Una Nueva Oportunidad Para Amar...

Capitulo 30

—¡Alissa Simmons, trae tu culo aquí ahora mismo! sino quieres que vaya por tí. Tardas una eternidad!

El grito de Gaby desde la sala me hace volver a la realidad, tenemos que ir a una fiesta y ya estamos bastante retrasados así que me veo obligada a dar por terminado el beso.

—Tenemos que irnos —le digo a James, empujándolo suavemente.

— ¿Pienses dejarme así?

— ¡Aliss! —grita nuevamente Gaby.

— ¿Ves? Nos está esperando — me separo de él—¡ En un minuto voy Gaby!

Veo mi reflejo en el espejo y soy un desastre, la trenza que me había hecho quedó destruida, del labial rosa suave que había utilizado ya no había rastro y los labios estaban hinchados por el beso, fulmino con la mirada a James a través del espejo y él se ríe.

—No te rías, mi peinado está destruido y el maquillaje ni se diga —resoplo.

—No importa, te ves demasiado follable —le lanzo el pequeño bolso de gala.

— ¡Cállate, tonto!

Me tomo unos minutos para arreglarme el peinado y el labial, que no disimula mucho los labios hinchados, pero ya que se le va a hacer.

—Estoy lista vamos —le informo a James que todo el tiempo estuvo acostado en mi cama siguiendo cada uno de mis movimientos.

—Vamos, chica fuego —coge y mano y entrelaza nuestros dedos, hace que me sienta más tranquila porque desde temprano he venido sintiendo algo extraño en el pecho, como si algo fuera a pasar, como un presentimiento. Pero seguramente solo es los nervios por estar entre gente tan reconocida y sobretodo millonaria.

—Hola, Gaby —digo llegando a la sala y ella se levanta inmediatamente.Y nos escanea con la mirada.

—¡Wow, chicos! Se ven uff... se ven perfectos. Hacen tan linda pareja.

—Eso mismo le he dicho a Aliss —dice James con una sonrisa.

—Bueno pues salgamos a presumirnos, la limosina está abajo esperándonos —dice Gaby tomando su bolso.

Ya en la elegante limosina, Gaby nos ofrece una vaso de wisky que aceptamos gustosos y hablamos y reímos durante el trayecto al lugar de la fiesta, ella nos dice que su radar sexual le hizo saber que habíamos tenido un momento candente, lo notó según ella por cómo nos brillaban los ojos y por mis labios, que estaba segura que ningún labial los volvía así. Me hizo reír sus teorías, que por cierto eran bastante acertadas pero no quise admitirlo.

— ¿Listos? Hemos llegado —dice Gaby tomando su bolso y saliendo de la limosina cuando Bengy, el chofer le abre la puerta.

Al bajar unos rayos de luz dan directamente a mis ojos, impactándolos por completo, son flashes, todos los paparazzi esperan en la entrada para fotografiar en una alfombra roja a todos los que lleguen, pero como no soy muy amiga de las fotografías intento escabullirme al interior del edificio pero James me toma de la mano haciendo que gire.

—Aliss, espero no te moleste salir en una foto conmigo

—Claro que no —digo por educación

Nos acomodamos, Gaby al lado derecho de James y yo al izquierdo, la toman y el flash de la cámara como siempre casi me deja ciega viendo puntos que no existen. Al ingresar al edificio un chico alto moreno con ojos color miel se acercan a mi amiga la toma de la cintura y le planta el beso de la mejilla, yo quedó algo en shock, supongo que será su acompañante, cuyo nombre no recuerdo o no me lo ha dicho, las dos opciones son posibles, más la segunda.