Mi novio es un bot

Un desayuno especial

La había cagado con lo que había pasado con Sofía, desde entonces, Lola no había vuelto a ser la misma. Lo seguía tratando amable, pero no se sentía igual.

Y no sabía qué hacer para remediar su error, no quería que ella lo devolviera, y tampoco quería irse con su madre, la cual era una opción también.

La había investigado, para conocer sus gustos, y ahora sabía cuál era su comida favorita, su película, su canción, entre otras cosas, gracias a su computadora. Es por eso que el castaño desde temprano, se encontraba en la cocina preparando el desayuno.

A ella le gustaba el pastel de chocolate, con fresas, crema, y mucha salsa de chocolate, eso era prácticamente una cosa empalagosa, que de sólo pensarlo, lo asqueaba.

Pero si su dueña quería desayunar con pastel de chocolate y té verde, él se lo prepararía.

Eran cerca de las nueve de la mañana, y Clark terminaba de decorar su preparación, antes de cortar una porción, y colocarla sobre un plato. Sirvió un poco de té, y colocó todo en una bandeja, dirigiéndose hacia la habitación de la castaña.

La observó dormir, boca abajo abrazando la almohada, y sería algo tierno, si no estuviera con la boca abierta, babeando su cojín de estrellas.

Rodó los ojos, y dejó la bandeja sobre la mesa de noche, sentándose en la cama.

—Ey, nena, despierta —pronunció en un tono bajo.

Lola se quejó, y giró en la cama, dándole la espalda.

—Cariño, pronto serán las nueve, tu amiga llegará eso del medio día aquí, debes prepararte.

—Pero tengo sueño.

—Lo sé, pero debes levantarte —sonrió—. Te dije que un último episodio, no te dejaría levantar ésta mañana.

—Pero es que quería saber qué pasaba con la hija de Miller.

—Ajá, ahora vamos, siéntate, te preparé tu desayuno favorito —le dijo tomando la bandeja.

Quejándose como una niña, se sentó en la cama, y se restregó suavemente sus ojos, bostezando.

—¿Son hotcakes con salsa de arándanos y chocolate caliente? Creo que hace un poco de calor para eso.

—¿Qué? —pronunció confundido.

—Dijiste que era mi desayuno favorito.

—Sí, pastel de chocolate y té verde —le dijo desconcertado.

—Ese no es mi desayuno favorito ¿De dónde sacaste eso?

—¿Y de quién diablos es el desayuno favorito ese?

—Am... De mi ex novio Emilio.

—Genial, como un imbécil despierto desde la seis de la mañana, preparando toda ésta mierda, para que no sea tu desayuno favorito.

—P-Pero de todos modos me encanta el pastel de chocolate —se apresuró a decir, al ver que él tomaba la bandeja para irse—. En serio me gusta.

—Pero no es lo que yo quería prepararte, se supone que sería algo especial.

—Y lo es, porque tú pusiste tú esmero en él, gracias Clark.

—De nada, espero te guste —le dijo colocando la bandeja sobre sus muslos, molesto.

—¿No desayunarás conmigo?

—No, debo ir a limpiar la cocina, antes de que llegue tu amiga y novio.

—Está bien, gracias —sonrió cortando un trozo de pastel.

Se lo llevó a la boca, y cerró los ojos, disfrutando aquel trozo delicioso de pastel de chocolate.

Sí, quizás ahora ese podría volverse su desayuno especial.

...