♡ 058 ♡

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El frío lo hizo despertarse, miró a través de la pequeña ventana como nevaba y gimió contra su almohada. Los días nevados eran los peores para ir a trabajar, pero si quería comer un día más necesitaba salir.

No se molestó en ducharse y rebuscó entre el pequeño cajón que correspondía a su ropa algo que lo calentara y después de vestirse con tres capas de delgadas camisas de manga larga supo que sería en vano. No había podido comprar un saco y el frío se metía por las mangas causándole escalofríos.

Lottie estaba en la escuela y él regresaba antes que ella llegara, podía tomar uno de sus sacos, nadie iba a darse cuenta, su madre nunca le prestaba atención. Suspiró complacido cuando sintió la esponjosa y caliente tela cubrir su delgado cuerpo y con su pequeña mochila salió de su casa.

✧ ☼ ✧

"Llegas tarde."

"Tuve que caminar, hay mucha nieve." Susurró entrando a la pequeña cafetería.

"No ha llegado John, tienes suerte." La omega le pasó el mandil por el cuello y lo amarró palmeando su espalda.

"Gracias Jane." Suspiró y se acomodó delante de la caja, la omega le regaló una sonrisa triste.

Le gustaba trabajar ahí, el olor a café y pan recién horneado le gustaba y el lugar siempre estaba caliente.

La rutina comenzó, Louis atendía la caja y Jane era mesera. No eran los mejores amigos pero podía hablar con ella sin sentirse ignorando. Oyó el tintineo de la campana que avisaba que otro cliente había llegado, Louis tragó el bocadillo y se limpió las comisuras antes de sonreírle.

Sus mejillas se tornaron rojas, era un alfa alto de rizos dorados y ojos miel. Louis bateó sus pestañas en un intento de lucir lindo pero cuando el tintineo se repitió y una omega rubia abrazó al alfa sus esperanzas se esfumaron.

Tomó el pedido de la pareja con una mirada llena de decepción y esperó a que el reloj avanzara hasta que fuera su hora de salir. Louis miraba a la pareja con envidia; el deseaba con todas sus fuerzas tener a alguien, recibir cariño por primera vez, que alguien lo mirara como si él lo fuese todo. Bajó la mirada y se talló los ojos para que las lágrimas no salieran, nunca iba a tener nada especial con nadie, eso lo sabía muy bien y su familia se había encargado que no lo olvidara.

Atendió a más clientes con la leve esperanza que entre esos alfas llegara el suyo pero nunca llegó. Se despidió de Jane cuando, después de cinco largas horas, su turno terminó. Caminó despacio por las calles solitarias de su vecindario, mirando la blanca nieve y los copos que se deshacían en sus mejillas rojas y con lentitud subió las escaleras suspirando para poder soportar a su familia otra vez.

"Te lo dije madre, ese inutil se robó mi saco." Lottie lo empujó en cuando entró, el omega abrió los ojos.

"¿Qué haces con ese saco Louis?" Su madre le gruñó jalando su brazo.

"Tenía frío, y-yo no tenía nada y tenía que irme a trabajar mamá, lo siento." Susurró bajando la mirada.

"¡Quítatelo!" Lottie pataleó con molestia.

Sus dedos temblorosos comenzaron a desabotonar el saco y con las miradas burlonas de su madre y su hermana se lo quitó.

"Que asco, lávalo intento de omega." Lottie se lo arrebató sólo para lanzárselo en la cara y reír junto a su madre.

"No vuelvas a tomar nada de tu hermana ¿me escuchaste?" Su madre tiró de su cabello, Louis gimió adolorido cuando le enterró las uñas en el brazo.

Louis asintió y caminó hasta el diminuto cuarto de baño, cerró la puerta tras él escuchando como su madre lo maldecía. Louis metió el saco en la lavadora y cuando la maquina comenzó a sonar se deslizó sobre la puerta hasta caer en el frió piso. Enterró su rostro en sus rodillas y comenzó a llorar.

Esa era la vida que iba a tener, nadie iba a querer un omega como él, un omega feo y pequeño que lloraba por todo. Sollozó con fuerza hasta que la lavadora se detuvo, Louis limpió sus lágrimas repitiéndose que no debía llorar frente a ellas, ya lo habían humillado bastante y no les iba a dar el gusto de verlo derrotado, roto.

Colgó el saco y subió hasta la habitación, se metió bajo las finas sabanas y en silencio lloró hasta que el dolor en el pecho lo hizo dormir.

✧ ☼ ✧

Este era el peor trabajo que tenía pero era el que más ganancias le daba, estaba jodido. Sonrió apretando la mandíbula cuando un alfa ebrio le besó la mejilla a la fuerza, lo empujó y corrió hasta la sala de empleados con la respiración agitada. No podía hacer nada, era en vano. Todos los alfas que llegaban a ese espantoso club de mala muerte eran irrespetuosos y se creían superior a él, las omegas lo miraban con lástima.

Odiaba estar ahí hasta tarde, odiaba tener que sentir sus miradas lujuriosas y sus manos asquerosas, odiaba ser un omega, odiaba su vida y quería que terminara cuanto antes.

Su jefe le llamó la atención y a empujones lo sacó del cuarto, los olores se mezclaban y eran asquerosos. El barman le entregó dos botellas de cerveza y buscó entre la multitud espacios vacíos para caminar por estos sin ser tocado y llegó hasta le mesa que el barman le había señalado.

"Dos cervezas." Habló alto a través de la música y su mirada se encontró con los ojos mieles de un alfa moreno.

"Gracias."

Louis rogó porque no estirara sus manos a él, pero el alfa lo ignoró tan pronto como abrió las botellas y continuó su conversación con otro alfa más viejo.

El omega suspiró agradecido y se giró intercambiando unas pocas palabras con sus compañeras de trabajo. Sus pies estaban hinchados al final de la noche pero en su bolsillo el sobre con dinero le permitiría comprar sus pastillas y un saco. Sonrió triste cayendo derrotado a la cama e imaginando una vida perfecta, el omega durmió.

m i m a d oDonde viven las historias. Descúbrelo ahora