❀ 013 ❀

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Caminaban tomados de la mano, Liam permanecía dos pasos atrás.

Louis recargó su cabeza en la brazo de su alfa porque era muy pequeño para alcanzar su hombro. Habían estado buscando un traje para la cena de esta noche pero el pequeño y mimado omega no le gustaba ninguno, hacía caras a los mejores diseños y gruñía cuando los zapatos no le gustaban.

"Quiero irme alfa, llama al sastre y que vaya a casa." Comenzó a arrastrar los pies, Liam rió bajito.

"No puedo llamarlo, precioso."

"¿Por qué no?"

"Porque falleció."

"Que conveniente." Louis rodó los ojos recibiendo un pellizco por parte del alfa, entraron a una gran tienda, el pequeño omega se soltó del alfa y buscó por los estantes algo que le gustara, si bien no le gustaban los trajes, se había llevado unas cuentas cosas que ahora mismo cargaba el alfa.

"¿Tengo que ir de traje?"

"Tienes, sí."

"¿Por qué?"

"Porque es una cena importante bebé."

Louis se acercó al alfa parándose de puntitas para besar su mentón.

"¿Tienes que ir?"

"Tenemos, precioso." Harry se inclinó para besarle la punta de su naricita.

"¡No tengo nada que ponerme!" Dio un pisotón y se cruzó de brazos.

"Hemos estado aquí cuatro horas."

"No quiero ir." Lloriqueó acurrucándose en el pecho de Harry, el alfa lo envolvió con su aroma besándole la cabeza, le indicó a Liam que pagara mientras tomaba por los muslos al pequeño omega alzándolo. Louis rodeó la cadera del alfa con sus piernas y enterró su carita en el hueco del cuello de Harry.

Caminaron hasta estacionamiento, Louis ronroneando y restregando su rostro en Harry, y el alfa gruñendo a quienes los veían curiosos.

Se subieron a la parte trasera de la camioneta, Louis en el regazo de Harry. El alfa le besaba la mordida, sentía en el fondo un instinto de protección que no había sentido con tanta fuerza antes, Louis se sentó en su regazo y comenzó a besarlo, lento, moviendo sus labios en sintonía.

Las manos fuertes del alfa le acariciaban la espalda, Louis inclinaba la cabeza intentando profundizar el beso, gimió sobre sus labios moviendo en círculos su cadera, Harry gruñó ronco apretándolo a él.

De un momento a otro la ropa había desaparecido, los gemidos de Louis inundaban el auto mientras la gran mano del alfa atendía su rosada entrada. El pequeño omega era un manojo de gemidos, movía sus caderas sobre los dedos del alfa y arañaba su espalda intentando no hacer ruido.

El alfa sacó los dedos empapados de lubricante y los metió en su boca, saboreando el dulce de su omega. Acercó su dotada erección a la entrada de Louis y lentamente, el pequeño omega se sentó sobre ésta, sintiéndose deliciosamente lleno, el alfa gruñó sobre sus labios y con sus manos en la diminuta cintura del omega comenzó a moverlo. Louis tenía sus manos en los hombros del alfa mientras lo montaba lentamente, gimiendo sobre sus cuello.

El nudo del alfa los tomó por sorpresa, Louis gimió aferrándose a los hombros de Harry, el alfa respiraba pesadamente, Louis se acurrucó en su pecho, agitado, se sentía caliente y lleno, maravillosamente lleno.

El omega se había quedado dormido para cuando el nudo bajó, Harry le besó los párpados antes de acostarlo en el asiento, intentó limpiar lo mejor que pudo y al abrir las puertas para que el olor se fuera observó la figura de Liam a unos pasos de la camioneta.

El castaño se balanceaba sobre sus pies, con sus manos juntas y las bolsas acomodadas en el suelo, completamente sonrojado.

Oops.

m i m a d oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora