Orgullo y seducción

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"—No me acostaré contigo, y denúnciame si quieres, no voy a hacerlo."

—Oye, iremos con Carmen y Jud a la playa ¿Quieres venir? —le preguntó Lola.

Clark estaba acostado en una reposera en el balcón, mirando hacia la ciudad.

—Si decides venir, te estaré esperando en la recepción, mientras espero que lleguen ellos.

Lo miró, pero él no dijo nada, aún seguía molesto por lo que había ocurrido la noche anterior, y que lo hubiese rechazado.

Él no le seguiría rogando, es más, iría a esa maldita playa, y le enseñaría de lo que se perdía.

Fue hasta la habitación de Lola, y buscó unos short y una camiseta, cambiándose rápidamente antes de ir a la recepción.

—Oh, hola Clark —saludó Carmen, sonriendo.

—Hola, espero no les moleste que venga, Lola me invitó.

—Por supuesto que no, eres la pareja de Lola ¿Cómo no ibas a venir?

-o-o-o-o-

Clark se quedó con Lola en el auto, mientras buscaban donde estacionar, y Carmen y Jude se fueron a buscar un lugar en la playa.

—Oye, cambia esa cara, pareces un perro gruñón.

—Pues lo lamento, esta es mi cara, cariño.

—¿Sigues molesto por lo de anoche? Ya supéralo y diviértete.

—Por supuesto que sí.

Tomó el bolso de Lola, y se lo colgó del hombro, mientras ambos caminaban hacia la zona de vestidores.

—¿Me esperas un momento?

—Ajá.

El castaño se quedó del otro lado de la puerta, mientras la muchacha se cambiaba, y observó la cantidad de personas que habían allí presentes... Y muchas chicas bonitas.

—Listo ¿Quieres que...?

Dejó de hablar, al ver que Clark se quitaba la camiseta allí mismo, y como era larga, no había notado con exactitud el pantalón que se había puesto.

—Clark ¿P-Por qué elegiste a-algo tan ceñido?

—¿Qué pasa, amor? ¿Te molesta ahora que vean lo golosa que eres? —le preguntó en un tono divertido.

—¡N-No digas estupideces!

—Andando entonces.

—Clark, por favor ponte esa camiseta, o mínimo, vamos que te compro otro short, más suelto.

—No, a mí me gusta éste.

—Clark-

—Si me sigues molestado, me lo quitaré y quedaré sólo con los malditos boxers ¿Eso es lo qué quieres, nena?

—No, por supuesto que no —masculló molesta, avergonzada.

—Okay, entonces vamos —sonrió.

Lola caminó junto a él, molesta de escuchar como las chicas hablaban de su cuerpo, de su trasero, de sus ojos. De su-

—Ya ¿Okay? —le dijo a tres que estaban sentadas en una barra, tomando un trago—. Tiene un buen culo ¿Y qué? ¿Le quieren tomar una maldita foto? Y después hablan de los hombres.

—Tranquila amiga, sólo bromeábamos, que histérica —pronunció una con fastidio—. Qué poco autoestima.

—¿Qué dijiste?

—Okay, suficiente —sonrió Clark tomando a Lola de la cintura—. Gracias por los elogios chicas, pero este trasero tiene dueña, ¿Verdad, cariño?

—Eres un imbécil —le dijo soltándose, antes de irse y dejarlo sólo.

—Que horrible carácter ¿Por qué no tomas algo con nosotras? No gruñimos tanto —sonrió divertida una de las chicas.

—Okay ¿Qué me ofrecen? —les dijo sentándose entre ella, sonriendo.

Lola le había dicho que se divirtiera, y eso es lo que él haría.

...

Mi novio es un botDonde viven las historias. Descúbrelo ahora