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—Creí que nunca bajarían —enfatizó, levantándose con gran esfuerzo del sofá para girarse a ver a los chicos que se encontraban detrás de él. Sus ojos se sintieron escocer al ver la imagen frente a él, ambos chicos parecían como si hubiesen visto un fantasma pues su expresión facial no era la que usualmente tenían, como si estuvieran apagados.

Los observó hasta que los vio acomodarse en el sofá de su sala. Envío un texto rápido a JiMin dándole el aviso de que ya podía venir hasta su casa. Tomó aire y luego se dirigió hacia donde ambos chicos se encontraban, se sentó en uno de los sofás individuales y cual investigador que buscaba leer algo en las expresiones de los sospechosos, los observó.

—Ustedes me ocultan algo —aseguró señalando con el dedo al par, quienes conversaban tranquilamente sobre quién sabe qué—. ¿Por qué están tan grises? —los chicos enfrente de él giraron la cabeza en sincronía con confusión—. ¡Santa Puta Madre! —vociferó y del susto pegó leve salto en su lugar.

—YoonGi, ya tu madre dijo que no quiere esas palabras en su hogar —regaño TaeHyung acurrucándose entre los brazos del pelirrojo.

—No es mi culpa que ustedes par de empalagosos, giraran sus cabezas como exorcistas y al mismo tipo —señaló molesto por la situación, cómo si eso no le diera miedo a alguien—. En fin, me van a decir ¿a qué se debe tanto afecto? —indagó por lo forma en que repentinamente actuaban.

—Deja que nos comportemos como una pareja un momento —habló con pucheros el castaño.

—Los dejaría si fueran una —comentó al aire YoonGi viendo la indignación fingida de su primo.

—Al menos nosotros ya dimos nuestro primer beso y vinieron más de ellos luego —sonrío burlón el castaño en dirección a su primo.

—Oye, oye, párale a tus bombazos o nos vamos al carajo —amenazo con seriedad mirando desafiante a su primo, quien se encogió en su lugar acurrucándose en los brazos del pelirrojo provocando una risa en él por su actitud—. De nada.

—¿Qué? —preguntó confuso el castaño.

—Te di una excusa para que prácticamente te subieras encima de JungKook —apuntó y el castaño se dio cuenta en ese instante que parte de su cuerpo estaba encima del pelirrojo, coloreando sus mejillas en un suave rubor. Intentó apartarse pese a que no quería hacerlo, pero el pensar que estaba incomodando a JungKook lo llevó a tomar esa decisión, decisión que no pudo ser ejecutada puesto a que el mayor tenía otros planes para ellos. JungKook cuando sintió a TaeHyung querer zafarse de esa posición rodeó su cuerpo con sus brazos y cual candado aseguro su agarre entrelazando los dedos de sus manos provocando un acercamiento más cariñoso—. Y al parecer no le molesto para nada —susurro YoonGi siendo oído por ambos chicos, y recibiendo una sonrisa burlona por parte de su mejor amigo—. Agh ustedes enserio son unos empalagosos —sentenció, levantándose de su lugar para caminar hacia la cocina.

—¡Hyung, hyung! —gritó el pelirrojo, siendo ignorado por el mayor de los tres—. No se ponga celoso, tengo mucho cariño para ti también, YoonGi hyung —repitió aquella frase que le había dicho alguna vez su hermanito al pelinegro.

YoonGi se dio vuelta mirándolo con una ceja enarcada, "¿debemos correr?" fue lo último que escucho el pelirrojo antes de dar comienzo a una carrera en busca de escapar de los posibles golpes que quería proporcionarles ahora el pelinegro.

JungKook corrió escaleras arriba arrastrando con él a TaeHyung y al llegar al segundo piso se encerró junto con TaeHyung en la primera habitación que vio, resultando ser el baño. Ambos estaban agitados por el pequeño maratón que hicieron y pocos segundos después escucharon tres golpeteos en la puerta.

—Ya chicos, salgan de ahí no estoy molesto —YoonGi había llegado donde ello y la calma con la que habló provoco escalofríos en el cuerpo de JungKook. Lo conocía hace más de diez años y por esa misma razón sabía que YoonGi estaba molesto. Quiso golpearse él mismo por haber molestado a su mejor amigo con su hermano, fuera del ámbito romántico, YoonGi siempre cuido a su hermano como si fuera también el suyo, desde que había nacido ese pequeño revoltoso recordaba que YoonGi era quien lo defendía incluso cuando JiMin merecía una reprendida de su parte. Así que era de esperarse esa actitud por parte del pelinegro, más ahora que su pequeño hermano termino eligiéndolo como su pareja.

Mirando un poco a su alrededor pudo ver que la situación no era del todo mala. TaeHyung, quien se encontraba contra la puerta escuchando por si en algún momento su primo optaba por rendirse e irse del lugar, se veía extraordinariamente adorable con sus labios abultados en concentración. JungKook sin pensarlo demasiado se acercó hasta este y tomándolo por la barbilla giró levemente su rostro para poder besar los belfos del menor, este correspondió al beso luego de unos segundos de que saliera de su sorpresa, y entonces JungKook pensó que podía estar allí todo el tiempo que YoonGi quisiese si tenía a TaeHyung con él. Porque realmente podía estar hundiéndose en un oscuro pozo sin final pero si su mano iba entrelazada con la de TaeHyung, sabía que el final no iba a ser tan relevante a comparación a ese momento que estaba compartiendo con el menor.

La idea es terminar esta historia antes de que termine el mes de enero, pero el obstáculo es que me tome enserio mis vacaciones que hasta siento que es un desgaste respirar xd

Gracias por leer :3

Nos leemos pronto ^^

No olviden dejar su voto me hace de gran ayuda 💞

"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨Where stories live. Discover now