Capitulo 44

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Caminamos rápido y sigilosamente hasta el pasillo que se encuentra a unos cuantos pasos nos metemos ahí con la esperanza de que no nos descubran. James nos informa su plan.

—Haremos esto—habla bajo— Ginna tú y las chicas irán hasta la camioneta, ahí está Gaby se quedaran con ella y luego volverás para brindar apoyo.

Ella hace lo que le pide camina hacia la salida detrás de las chicas, cuando de repente una luz ilumina todo el lugar, luego de esto lo único que se escucha son los fuertes disparos que apuntan hacia Ginna y las chicas, ella las cubre disparando y caminando de para tras mientras ellas logran salir del establecimiento. James y yo aún estamos encubiertos, hasta que un grito nos hace actuar, Ginna ha recibido un balazo en el brazo.

— ¡Corre a la camioneta! Nosotros te cubrimos—le grito.

— ¡Nos cayeron! ¡Disparen!—alguien da la orden desde arriba.

Dicho esto corro hasta un poste de concreto, me cubro y cuando diviso al primero de los que nos están disparando, recargo el arma y apretó el gatillo, le doy en el hombro, vuelvo y me escondo. Por el otro extremo sale, El tuerto con un arma, pero tremenda arma, en lo poco que James me enseñó de armas puedo estar casi segura que se trata de una M16. Definitivamente se vinieron más que preparados.

El intercambio de disparos no cesa, yo sigo detrás de la columna por si cualquier cosa, giro para mirar hacia el pasillo donde hace unos minutos se encontraba James y ya no está. Me empiezo a preocupar y miro hacia todos los lados pero no lo encuentro. Siento a alguien detrás de mí y quedo congelada, pone su brazo en mi cuello y me hala hacia atrás hasta un cuarto haciendo que suelte el arma en el camino.

— ¡Suéltame!—forcejeo y opto por empujar hacia atrás y golpearlo contra la pared, golpeo con el codo hacia atrás hasta que me suelta y logro verlo.

—Alissa, no debiste salir de ese cuarto—dice Mike— Tu rebeldía despertó la furia del Jefe y ahora te quiere muerta.

—Lo rebelde nunca se me va a quitar, y si le he causado tantos problemas pues que me deje ir, a mí y mis amigos—sugiero.

—Las cosas aquí no son así—me empuja contra la pared y saca una navaja de su bolsillo, presiona un botón que tiene esta y sale una cuchilla hacia arriba luego me apunta con ella —Ahora si me voy a vengar de todas las que me has hecho —quita un mechón de mi frente con la hoja de la navaja.

Trato de soltarme pero con su mano está sujetando mis muñecas por encima de mi cabeza y está tan pegado a mí que no tengo espacio para mover mis piernas. ¿Y ahora qué haré? Los disparos cesan por unos cuantos segundos y los fuertes sonidos vuelven a inundar nuestros oídos. ¿Dónde demonios se metió James? Solo espero que esté bien.

—Creo empezaré por modificar este bello rostro—forcejeo con el pero es inútil pasa la cuchilla por mi mejilla haciéndome un corte. Se me ocurre hacer algo pero donde salga mal, de aquí fijo que no salgo entera.

— ¡Ah!—exclamo. Y con todas mis fuerzas llevo mi cabeza hacia delante y golpeo su frente. ¡Joder! Creo que no fue buena idea, pero disimulo. Nunca había dado un cabezazo en mi vida y duele como si se te estuviera quebrando y hasta de pronto es lo que me está pasando. Mike se tambalea un poco y termina contra la pared aprovecho y le lanzo un puño para quitarle su estúpida sonrisa de burla. Corro hacia la esquina del pasillo, para ver cómo están los demás, veo varios cuerpos tendidos en el piso, pero afortunadamente no son de mi grupo.

—Tú no vas a ningún lado perra—grita Mike a mis espaldas y pone la hoja de la navaja en mi cuello—un paso en falso y te perforo la carótida.

—Suéltala, imbécil —le ordena Ginna apuntándole.

—Tú no te metas, linda esto es entre ella y yo.

Una Nueva Oportunidad Para Amar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora