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El mes de agosto se presentó sigilosamente, nadie ni siquiera había notado que un nuevo mes había comenzado. Los días seguían siendo frescos pero sin llegar a ser tormentosos, anunciando lentamente que la primavera estaba a pocos días de llegar.

TaeHyung se encontraba en su cuarto, sentado frente a su computador de escritorio completaba un formulario que le era requerido rellenar para poder dejar constancia sobre su inscripción en la academia de las fuerzas armadas de su país.

Él era un chico inteligente a decir verdad. Pero realmente, al pasar los años, se había cansado ya de estudiar, dejándolo con una única opción: ingresar a las fuerzas armadas y solo estudiar unos pocos meses más.

En un principio se había sentido culpable e irresponsable por tener ese tipo de pensamientos, siendo que sus padres accedieron a mucho para él estar donde está.

Cuando había comenzado a ver qué podría llegar a ser de su interés, todo había llamado su atención pero nada lo había convencido del todo, por el simple hecho de que tenía un grave problema con él; le gustaba todo y al mismo tiempo nada.

El único plan que ideo en su cabeza luego de tantos debates mentales, fue: intentar entrar en la academia, y cuando le fuese conveniente, luego de un hermoso año sabático, capacitarse para ser médico forense en ese lugar.

Su primo le había ofrecido hace unas pocas semanas atrás ir con él al extranjero, pero por poco se desmaya al pensar en esa situación, no le parecía una decisión que podía tomar en menos de un año, así que su respuesta fue instantánea en negatividad. Además él estaba bien en ese lugar y no había abandonado su ciudad natal sólo para luego irse a otro país.

Su primo iría hasta ahí para cumplir su sueño de ser rapero y aunque él estuviese orgulloso de lo valiente que podía llegar a ser este, también sentía un miedo tormentoso por él.

Temía que su primo fuese hasta allí para cumplir su sueño y que el resultado no sea el esperado y terminé siendo una experiencia catastrófica. Sí, su hermano era productor de una de las empresas más famosas, pero eso no le aseguraba que tendría un lugar aseguro solo por un contacto, al menos él creía eso.

La confianza que él tenía hacia el talento nato del que fue bendecido su primo, solo lograba despertar más expectativas y esperanzas sobre su futuro como rapero, sería el mejor, él lo sabía. Las pruebas la tenía cada vez que era favorecido de escucharlo creando nuevas letras, junto con sus melodías y ni hablar cuando lo escuchaba interpretarlas, todo lo que su primo hacía era perfecto ante sus ojos. Sin embargo, su burbuja de felicidad se rompía cada que recordaba que él no era quién tendría la opinión y conclusión final, y que cada persona tenía una opinión diferente.

El pensar en que su primo estuviese pasando por una mala experiencia o que su autoestima estuviera por un hilo por algún comentario malicioso de personas ajenas a él, lo dejaba más que preocupado. Porque sabía, él lo sabía; sabía que el contrario no diría nada al respecto, pero eso no significaba que no le estuviese dando importancia, todo lo contrario, él mismo se estaría carcomiendo por dentro por unos estúpidos comentarios de envidiosos.

Sacudió su cabeza cuando fue consciente de que se había sumergido en sus pensamientos y estos no le estaban siendo amigables. YoonGi lo iba a hacer bien, iba a cumplir su sueño e iba a llenar estadios con personas esperando oír su música, claro que él lo haría; ese chico se merecía eso y más; porque ese chico era una de las mejores personas que había conocido y existía en el mundo.

Al terminar de completar el formulario lo mandó por correo, lo que acababa de hacer era simplemente una pre-inscripción; debía entregar todos los papeles antes de inscribirse formalmente; pero eso ya le guardaba un lugar ahí.

Salió de su cuarto, bajando las escaleras para dirigirse una vez en el primer piso hacia la puerta de salida. Con el fin de tomar un poco de aire, salió de la casa sin avisar a nadie.

Últimamente estaba muy tenso y eso lo incomodaba, pues no se había sentido de esa forma desde hace unos cuantos años atrás y no quería volver a lo mismo

Caminó sin rumbo fijo, pasando a las pocas personas que caminaban por el lugar donde él se encontraba. De un momento a otro, un pequeño parque se hizo presencia frente a sus ojos.

Tomó asiento en una de las bancas una vez allí, notando que al frente del dichoso parque una llamativa cafetería se situaba.

Quitó importancia a la instalación frente a él, y dispuso a mirar quién pasaba por el lugar. Su sorpresa fue grande cuando se encontró con los ojos de un chico observándolo desde una distancia muy lejana.

Se acomodó en su lugar, mirando hacia otro lado cuando se percató que se trataba de JungKook. ¿Quién traería el cabello rojo en esa ciudad si no fuese ese chico?

Luego de aquella pijamada donde habían terminado durmiendo juntos, las cosas quedarán un poco incómodas, al menos de su parte. JungKook, por el contrario, seguía comportándose de la misma forma, pero era él quien le daba muchas vueltas al asunto, confundiendo todo lo que pasó.

Tan sumergido estaba en su pensamientos que no se dio cuenta cuando el otro chico ya se había sentado a su lado en la banca. Lo miró a su lado e intentó girar su rostro hacia otro lado, pero JungKook fue más rápido cuando lo tomó del mentón y lo hizo mirar hacia él.

—Oye ¿Por qué me ignoras? —cuestionó JungKook mirándolo al contrario a los ojos confundido. Sin ser consciente del desastre de emociones que estaba causando en ese momento en TaeHyung.

Estuve editando este capítulo en plena clase de Microeconomía, aish, tenés que odiarte mucho para querer estudiar algo en referencia de la economía ahre no, me encanta, pero me abruma xd.

¡¡Espero estén bien!!

Gracias por leer :3
Nos leemos pronto ^^
No olviden dejar su voto me hace de gran ayuda 💞

"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora