo estás haciendo. Estando junto a él hace que la ausencia de Brittany sea menos aburrida pero en ultima instancia eres miserable sin ella y piensas que eres patética ya que apenas la conoces de hace unas pocas semanas; de verdad no deberías estar sintiendo esto.
Tu corazón se siente mas pesado y empiezas a pensar que ni siquieras has tenido uno en las ultimas semanas...desde la última vez que viste a Brittany. Tal vez has estado menos stresada sin ni siquiera darte cuenta de ello.
Vas a conocer el reemplazo de Brittany hoy, la señorita Pillsbury. Ella dejó un correo de voz diciendo que te vería a la misma hora de siempre en la misma habitación 47 para que así el cambio fuera "más fácil". Vuelves los ojos ante el pensamiento. ¿Más fácil? Todo sería "más fácil" si Brittany nunca se hubiera marchado dejandome estancada. Eres la razón por la que se marchó. Nada de esto hubiera pasado si no anduvieras rara y confundida por ella. Ahora ella piensa en dejar su trabajo y es todo tu culpa. No quisiste que algo de esto pasara. Necesitas verla, hablarle.
Respondes llamadas de personas ignorantes nuevamente, ya casi es hora de almuerzo pero por primera vez preferirías quedarte justo ahí. No verás a Brittany así que nada tiene sentido. Ya nada más tiene sentido realmente.
Te diriges hacia ahí como usualmente lo haces pero solamente porque no tienes nada mejor que hacer y desde que decidiste contarle a Quinn acerca de lo de Brittany ella no ha hecho otra cosa más que hacerte preguntas...preguntas que ni tú misma puedes responder.
Subes al séptimo piso y otra vez vuelves al área de recepción pero esta vez se siente diferente...no estás nada nerviosa es como un descanso después de tantas emociones a la hora de visitar a Brittany pero algo en ti extraña esos nervios. Kurt te sonríe y tímidamente le sonríes de vuelta...es como ambos supieran que no estás aquí para ver a Brittany y el aparenta ser más simpático que de costumbre.
Caminas a través del tan conocido corredor y abres la habitación 47. Cierras la puerta tras de ti y ofreces un patético intento de sonrisa. La señorita Pillsbury es una mujer pelirroja; supones que estará en sus treintas y piensas que inclusive podría llegar a ser bonita...si cambiaras todo en ella. Viste una blusa blanca floriada con una falda turquesa en conjunto con unas voluminosas argollas del mismo color. Parece que se haya vestido hace varias décadas. Tiene unos brillantes ojos grandes que expresan amabilidad junto con ingenuidad e inocencia. Lleva unos guantes transparentes en sus manos y te sonríe mientras frota y limpia la silla de cuero en la que Brittany estaría sentada en este momento.
-Hola, tú debes ser Santana...Brittany me habló de ti. Lo siento pero me agradan las cosas limpias...-dice mientras tira el trapo a la basura, se quita los guantes y se sienta. Tú te sientas al lado contrario y la miras. Estás convencida de que todos los que trabajan aquí están jodidamente locos.
-Me puedes llamar Emma...-dice y tú solo miras tus manos sintiéndote incómoda con el silencio.-..Así que...-empieza mientras te sonríe y a pesar de cuan incómoda y nerviosa pareces, crees que en realidad eso te está calmando.
-Así que...-dices mientras te encoges de hombros y tratas de sonreírle
-Estuve leyendo tus notas...
-¿Brittany escribe notas de mi?...-le preguntas rápidamente.
-Páginas!!!...-Emma dice y te sonríe educadamente-...Es normal que escriba notas de los pacientes pero tengo que decir que las tuyas son las más extensas...
