44

1.4K 193 16
                                    

—¡Tae! —un grito se hizo oír desde la planta baja en busca de llamar la atención del mencionado. Para su suerte, él mismo se encontraba con auriculares puestos a la vez que frente a él se encontraba un libro con interminables hojas y escritos largos con letra bastante pequeña. Realmente el cansancio a la vista que causaban esos libros solo lo hacía menos ameno el ceder a su lectura y comprensión.

Con dos golpes en la puerta buscó nuevamente llamar la atención del chico, sin recibir ninguna afirmación por la persona dueña del cuarto. Cansado de intentar por las buenas, decidió ir por las malas ingresando al cuarto con un leve golpe de la puerta contra la pared.

YoonGi se sintió un poco mal al ver a su primo prácticamente más dormido que despierto sobre esos libros que últimamente lo tenían con bastante malhumor o tal vez sea porque no andaba durmiendo correctamente. Por las ojeras que se dejaban ver debajo de los párpados del chico pudo deducir fácilmente que no había dormido nada anoche.

—Tae —susurró acariciando con dulzura el cabello ajeno. Realmente no sabía si quería despertarlo o no—. Tae —volvió a llamar, al no tener respuesta, decidió sacar uno de los auriculares que obstruían su audición, consiguiendo llamar al fin la atención del castaño.

—¿Qué pasa? ¿Ya está el almuerzo? —pregunto somnoliento, fregando sus ojos para intentar despertarse.

—Son las 17 de la tarde, Tae —informó, escaneó el plato de comida que había dejado él mismo sobre un mueble cercano a la mesa de estudio del menor—. Te traje la comida hace cinco horas atrás y por lo visto no has comido nada —habló con suavidad acariciando el cabello de su primo. Enserio odiaba verlo tan cansado, pero también sabía que no podía intervenir en ello, después de todo era para el futuro de su primo, o como él lo consideraba, su hermano.

—Ohh —susurro el castaño, bostezando al sentir las suaves caricias que daba su primo en su cabello—. Me voy a dormir si sigues haciendo eso —advirtió con una sonrisa en sus labios, haciendo un ruido de satisfacción por la atención que estaba recibiendo.

—Tal vez es lo mejor, mucho de algo hace mal, Tae —busco excusar a su primo para que pudiera relajarse por al menos unos minutos. Se colocó detrás de este y con calma comenzó a hacer masajes en los hombros ajenos—. Duerme un poco ahora y luego sigues —sugirió el pelinegro levantando a su primo de la silla y guiándolo hacia la cama.

—Pero YoonGi, no puedo relajarme ahora —puchereo, su voz disminuyendo cada vez más por el cansancio y la falta de sueño.

—Solo serán unas horas, bebé, no te harán mal —formuló mientras acomodaba al chico sobre la cama para luego cubrirlo con una fina sábana—. De todos modos sabes que un cerebro sin descanso en un cerebro deficiente, recuéstate unos minutos —persuadió, logrando por fin un asentimiento por parte del menor—. JungKook me escribió, dijo que vendría en unas horas. Tú no quieres que te vea tan deplorable ¿verdad, pequeño? —el castaño giró sobre la cama, dándole la espalda.

—Qué más da, al final de todo esto, terminaremos separados, ya no es necesario seguir alargando la conversación, pero tampoco sé cómo decirle —el pelinegro volvió a acariciar el cabello ajeno, tarareando suavemente.

—Hablaremos de eso más tarde, ahora descansa ¿sí? —finalizó, volviendo a tararear una melodía que estaba componiendo para su futuro disco. Luego de un par de minutos, logro hacer dormir a su primo y bajo las escaleras. JungKook lo esperaba en la planta baja con una sonrisa que se fue desvaneciendo cuando él no le correspondió.

—¿Qué paso? —preguntó confundido—. ¿Y Tae? —buscó con la mirada al castaño.

—Está durmiendo, se quedó hasta tarde anoche estudiando, entonces lo puse a dormir —comentó, caminando hasta el sofá para tirarse sobre él—. Ese chico no entiende que si su cerebro está cansado no procesara nada de la información y solo estará perdiendo su tiempo —bufo con cansancio.

—No lo culpes, está dando todo de sí mismo y espero que valga la pena. El maldito ejército esta jodidamente más exigente que años anteriores —chasqueó la lengua en molestia—. Pero sé que él lo conseguirá, se lo merece y si no lo consigue, no quedara otra solución que encerrarlo en una cajita de cristal para que nada, ni nadie, más lo lastime —sonrió como un tonto enamorado.

—Aish, no me vengas con tus cursilerías a mí, Tae está arriba y por el momento no está disponible para ti, háblale a la almohada —respondió, lanzándole la almohada más cercana al pelirrojo.

—Yo soy el de las cursilerías, pero tú te pasas con tus piropos de doble sentido. Quiero dejarte en claro que no estoy para nada de acuerdo con que le digas esas cosas sucias a MI hermano —señaló con el dedo índice al contrario.

—Pues si a él no le molesta, no encuentro el porqué de dejar de hacerlo —se encogió de hombros, ignorando el comentario de su mejor amigo.

—¡¿Es que acaso yo no existo aquí?! —vociferó el pelirrojo con molestia.

—¿Yo estoy en una relación contigo? —preguntó el pelinegro con tranquilidad.

—No, pero con mi hermano tampoco —rió burlón.

—Al igual que tú con mi primo, amigo —sonrío burlesco.

—Touche —dijo el pelirrojo secando una lagrima falsa—. Solo nosotros sabemos darnos estos golpes bajos —comentó riendo por sus intercambios de palabras.

—Un golpe bajo fue el que me dio tu hermano cuando me dijo que solo le gustaban los rubios —recordó el pelinegro—, pero más bajo fue el que le di yo al decirle que soy hetero —rieron juntos el par.

—Eso es más irreal que Tae y yo follando —rió más fuerte el pelirrojo.

—¡JEON JUNGKOOK, QUE NO SE TE OCURRA TOCAR UN SOLO CABELLO DE MI BELLISIMO PRIMO, CERDO INFELIZ! —sentenció amenazante.

—Ay~, Min inocente YoonGi, si supieras que él que siempre lo rechaza soy yo, pensarías de otra forma —un golpe fue a parar en el brazo del pelirrojo—. ¡Oye!, está bien, es él quien me rechaza —puchereo, abrazando la almohada que le había lanzado su amigo.

—Ya lo sabía, tu hermano igual a mí —confesó suspirando.

—¡MIN YOONGI, NO TE ATREVAS A TOCAR EL ESPACIO PERSONAL DE MI BEBÉ, ANIMAL VESTIDO DE PERSONA! —soltó en un grito y luego le lanzó la almohada de regreso a su amigo.

—Touche, amigo, touche —contestó devolviéndole la almohada al contrario, comenzando una ida y vuelta de la misma almohada entre ellos.

Me gustó mucho este capítulo, además de que me estaba riendo de mi estupidez xd, espero que a ustedes también se hayan reído y le haya gustado el capitulo, cuídense y aliméntense muy bien también.

Gracias por leer ^^
Nos leemos pronto :3
No olviden dejar su voto me es de gran ayuda 💞

"El Chico De Cabello Rojo"✨KookTae✨Where stories live. Discover now