Caricias

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Entraron ambos al establo, Lola riendo, y Clark gruñendo molesto, estaba completamente empapado, chorreando agua.

—Que divertido.

—Uy sí, especialmente cuando te resfries —pronunció irónico, sacándose la camiseta.

—¿Qué haces?

—Estoy empapado, Lola.

—Ven.

—¿A dónde vamos?

—Detrás del granero hay una cabaña, allí suele quedarse el cuidador cuando mi papá no está.

Clark la siguió, escuchando algún que otro caballo relinchar, a causa de la tormenta, mientras cruzaban el establo.

La morena abrió la puerta, la cual no se encontraba con llave o traba, y encendió la luz.

—Aquí estaremos bien.

—Es muy pequeña —pronunció Clark, observando el lugar.

Prácticamente era un monoambiente, con una hoguera hacia la izquierda, y la cocina hacia la derecha. Había una cama en frente de la hoguera, y al costado de la misma, un pequeño sillón.

—Es hasta que pase la lluvia, Clark, no es cómo si fuéramos a vivir aquí.

—Hm, como sea, iré al baño.

Ella asintió con la cabeza, y fue hasta la hoguera, acomodando algunos troncos. Buscó con la mirada, hasta encontrar unos fósforos.

—Lola, no hay toallas, ni ropa, ni nada.

—Ya prendí los leños, ven aquí.

—Nos hará mal estar mojados —le dijo sentándose junto a ella.

Se quitó el pantalón, y se quedó en boxer. Miró a Lola, y observó que ella estaba temblando.

—A ver, déjame ayudarte —pronunció arrodillándose a su lado.

Tomó la camiseta por debajo, y la levantó por encima de su cabeza, hasta quitársela, dejándola en brasier.

—Quítate el pantalón.

—N-No creo que sea buena idea.

—No te miraré —le dijo volteándose, para quitar la manta que estaba sobre la cama.

Insegura, Lola se quitó el pantalón, quedando sólo en ropa interior. Clark se giró, y la envolvió con la manta, frotando suavemente sus hombros y brazos.

—¿Mejor?

—Sí, pero tú también estás muy frío.

—Estaré bien.

Tomó la manta desde los extremos, y lo abrazó a ella, envolviéndolo también, quedando muy cerca uno del otro.

—Aunque creo que así estaré mejor —sonrió divertido.

—Estás helado.

—Tú también.

Sin pedirle permiso, se abrazó a ella, apoyando la cabeza sobre su hombro. Y Lola lo imitó, acomodándose contra su cuerpo.

—Que lindo fin de semana eh —bromeó el castaño.

—La lluvia fue la mejor parte hasta ahora.

—¿Sí? Yo creo que ésta es la mía.

Lola se acurrucó contra su pecho, buscando calor, y Clark la abrazó protectoramente, acariciando su espalda.

Ambos se quedaron en silencio un buen tiempo, incluso Lola creyó que él se había dormido, ya que no se había movido en ningún momento, y aún seguía apoyando su cabeza sobre el hombro de ella.

—Clark.

—Dime —pronunció bajo.

—¿Estás bien?

—... No.

Se separó de él, y lo miró preocupada.

—¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

—En un universo paralelo, en donde yo fuera el humano con dinero. En donde yo fuera él que tuviera la oportunidad de elegir su chica ideal, yo te habría elegido a ti.

—C-Clark.

—¿Sabes qué es lo más triste? Qué no importa lo que digan, yo fui creado para ti. Pase lo que pase, mi devoción siempre será a ti.

Lo miró a los ojos, y respiró profundo, antes de bajar la mirada.

—¿Quién querría una chica con problemas? ¿Llena de cicatrices?

La tomó del rostro, y acarició suavemente sus mejillas, su cabello, observando esos ojos oscuros.

—Supongo que éste androide nalgón te elegiría —sonrió afligido, intentando sonar chistoso—. Una y mil veces.

...

Amores míos, está iba a ser una historia corta, y ya pasamos las veinte partes, eso quiere decir... Qué falta muy poquito para el final :c ❤️❤️💔

(Mentira, once partes más...)

Mi novio es un botWhere stories live. Discover now