El viernes decides mentirle a tu jefe y le dices tener una cita con el doctor cuando simplemente quieres empezar con tu largo viaje en coche para poder llegar al rancho mínimo por la tarde y no metida la noche. Empacas un poco de cosas que vestir, te colocas rápidamente un suéter purpura suelto y un jeans; compras algo de dulce para masticar en el camino. Conoces la ruta pero Sam siempre es el que conduce así que enciendes el GPS solo para asegurarte de que no te perderás.
Estás muy nerviosa pero también emocionada. Vas a ver a Brittany, tu única esperanza es que ella no esté enfadada contigo. Necesitas decirle que vuelva, la necesitas ahora más que nunca. Escuchas la radio mientras conduces y adoras poder cantar en voz alta las canciones. Nunca has cantado frente a alguien antes, solo cantas en la ducha y cuando estás sola. Es un poco patético que quieras cantar para vivir pero aún así ni siquiera tu novio conoce como es tu voz a la hora de cantar. Te empiezas a sentir cansada cuando encuentras el tráfico en Virginia del Este así que paras y compras una bebida energética para mantenerte despierta.
Horas después conduces sobre la calle vacía de donde Brittany te rescató junto a Sam, esperas que este camión de mierda no se averíe otra vez porque si necesitaras volverla a llamar por ayuda, pues, la verdad no quieres pensar en eso. El universo tiene su propia manera de jorderte la vida así que no quieres desafiarlo.
Esto es completamente normal piensas, manejas durante horas cruzando estados para ver a una mujer por razones y propósitos que apenas y tú conoces. Sip. Normal. ¿Pero qué estás diciendo? Ella tomó unas vacaciones porque necesitaba permanecer "lejos "de ti ¿y tú solo vas a aparecerte sin avisar? Tu vida apesta. Tal vez deberías solo volver por donde viniste, has alcanzado un nivel espeluznante algo de rareza. Aún así sigues conduciendo y ahora consideras a Sam por tener que manejar tanto cada par de semanas, es muy difícil mantener tus ojos abiertos pero piensas en por qué hiciste el viaje y te estremeces mientras bostezas desenado mantenerte despierta solo un poco más.
¿A qué es exactamente a lo que vas?
A ver a Brittany
Cierto
Las palabras de la señorita Puillsbury siguen dando vuelta en tu cabeza y tú necesitas quejarte con Brittany. Necesitas decirle que deje de ser tan egoísta y que vuelva a aconsejarte y tratarte como solía hacerlo, no te gusta que otra mujer lo haga. Todo estará bien si tu y Brittany se mantienen a mínimo 10 metros de distancia y te aconseja. ¿Esa teoría es viable no?
Conduces por la colina y te aparcas en la entrada una vez allí, el ámbar del cielo es visible y estás exhausta. De pronto te sientes nerviosa, nunca has ido allí sin Sam, ¿ qué deberías decir? Te sientes como si estuvieras ahí sin autorización o algo. Sientes como si de verdad no deberías estar allí. Entras al porche y abres la puerta de la cocina. La señora Evans viene de la sala sobresaltada.
-¿Santana querida? ¿Qué haces aquí?..- te pregunta aparentemente en shock pero alegre de verte.
-uhmm...hola..- le sonríes de manera extraña.
-¿Dónde está Sam?..- te pregunta mirando por sobre tu hombre como si esperara a que Sam entrara cargando tus cosas en cualquier segundo.
-Él se quedó en la ciudad, sólo vine yo..- le sonríes, -...Oí que Brittany está aquí así que...vine por el fin d semana solo a pasar el rato. El trabajo es agotador y Sam trabaja mañana de todos modos así que pensé ¿por qué no venir?..- dices tratando de sonar tan casual como se te es posible.
Es official. Tú, Santana Lopez, eres una puta acosadora.
-Oh, pues entra ¿quieres algo de comer? Por supuesto que quieres, quedó algo de pastel de carne en la comida, la calentaré para ti...
