Una Nueva Oportunidad Para Amar...

Capitulo 22: Tyler

Hace dos horas que aterrizamos en la bella ciudad de Venecia en Italia, hace tres días salí del hospital, aún tengo algunos moretones y no camino muy bien pero cuando mi papá dijo que tenía que viajar a Italia por negocios, no lo dude y le pedí que me llevara con él, al principio se negó por el hecho de que aún no estaba completamente recuperado, pero luego de exponerle mis razones como que tenía que olvidarme de lo del accidente, cambiar de aire, que necesitaba tiempo para pensar y asimilar lo que Alissa me había contado y talvez darle o mejor dicho darnos la oportunidad de recuperar lo nuestro, si era posible, pero él no sabe exactamente lo que paso. A la final accedió pero dijo que llevaríamos a Daniela con nosotros para que según él tuviera alguien con quien pasar el rato porque él y mamá se la pasarían muchas veces en reuniones y para agradecerle por estar todos estos días conmigo, protesté porque no quería eso, Daniela era la causante de todos nuestros problemas pero también me abrió los ojos con respecto a Alissa y ya me pidió mil veces disculpas, espero que sea sincera. No me quedó más remedio que aceptar.

Son las once de la noche aquí en Venecia, estamos en el hotel Palazzo Veneziano, mientras mañana que mañana nos entregan la casa que papá alquiló. A pesar de que estamos cansados por un vuelo de poco más de diez horas no puedo dormir, tal vez sea la diferencia de horario o simplemente que no puedo dejar de pensar en cierta pelirroja que me tiene loco, me pregunto que estará haciendo en este momento o peor aún con quien estará, seguramente está enojada conmigo porque no le avisé que había salido del hospital y mucho menos que iba a viajar pero supongo que ya se enteró por Gaby. Y me parece que fue lo mejor, si me hubiera despedido de ella hubiera sido muy difícil para ambos aunque las cosas entre los dos no estén bien. Ya la perdoné por mentirme pero el orgullo no me deja decírselo además todavía no puedo pasar por alto que se acostó con Dios sabe cuántos hombres que conocía y los que no arriesgándose a contagiarse de alguna ETS, Dios es que de solo pensarlo me hierve la sangre. Así que decido irme a tomar una copa, la necesito, me levanto y miro hacia la cama de al lado donde duerme Daniela y me dirijo al baño para vestirme.

- ¡Mierda! - digo en voz baja al salir del baño y chocarme con una pequeña mesa y hacer ruido.

- ¿Qué haces? ¿A dónde vas? - dice Daniela incorporándose entre dormida.

- Voy a tomarme una copa, así que duerme yo llegaré en un rato.

- De ninguna manera, yo voy contigo dame diez minutos y estaré lista.

- Dani no es necesario yo vue...

- Ya te dije que no irás solo, yo iré contigo - dice y entra al baño para arreglarse.

Después de quince minutos ya estamos saliendo del Palazzo Veneziano, pues decidimos ir a otro bar y no el del hotel, cogemos un auto que nos lleve hasta el Club Piccolo Mondo, un bar donde hay buen ambiente, mucha música y alcohol. Al llegar vemos que es un bar realmente bueno y nos dirigimos a la barra, pedimos uno de los tragos típicos de Italia llamado Strega, tiene un sabor fuerte con un toque de hierbas setenta para ser exactos y de un color amarillo, es justo lo que necesito, a Daniela por lo visto no le gusto y pidió algo más suave, por esas jodidas hierbas empiezo a decir que amo a Alissa y que la extraño, Daniela dice que no es para mí, que la olvide ¡Claro como si fuera tan fácil!.

- Deberías buscarte a alguien que te quiera de verdad - se acerca hacia mí - como yo.

- Daniela ya te dije que no eres mi tipo - digo girando la cabeza para que no me bese.

- Está bien - resopla- para olvidar esto tomémonos una foto - dice y saca su teléfono para tomar una selfie.

Así que nos juntamos y cuando ya estamos en el ángulo correcto, Daniela se gira y me besa, y parece que los strega ya me hizo efecto porque no opongo resistencia, es más la acerco más a mí. Pero luego caigo en cuenta que no es correcto, yo quiero a Aliss y no a Daniela entonces la aparto de mí y ella frunce el ceño pero no protesta por eso en su lugar saca su teléfono y me muestra la fotografía.