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Había comenzado el mes de Diciembre, las expectativas latentes de que en cualquier momento se presentaba una fuerte y tormentosa ola de calor era sentida por todos los habitantes. Pero ese día no era para nada a lo esperado.

Eran de esos días en los cuales las ganas de estar afuera todo el día sin hacer nada era tan placentero que hasta te olvidabas de todo lo que ocurría por tu vida un momento. Tan increíblemente perfecto que da miedo, se siente que es demasiado bueno para ser real.

El espectacular paisaje que rodeaba ese día al par de chicos que se encontraban más que cómodos con la compañía del otro solo mejoraba las vibras alrededor de ellos.

— ¿Entiendes que el próximo martes es nuestra graduación?, no entiendo por qué estás tan tranquilo —habló en castaño un poco indignado por la tranquilidad de su acompañante. Dio un mordisco de su helado recién comprado, cortesía del mejor no novio que nunca tuvo.

—No estoy tranquilo pero tampoco nervioso, simplemente estoy neutro sobre la situación —respondió sin mucho interés, pero al ver la expresión confundida de TaeHyung continuó—. Estoy normal. Es decir, no me siento tan ansioso por lo que viene porque me encuentro felizmente disfrutando el ahora. Deberías darte la oportunidad también de dejar de pensar qué tanto hay allí, tal vez ni siquiera llegamos a ver que nos espera o también puede ser decepcionante lo que encontremos y todo ese pensamiento solo será una pérdida de tiempo que pudiste disfrutarlo de otra manera —expresó. A veces el helado le abría la mente, posiblemente era porque le llegó a congelar tres veces el cerebro hasta lo que iba de su helado.

TaeHyung observo al contrario y asintió con la cabeza a la vez de que analizaba cada palabra dicha por este—. Entonces —tragó su ultimo bocado de helado antes de hablar—, ¿No te preocupa lo que viene después? —realmente estaba siendo torpe al preguntar nuevamente lo mismo, pero su pregunta iba dirigida más que nada a lo que ocurriría con su relación en el futuro. Porque para él empezar una nueva experiencia en su vida no era nada extremadamente sorprendente si después de todo era lo más esperadamente evidente. Por otro lado, lo que si lo tenía ansioso era tener que dejar ir a las personas que de verdad habían ganado por completo su cariño, entre ellos, el chico que tenía en frente.

—Por ahora no —respondió riendo JungKook ante la insistencia de TaeHyung. Se acercó un poco al rostro ajeno y con su pulgar retiro el pequeño rastro de helado que había quedado sobre las comisuras de los labios del castaño—. Actúo mal bajo presión, entonces intento no pensar tanto en eso, suelo ahogarme a mí mismo con mis pensamientos —confesó, llevando su pulgar a la boca, limpiando todo rastro de helado de él.

TaeHyung lo observo unos segundos, sus ojos iluminándose de repente antes de acercarse al chico para besarlo en los labios, éste lo tomó por la cintura evitando que se aleje tan rápido, correspondiendo al beso lento y dulce que estaba recibiendo de su no novio en ese momento. Una sonrisa se escapó de sus labios entre el medio del beso, provocando que el castaño se alejara y lo mirara con confusión.

— ¿Ocurre algo? —cuestiono el menor sin alejarse demasiado del contrario.

—Nada, solo pensaba en lo bonito que eres mientras te besaba, además de que me encanta cuando me sorprendes con tus besos. Deberías sorprenderme más de seguido, bebé —sonrío feliz al ver como las mejillas del castaño comenzaban a tomar color.

— ¡Por qué dices esas cosas ahora! —se quejó el menor, haciendo un puchero el cual no duró ni medio segundo al ser desarmado por los labios del pelirrojo cuando lo volvió a besar, pero esta vez lo hizo con notoria rapidez, lo cual no paso de desapercibido por TaeHyung, quien se separó con un sonrojo que se extendió hasta la punta de su nariz.

—¿Qué paso, bebé? —preguntó el mayor con notaria confusión en su rostro.

—S-solo, estamos en público, Kook —se explicó, observando hacia los lados, soltando un suspiro al verificar que no había nadie alrededor de la banca en que estaban sentados—. Además, íbamos demasiado r-rápido.

—¿Rápido? —cuestiono con una de sus cejas enarcada el mayor.

—S-sí —respondió—. Pocas veces nos besamos de esa forma.

—Mmh, puede ser que esta vez no me haya controlado —sonrío dulce el pelirrojo muy contradictoria a la voz rasposa que salió de su boca al decir aquello.

—NO, NO, NO —grito el castaño, haciendo reír al pelirrojo.

—¿Qué pasa, Tae? —preguntó con falsa inocencia.

—Siempre que sonríes así, y ese tono de voz... Dios, ese tono de voz, es un rotundo no, JungKook —el nombrado puchereo ante su negativa.

—Pero se supone que ya nos conocemos bien y podemos llegar a... eso —se justificó, acercándose un poco más hasta donde el menor.

—No, siempre terminas jugando con mis hormonas, ya no caeré, esta vez no —sentenció TaeHyung, mirando hacia otro lugar, dándole la espalda al pelirrojo.

—Tae —llamó y el nombrado solo se cruzó de brazos demostrando su enojo repentino—. Esta vez no haré lo mismo —aseguró, acariciando con suavidad la espalda ajena.

—Ja ja ja, no, JungKook, ya no creo en tus palabras respecto a ese tema —espetó el castaño.

—¿Ese tema? —preguntó, esta vez logrando confundirlo las palabras del contrario.

—El de follar, idiota —susurró el menor, girándose y enfrentando al pelinegro, siendo sus oídos inundados por la risa de éste pocos segundos después de decir tal cosa—. ¿De qué te ríes, imbécil?

—Yo hablaba de jugar videojuegos en tu casa —las mejillas del castaño se colorearon fuertemente—. Además, que yo recuerde, nunca te he insinuado algo de eso —pensó unos segundos—. Aunque si quieres claro que lo haremos, Tae, solo estoy esperando a que tú me des acceso a tu casa, porque en la mía, claramente no será, bebé.

—¡Ya, idiota! —gritó, haciendo reír nuevamente al mayor.

—Tranquilízate —pidió, acariciando los hombros de su acompañante. Una vez que lo vio menos avergonzado se acercó a este para quedar al lado de su oreja—. Estoy hablando en serio, Tae —afirmó sonando serio y ronca su voz. Lo sintió temblar entre sus manos y el chillido que soltó el menor cuando beso el lóbulo de su oreja lo hizo sonreír, prendiendo algo en su cuerpo—, y si es ahora, pues, mejor para ambos ¿no? —agregó y terminó con un beso en el cuello ajeno, el cual dejó oír un bajo ruido que estremeció por completo el cuerpo del castaño.

Disculpen la tardanza, estaba sin internet y actualmente tengo problemas con la computadora :"c

Ojala se encuentren super bien, con suerte mañana subo otro capítulo si las fuerzas de la tecnología se unen a mi favor xd. Tengan una buena noche y mañana un buen día ^^

Gracias por leer ^^
Nos leemos pronto :3
No olviden dejar su voto me es de gran ayuda 💞

"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨Where stories live. Discover now