30

2K 275 33
                                    

El silencio en el cual se encontraba esa habitación dejaba oír la respiración acelerada de uno de los chicos, mientras que el otro parecía estar aguantando la respiración.

TaeHyung estaba aturdido, le parecía algo totalmente irreal. Tal vez, nuevamente estaba teniendo esos sueños locos de los que no quería despertar, pero esta vez no caería. De un momento a otro se comenzó a carcajear con fuerza, sin prestar atención a la confusión en el rostro del contrario, la cual paso a ser una expresión de enojo por el comportamiento ajeno.

— ¿De qué te ríes, estropajo? —escupió sus palabras con notoria molestia. Observó como el menor, comenzó a tomar grandes respiraciones luego de haberse reído cual foca cuando estaba feliz.

—Ese... ese fue un gran chiste, JungKook —comentó, secándose una lágrima de sus ojos. Siempre se repetía esa misma historia en sus sueños, por qué ese día sería algo real—. Ya sé a quién llamar cuando estoy hasta las bolas de mal humor —señaló, mirando con gracia y dulzura al chico que ahora lo estaba comprimiendo en un cubo de basura con la mirada.

— ¿Crees que soy tu payaso personal o qué, idiota? —preguntó molesto. El arrepentimiento comenzaba a dar presencia en su interior, ese chico desbordaría por completo su paciencia con frecuencia ¿podría ser eso algo saludable?

—Yo no dije eso, pero si tú lo dices ¿por qué no? —respondió encogiéndose de hombros. El JungKook de sus sueños no solía ser tan brusco con las palabras, posiblemente ahora había creado un JungKook más realista al convivir más tiempo con él.

—Estas equivocado, revoltoso maleducado. Yo no soy payaso de nadie y menos gratis —puntualizó JungKook, cruzándose de brazos y mirando desafiante al contrario.

— ¿Ah sí? —se acercó unos pocos pasos hacia donde estaba el mayor —. Entonces, ¿cuánto cobras? —una sonrisa divertida con una pizca de malicia se asomó en sus labios. JungKook se veía más lindo de cerca, pensó.

—Créeme amigo, tu hogar cubre sólo el veinte por ciento de lo que mis servicios requieren como presupuesto —continuó el juego del castaño, el cual puchereo adorablemente, logrando desestabilizarlo por el fuerte sentimiento que le invadió de querer lanzarse sobre él y besarlo en los labios por lo adorable que se veía.

—Eres muy ¿caro? —formuló el menor, pensativo —. Y... ¿de qué clase de servicios estamos hablando? —indagó con total picardía. Se acercó un poco más al cuerpo del contrario, quedando en una escasa distancia de él.

— ¿Y de qué estábamos hablando, ingenuo? Aunque, pensándolo bien, sólo me darás jaqueca. No tenemos ningún trato, mejor búscate a otro idiota y sean los Reyes de los idiotas sin clase —aconsejó, ya no teniendo paciencia. Se dio la vuelta, decidido a irse de ahí, ni su hermano agotaba tanto su paciencia como lo hacía TaeHyung, es que acoso tenía que escribirle un libro explicándole que tipo de relación quería tener con él. Por favor, si ni su tarea del instituto hacía, va a estar perdiendo el tiempo en explicarle al iluso de TaeHyung.

Una mano sobre su hombro lo hizo detenerse. Su corazón dio un brinco de emoción al sentirlo, quería eso pero no iba a aceptarlo en voz alta. No se giró, sólo espero a que el que ahora lo sujetaba dijera algo.

—Ya, JungKookie, no te molestes conmigo —pidió con una voz dulce y JungKook sin siquiera mirarlo sabía que un puchero se había formado en los labios de este —. Sólo estaba jugando, además tú empezaste con esos insultos sin sentido —se defendió, esperando a que el contrario hiciera algo.

JungKook se dio media vuelta conectando sus ojos con los del contrario. La sonrisa más adorable y especial que cubrían los labios de este, despertaron nuevamente ese sentimiento, su corazón latiendo con más fuerza al ser consciente de que la misma era dirigida solo y únicamente para él.

Sus ojos volvieron a conectar con los del contrario y en ese momento ocurrió lo que más temía. En ese jodido instante, se había perdido en los ojos color avellanas del chico maleducado e indiferente frente a él.

Un click hizo en su cabeza cuando sintió un pellizco en su mejilla con bastante fuerza. Un chillido escapó de sus labios a la par de que se sobaba la parte herida.

Los ojos de TaeHyung se abrieron grandemente en sorpresa por haber lastimado al mayor, su primo lo mataría si no moría ahí mismo en manos del damnificado.

Las disculpas incontables fueron oídas por JungKook, pero ninguna lo logró convencer, hasta que el menor acercó sus labios a su mejilla algo sonrojada y dejó dos pequeños besos en ella, provocando un sonrojo más pronunciado por su inocente acción.

Con ambas manos tapó su mejilla besada y ahora ya curada, sin poder soltar una palabra y al parecer el contrario se encontraba en la misma situación, con las mejillas sonrojadas pero por una razón distinta.

— Y-yo, JungKook, lo siento, n-no quise lastimarte... —balbuceó, sin poder levantar su mirada hacia el nombrado.

—Tae, ¿yo en serio te gusto? —preguntó directo y firme JungKook, dejando de lado su mejilla para prestar total atención a la expresión corporal del castaño.

La sorpresa que invadió en el interior de este, fue notorio en su rostro. JungKook estaba rogando porque está vez fuera diferente, que está vez TaeHyung hablará respecto de sus sentimientos y dejará de evitar lo que en esa fase ya era inevitable.

—Yo, JungKook yo podría decirte qué... —se cortó sus palabras. Su corazón comenzaba a aturdirlo con el fuerte ritmo que iba. Pero terminó accediendo, de todos modos en algún momento debería hablarlo, pero no se sentía bastante seguro en ese instante.

— ¿No quieres hablarlo? —preguntó algo alarmado JungKook, pero intentado tranquilizarse a sí mismo para que su voz no sonara tan desesperada.

—No, yo no he dicho eso...

—Puedo esperar, no quiero incomodarte...

— ¡Sí! —vociferó su confirmación TaeHyung. Sintiéndose más que avergonzado por haber gritado aquello—. Sí, me gustas, pero no lo sé, fue tan repentino y realmente no sé qué pasó. ¿Cómo de un día para otro me caías para el lado del culo y ahora te soporto? —se sinceró.

—Te acostumbraste, supongo —habló JungKook sin saber muy bien qué podía hacer ahora.

—Qué más da ¿para qué querías saber eso? —preguntó, viendo al contrario. Lo veía pensativo y eso levantaba sospechas y nervios en él.

—Podríamos intentarlo —soltó sin siquiera darse cuenta de lo que sus palabras significaban para el menor—. Sólo si tú quieres, claro —agregó. Su intención no era condicionar al contrario para que intentará algo de lo cual ni siquiera tenía bien claro si quería. Él tampoco estaba del todo seguro, pero el sentimiento inexplicable que hacía presencia en su cuerpo cada que veía a TaeHyung prestándole atención o solo se miraban, no lo dejaba ignorar a este.

TaeHyung meditó las palabras ajenas. La desesperación y ansiedad invadiendo sus pensamientos. ¿Cómo podía decirle que ni siquiera el mismo estaba realmente seguro de lo que sentía o quería, pero que a la vez se sentía morir cada que veía al contrario sonreír y él no podía besarlo?

Que bonito capítulo :'3

Gracias por leer :3
Nos leemos pronto ^^
No olviden dejar su voto me hace de gran ayuda 💞

"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨Where stories live. Discover now