m i m a d o

✿ Epílogo ✿

Caminaba por los pasillos de la escuela sin mirar a nadie, podia escuchar los murmullos de los omegas y como los alfas se codeaban entre ellos cuando pasaba por su lado. Se metió el mechón rizado tras la oreja y continuó caminando.

"Hey Eros, quieres ir a..."

"No." Lo cortó y suspirando se metió a su salón.

Eros William Tomlinson Styles, quince años, probablemente el omega más hermoso de la escuela y cómo no iba a serlo si tenía los mejores genes de sus padres. El omega era precioso, parecía hecho de porcelana y su mirada te obligaba a inclinarte a sus pies. Era llamativo sin siquiera intentarlo, era el mejor de la clase y no salía con nadie, incluso los alfas mayores lo esperaban a la salida de las clases sólo para poder verlo. Harry se volvía loco y Louis sólo reía, quizá la idea de mandarlo a una escuela exclusiva para omegas no era tan mala idea.

"Hola Eros, lindo outfit." Saludó Megan y le besó la mejilla. "¿Qué es eso?"

"El ensayo, estoy exhausto pero lo terminé, papá se quedó conmigo toda la noche." Alisó la carpeta y le sonrió a la alfa. "¿Y el tuyo?"

"¿Era para hoy?" La pelirroja perdió color.

"Oh Megan." El omega me palmeó la espalda. "Si tan sólo no estuvieras con Ellen las veinticuatro horas."

"¡Es mi omega!"

"La conociste hace una semana." Eros rodó los ojos. "Eso me dijiste a mí cuando me conociste."

"Es diferente, me confundí, pero te lo juro William, es ella." Megan suspiró enamorada.

Eros negó, pero en su mente se repetía la misma pregunta: ¿cuándo iba a conocer a su alfa?"

✧ ☼ ✧

Quizá su alfa era alguno de esos chicos que siempre rechazaba o quizá era alguno que asistía a esas fiestas a las cuales él nunca iba. ¿Debería preocuparse? Se mantuvo callado el resto del día pensando en dónde estaría el que sería el amor de su vida.

Eros anhelaba un amor tan mágico como el de sus padres, quería encontrar a alguien que lo amara tanto como su padre amaba a su madre y él quería ser capaz de dar todo por aquel alfa tal como su madre lo hacía. Creía en las almas gemelas, en los lazos eternos, sus padres eran la prueba que el amor para siempre sí existía por eso le molestaba tanto que Megan se tomara a la ligera elegir a su pareja.

Entró a su casa arrastrando los pies, unos rizos dorados llegaron corriendo a abrazarlo por las piernas, Eros sonrió acariciando la cabeza de Olivia, su pequeña hermana de ocho de años.

Olivia Tomlinson Styles era la omega más consentida que existía, Eros quiso durante mucho tiempo un hermano pero su madre no estaba listo, tenía trabajo por hacer y no quería descuidarlo. Olivia había llegado por sorpresa, su padre lloró todo el día cuando se enteró que sería una niña y lloró un poco más cuando al nacer supo que era omega. Olivia era la definición de adorablemente irritante, constantemente peleaban y se tiraban de los rizos como si tuvieran la misma edad. Eros amaba a su hermana, pero de lejos.

"¿Dónde está mamá?" Colgó su chaqueta en el perchero y cargó a su hermana sobre su espalda después de darle un estruendoso beso.

"Arriba, creo que mamá está embarazado." Olivia se limpió la mejilla y apoyó su mentón el hombro de su hermano.

"No, mamá sólo está gordo porque papá lo consiente mucho y no deja que sus pies toquen el suelo." Subió las escaleras lentamente y tocó la puerta de la habitación de sus padres.